lunes, 30 de noviembre de 2015

    "Cómo serán eneros y diciembres
    si tantas cosas que dejó NOVIEMBRE
    sirven para vivir la vida entera..."
    .
    ...
    EDUARDO GREGORIO.

domingo, 29 de noviembre de 2015

Pensarte es tenerte”

¡Cómo me dejas que te piense!
Pensar en ti no lo hago solo, yo.
Pensar en ti es tenerte,
como el desnudo cuerpo ante los besos,
toda ante mí, entregada.
Siento cómo te das a mi memoria,
cómo te rindes al pensar ardiente,
tu gran consentimiento en la distancia,
y más que consentir, más que entregarte,
me ayudas, vienes hasta mí, me enseñas
recuerdos en escorzo, me haces señas
con las delicias, vivas, del pasado,
invitándome.
Me dices desde allá
que hagamos lo que quiero
-unirnos- al pensarte,
y entramos por el beso que me abres,
y pensamos en ti, los dos, yo solo.
Pedro Salinas
Que se rompan las cifras,
sin poder calcular
ni el tiempo ni los besos.
Y al otro lado ya
de cómputos, de sinos,
entregamos a ciegas
—¡exceso, qué penúltimo!—
a un gran fondo azaroso
que irresistiblemente
está
cantándonos a gritos
fúlgidos de futuro:
«”so no es nada, aún.
Buscaos bien, hay más”
Pedro Salinas
Cuando el amor comienza, hay un momento
en que Dios se sorprende
de haber urdido algo tan hermoso.
Entonces, se inaugura
-entre el fulgor y el júbilo-...
el mundo nuevamente,
y pedir lo imposible
no es pedir demasiado.

Fue a la vera del mar, a medianoche.
Supe que estaba Dios,
y que la arena y tú
y el mar y yo y la luna
éramos Dios. Y lo adoré.
Antonio Gala

sábado, 28 de noviembre de 2015

Bajo tu Clara Sombra 
Un cuerpo, un cuerpo solo, un sólo cuerpo
un cuerpo como día derramado
y noche devorada;
la luz de unos cabellos
que no apaciguan nunca
la sombra de mi tacto;
una garganta, un vientre que amanece
como el mar que se enciende
cuando toca la frente de la aurora;
unos tobillos, puentes del verano;
unos muslos nocturnos que se hunden
en la música verde de la tarde;
un pecho que se alza
y arrasa las espumas;
un cuello, sólo un cuello,
unas manos tan sólo,
unas palabras lentas que descienden
como arena caída en otra arena.... 

Octavio Paz
Cuándo tendré, por fin, la voz serena, 
sencillo el gesto, la ansiedad cumplida, 
sigilados los labios de la herida, 
mi pleamar cansada por tu arena.

Cuándo mi sangre trazará en la vena 
su ronda acostumbrada y consentida, 
y unánimes irán —corta la brida- 
el fiero gozo y la dorada pena.

Cuándo estará mi boca sosegada, 
suave el aliento, el beso compañero, 
compartida la gracia de la almohada.

Cuándo llegará el día verdadero 
en que me suelte ya de tu mirada, 
para poder decirte que te quiero.
Antonio Gala

jueves, 26 de noviembre de 2015

Y no importa que el viento olvide mi nombre
y pase dando gritos burlones
como un campesino ebrio que vuelve de la feria,
porque ella y yo estamos ocultos
en la secreta casa de la noche.

Ella pasea por mi cuarto
como la sombra desnuda
de los manzanos en el muro,
y su cuerpo se enciende como un árbol de pascua
para una fiesta de ángeles perdidos.
Jorge Teillier
TE ESPERO… Mario Benedetti.
Te espero cuando la noche se haga día,
suspiros de esperanzas ya perdidas.
No creo que vengas,...
lo sé, sé que no vendrás.

Sé que la distancia te hiere,
sé que las noches son más frías,
sé que ya no estás.
Creo saber todo de ti.
Sé que el día de pronto se te hace noche:
sé que sueñas con mi amor,
pero no lo dices,
sé que soy un idiota al esperarte,
pues sé que no vendrás.
Te espero cuando miremos al cielo de noche:
tu allá,
yo aquí,
añorando aquellos días
en los que un beso marcó la despedida,
quizás por el resto de nuestras vidas.
Es triste hablar así.
Cuando el día se me hace de noche,
y la luna oculta ese sol tan radiante,
me siento sólo, lo sé;
nunca supe de nada tanto en mi vida,
solo sé que me encuentro muy sólo,
y que no estoy allí.
Mis disculpas por sentir así,
nunca mi intención ha sido ofenderte.
Nunca soñé con quererte,
ni con sentirme así.
Mi aire se acaba como agua en el desierto,
mi vida se acorta pues no te llevo dentro.
Mi esperanza de vivir eres tu,
y no estoy allí.
¿Por qué no estoy allí?,
te preguntarás...
¿Por qué no he tomado ese bus que me llevaría a ti?
Porque el mundo que llevo aquí no me permite estar allí,
porque todas las noches me torturo pensando en ti.
¿Por qué no sólo me olvido de ti?
¿Por qué no vivo sólo así?
¿Por qué no sólo...?

