domingo, 14 de junio de 2015

PERMANENCIA DE LOS SOLES... Eduardo Gregorio (Mendoza)
Cuando el sol brilla
por la calle
dejando en las manos de cada persona
su caricia
como quien sale a repartir comida
uno por uno
a los necesitados,
sentimos
que la vida no es mucho más que eso.
Lo mismo ocurre cuando mejoramos
milagrosamente
de haber estado enfermos
interminables días.
También cuando sabemos que nos aman,
que ha vuelto una persona que nos dejó nostalgia,
que ha llegado una carta a nuestro nombre
o cuando, de sorpresa,
alguien
nos dedica un elogio irreversible.
Los pájaros, las nubes,
los crepúsculos,
la lluvia, las distancias, las despedidas,
los recuerdos
y hasta a veces las prisas
suelen ser suficientes
para olvidar al resto de las cosas
y sentirnos seguros de que el mundo
y sus angustias
son repentinamente paralelos y ajenos
a nosotros.
En las calles hay soles que no terminan nunca
a pesar de que a veces
nos parezcan eternos los olvidos.
Eduardo Gregorio... Poema del Libro "LOS INEFABLES ATRIBUTOS"

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