miércoles, 25 de noviembre de 2015


Y del amor. La dicha que me diste
Y me quitaste debe ser borrada;
Lo que era todo tiene que ser nada.

Sólo me queda el goce de estar triste,
Esa vana costumbre que me inclina
Al sur, a cierta puerta, a cierta esquina
Jorge Luis Borges
    te dejo mis poemas, mi código celeste,
    mi dirección aquarius, mi correo surreal.
    Puedes mandarme avisos, mensajes y preguntas,
    lágrimas purpurina y pompas de jabón,
    le haré una crucecita a todo lo enviado,...
    acusaré recibo de tu dedicación,
    pero en la noche honda sabrás que te he olvidado,
    ahora soy una roca que baña el malecón.
    Sobre mi espalda agreste me lanzan los chiquillos
    viscosas elegías, prolongación del yo.
    Tengo párpados duros de tanto haber llorado,
    rugosas las mejillas por la erosión.
    Se nos rompe el planeta, todo se ha terminado,
    ¿Qué tal esa promesa que le hiciste a Dios?
    ¿Eres un hombre íntegro, intachable y probado?
    ¿Te concedió ser tú, a cambio del amor?
    (Diana María Ivizate González, Yo te he querido en sueños. Valencia,


Debajo del sauce solo a veces te recuerdo
mirando el río; dentro la espuma, lejos, anda el olvido.
Bajo este sauce solo yo te he querido
y se ha quedado el sauce más pensativo.
...
Ya me voy con la tarde, triste, dolido,
nuestro amor es recuerdo:
lo lleva el río.
Manuel J. Castilla (fragmento de EL sauce solo ) 
Me han cerrado todas las puertas
todas las cortinas
ni un pañuelo de azul
ni un puñado de estrellas.
Amor mío, ¿es que va a sorprendernos aquí la muerte
sin que podamos salir de esta ciudad?
Nazim Hikmet.

martes, 24 de noviembre de 2015

LUIS ROGELIO NOGUERAS
DEFENSA DE LA METÁFORA
El revés de la muerte (no la vida)...
el que clama por agua (no el sediento)
el sustento vital (no el alimento)
la huella del puñal (nunca la herida)

Muchacha antidesnuda (no vestida)
el pórtico del beso (no el aliento)
el que llega después (jamás el lento)
la vuelta del adiós (no la partida)
La ausencia del recuerdo (no el olvido)
lo que puede ocurrir (jamás la suerte)
la sombra del silencio (nunca el ruido)
Donde acaba el más débil (no el más fuerte)
el que sueña que sueña (no el dormido)
el revés de la vida (no la muerte)
    Mario Benedetti

    Hagamos un trato
    ...



    Compañera
    usted sabe
    puede contar
    conmigo
    no hasta dos
    o hasta diez
    sino contar
    conmigo
    si alguna vez
    advierte
    que la miro a los ojos
    y una veta de amor
    reconoce en los míos
    no alerte sus fusiles
    ni piense qué delirio
    a pesar de la veta
    o tal vez porque existe
    usted puede contar
    conmigo
    si otras veces
    me encuentra
    huraño sin motivo
    no piense qué flojera
    igual puede contar
    conmigo
    pero hagamos un trato
    yo quisiera contar
    con usted
    es tan lindo
    saber que usted existe
    uno se siente vivo
    y cuando digo esto
    quiero decir contar
    aunque sea hasta dos
    aunque sea hasta cinco
    no ya para que acuda
    presurosa en mi auxilio
    sino para saber
    a ciencia cierta
    que usted sabe que puede
    contar conmigo

lunes, 23 de noviembre de 2015

Carta sin adiós y sin olvido
Hubiera querido amarte entre los árboles.
Toda savia el amor.
Nuestros cuerpos y brazos todo ramas.
En el alma luciérnagas,
y pájaros y grillos en la almohada.
En las bocas
cuatro estrellas incendiadas.
Hubiera querido amarte alguna vez entre los árboles.
Nunca decirte adiós, solo
hasta luego, amor
En Buenos Aires siempre, y sin olvido
Tu muchacha
Armando Tejada

domingo, 22 de noviembre de 2015

    Se miraban
    Qué esfera de vigilia donde mirarse quietos,
    sintiéndose la sangre como por dos afluentes
    de una vena increíble.
    Primero se miraban y se miraban solos, ...
    el peso de los sueños, la hechura de la vida,
    la voz de únicamente llamarse por sus nombres,
    el gesto ineludible de mirarse tan hondo,
    tan hondo, hasta el origen. Acaso se sabían
    desde antes
    y por eso....
    Pero ellos se miraban como si bebiesen
    un agua muy, muy dulce, y la bebiesen solos
    o a nadie le pudiera saber tan dulcemente
    y por eso mirarse de ese modo tan suyo,
    perdidos en sí mismos, mirándose insaciables,
    porque así se ayudaban a crecer. Se querían.
    Por eso se miraban.
    Por eso se miraron después ampliando el círculo
    de luz al infinito.
    Y en todo se miraban después, reconociéndose.
    Y no había otra forma de vivir. La vida era
    un gran deber de amarse.
    Queriéndose podían
    construir el horizonte,
    ¡iluminar el mundo!
    Armando Tejada
    Somos ahora palabras
    que nos nutren....
    Buscando la utópica luz
    que nos redima
    de esa herida que sanamos
    con palabras
    ya tan nuestras

    Somos ahora ausencias
    que nos sanan
    De esas melancolías planetarias
    y ese peso de un dolor
    tan grave
    Después de decirnos
    " Te Amo",
    Cuando nos encontremos
    frente a frente,
    callaremos las palabras....
    hasta saber cómo
    todo comienza:
    TRADUCIR A UN BESO
    TANTOS GRITOS
    A UNA MIRADA INTENSA
    LOS POEMAS
    Y tu nada buscabas
    Y yo era
    Una yegua de salvaje trote, Velero en mar,
    Pájaro al viento
    Tras una estela llibertària
    Y quemo ahora
    en los rayos de tu sol,
    de tus palabras
    al acercarme,
    y hacia ellos
    emprendo
    Voluntario
    Vuelo
    (CV)

FRAGMENTACIÓN
Intento recordar cómo era el sueño,
los pájaros, la luz, los abedules,
extrañamente rojos,
la música de un órgano sagrado.
El mar y yo yaciente te esperaba
a ti en tu desnudez,
el vínculo que aunaba las raíces,
pacíficos los ojos de la noche.
Los movimientos, el rítmico vaivén,
el tiempo sin cabeza,
los labios que a propósito se muerden
y un gemido infantil.
Tal vez no ocurrió nunca,
tal vez fuera tan solo un deseo a caballo
que le nació a una nube
díscola y exiliada.
Intento recordar cómo te quise,
no sé por qué imagino que era otoño
ya casi despidiéndose y aún llovía.
Tal vez no estabas tú.
José Miguel Junco Ezquerra
Y tu nada buscabas Y yo era Una yegua de salvaje trote, Velero en mar, Pájaro al viento Tras una estela llibertària Y quemo ahora en los rayos de tu sol, de tus palabras al acercarme, y hacia ellos emprendo Voluntario Vuelo (CV)

miércoles, 18 de noviembre de 2015

“Soneto verde”
Cuando en octubre amor por la semilla
conspira con abril de la mirada
me subyugó una rosa equivocada:
si verde corazón, tez amarilla.
De una la noche en otra maravilla
-cera ya agraz, ya pluma alabeada-
regresó el alba, limpia y afilada,
rasgándome de pura la mejilla.
Verde presidio y hondo, verde prado,
que a la esperanza indócil alimentas
con grama en flor, sonrisa de mi dueño:
suba la muerte y máteme a tu lado,
que esmeraldas, cantáridas y mentas
me han dispuesto un profundo y verde sueño.
Antonio Gala
pienso en tu sueño. Quiero
descifrarlo. Las cifras
no sirven, no es secreto.
Es sueño y no misterio.
Y de pronto, en el alto
silencio de la noche,
un soñar mío empieza
al borde de tu cuerpo;
en él el tuyo siento.
Tú dormida, yo en vela,
hacíamos lo mismo.
No había que buscar:
tu sueño era mi sueño.
Pedro Salinas

martes, 17 de noviembre de 2015

    DOS PALABRAS... Alfonsina Storni.
    Esta noche al oído me has dicho dos palabras
    comunes. Dos palabras cansadas
    de ser dichas. Palabras...
    que de viejas son nuevas.

    Dos palabras tan dulces, que la luna que andaba
    filtrando entre las ramas
    se detuvo en mi boca. Tan dulces dos palabras
    que una hormiga pasea por mi cuello y no intento
    moverme para echarla.
    Tan dulces dos palabras
    que digo sin quererlo -¡oh, qué bella, la vida!-
    Tan dulces y tan mansas
    que aceites olorosos sobre el cuerpo derraman.
    Tan dulces y tan bellas
    que nerviosos, mis dedos,
    se mueven hacia el cielo imitando tijeras.
    Oh, mis dedos quisieran
    cortar estrellas.


PORQUE CANTAMOS… Mario Benedetti.
Si cada hora viene con su muerte
si el tiempo es una cueva de ladrones
los aires ya no son los buenos aires
la vida es nada más que un blanco móvil
usted preguntará por qué cantamos
si nuestros bravos quedan sin abrazo
la patria se nos muere de tristeza
y el corazón del hombre se hace añicos
antes aún que explote la vergüenza
usted preguntará por qué cantamos
si estamos lejos como un horizonte
si allá quedaron árboles y cielo
si cada noche es siempre alguna ausencia
y cada despertar un desencuentro
usted preguntará por que cantamos
cantamos por qué el río está sonando
y cuando suena el río / suena el río
cantamos porque el cruel no tiene nombre
y en cambio tiene nombre su destino
cantamos por el niño y porque todo
y porque algún futuro y porque el pueblo
cantamos porque los sobrevivientes
y nuestros muertos quieren que cantemos.
cantamos porque el grito no es bastante
y no es bastante el llanto ni la bronca
cantamos porque creemos en la gente
y porque venceremos la derrota
cantamos porque el sol nos reconoce
y porque el campo huele a primavera
y porque en este tallo en aquel fruto
cada pregunta tiene su respuesta
cantamos porque llueve sobre el surco
y somos militantes de la vida
y porque no podemos ni queremos
dejar que la canción se haga ceniza.

lunes, 16 de noviembre de 2015

    Al fin vence la luz,
    me cuenta que fuiste sereno abrazo
    de este yo tan mío
    ...
    que ahora encoge.
    Oigo tus pasos,
    quizá me hablen de los amaneceres
    cuando tu beso madrugaba.
    Y es la luz que deslumbra
    este nido de soledad.
    Tan solo la nostalgia,
    destejiéndome.
    T a n s o l o… t a n s o l a …
    tú en mí, por todo el tiempo, viva.
    Ana Galán
    Me he quedado sin pulso y sin aliento
    separado de ti. Cuando respiro,
    el aire se me vuelve en un suspiro
    y en polvo el corazón de desaliento.
    ...
    No es que sienta tu ausencia el sentimiento.
    Es que la siente el cuerpo. No te miro.
    No te puedo tocar por más que estiro
    los brazos como un ciego contra el viento.
    Todo estaba detrás de tu figura.
    Ausente tú, detrás todo de nada,
    borroso yermo en el que desespero.
    Ya no tiene paisaje mi amargura.
    Prendida de tu ausencia mi mirada,
    contra todo me doy, ciego me hiero.
    Ángel González
    "Quizá nunca te haya querido tanto. Casi no quiero hablarte, porque es precisamente en lo que callo, en donde te digo más..."
    Jaime Sabines.
    Y es la luz que deslumbra
    este nido de soledad.
    Tan solo la nostalgia,
    ...
    destejiéndome.
    T a n s o l o… t a n s o l a …
    tú en mí, por todo el tiempo, viva.
    Ana Galán (fragmento de Tejido Alzheimer )
    PARAPENTE
    Este otoño me trajo
    una emoción
    sin libro de instrucciones...
    pero con una nota:
    "Para inexpertos dejarse llevar."

    Ya me tragué dos muros
    por hacer parapente
    a vela desplegada.
    Fue un vuelo hermoso,
    espero no me queden cicatrices.
    Amaia Villa

jueves, 12 de noviembre de 2015

Tus ojos son azules como el cielo,
el cielo es una diáfana mentira,
la mentira, una garza que suspira
por besar a una estrella a medio vuelo.

La estrella es un secreto de tu pelo,
tu pelo es una llama que delira,
y la llama un espejo en que se mira
con la lengua de fuera, un toro en celo.

El toro, por amor, está de hinojos,
el amor es de nubes transparentes,
las nubes son de un sueño y van de viaje,

y al final de ese viaje están tus ojos
que se bañan, desnudos, en las fuentes
más azules y claras del paisaje
Fernando del Paso ( Premio Cervantes 2015 )

Qué plateada tristeza te reviste,
si alegre hasta tu alegre voz acudo,
los pies descalzos, para entrelazarme
sal paso de tu danza apresurada.

Dónde te vas cuando te vas y lloran
las colinas, a solas con tu nombre
para siempre, hasta oír al lado mío
tu voz que me pregunta a quién aguardo.

 Antonio Gala

miércoles, 11 de noviembre de 2015


    EN OTRO MERIDIANO... Eugenio Montejo (Poeta venezolano)
    No alcanzo el tiempo de tu cuerpo,
    nací lejos, en un país que es aire, nube, noche,
    aunque me oigas tan ...cerca.
    Nací a destiempo de tu risa, de tus ojos, en otro meridiano.
    Nos amamos de mar a mar, de un astro a otro
    no importa que hoy me sientas a tu lado.

    Aunque despiertes desnuda aquí conmigo,
    tu tiempo va delante,
    el tiempo de tus manos, de tu rostro;
    estoy junto a tu sombra y no te alcanzo.
    Las horas de tu amor me quedan lejos,
    bajo una luz de nieve,
    en alguna ciudad que desconozco.
    Nuestras vidas se alcanzan, se confunden,
    intercambian sollozos, besos, sueños,
    pero andamos a leguas uno del otro,
    tal vez en siglos diferentes,
    en dos planetas errantes que se buscan
    cansados de no verse.

lunes, 9 de noviembre de 2015

¿Cómo comer sin ti, sin la piadosa
costumbre de tus alas
que refrescan el aire y renuevan la luz?
Sin ti, ni el pan ni el vino,
ni la vida, ni el hambre, ni el jugoso
color de la mañana
tienen ningún sentido ni para nada sirven.
Allá fuera está el mar,
allá fuera, en el mundo, estás tú.
Comiendo tú sin mí:
tu hambre, tu pan, tu vino y tu mañana.
Yo aquí, ante los manteles opacos
y la bebida amarga,
ante platos sin sabor ni colores.
Lo intento, sí, lo intento, pero cómo
comer sin ti, ni para qué...
Tú te has llevado tu olor a bosque
y el gusto de la vida.
Fuera están mar y aire.
Dentro, yo solo frente a la mesa puesta
que ha perdido su voz y su alegría.
Antonio Gala
    En tus ojos yo veo el frío ardor,
    artificial y efímero
    de los castillos que veloces surgen
    y veloces se extinguen.
    Dame tu mano: es todo cuanto tengo ...
    en medio de esta falsa
    riqueza, de esta dádiva
    que fugazmente se otorga y se consume.
    Así es todo: organizado y yerto
    brota el amor, crece, se desparrama, se hunde,
    vuelve la oscuridad
    en la que, previsto y bien envuelto, yacía.
    Nada, nada...
    Antonio Gala
GÉNESIS
He llegado de nuevo a mi puerta
tras seguir el rastro que el viento dejaba en las flores.
Con los ojos cerrados te he visto,
he sabido que allí donde estalla la noche,...
es decir en tu pecho
se encontraba mi sacra morada.
La bandada de pájaros versos
picoteando un cielo cuajado de nubes
han llovido vivaces recuerdos.
Es decir, que he sabido que vuelvo
al lugar donde Dios me nombró
y tú ,de la nada, me hiciste.

Teresa Delgado © 2013
Canción cuando te vas

Las cosas han quedado conmovidas de vos,
tibias de tu rescoldo palpitante.
En el decoro simple de mi casa
perdura aún el orden de tus manos.
Ayer volvió la lluvia. Vino sola
y te estuvo nombrando en la ventana.
A medio sueño anduve entre mis cosas
tropezando en tu aroma a cada paso.

Empecé una canción. No me convence
-le sobran ramas y le faltan pájaros-,
si le pongo más pájaros se vuela
¡y yo me quedo con la rama al aire!
Al aire solo, mientras busco el mapa
de tu geografía cotidiana,
las llanuras de ausencia que te alejan,
la isla de tu cuerpo entre las sábanas
y esa niebla de vos, esa nostalgia
que le empaña la brújula a mi balsa
donde yo intento una canción en ramas
para llenar la soledad de pájaros!

Armando Tejada

domingo, 8 de noviembre de 2015

IDILIO ETERNO

Ruge el mar, y se encrespa y se agiganta;
la luna, ave de luz, prepara el vuelo
y en el momento en que la faz levanta,
da un beso al mar, y se remonta al cielo.

Y aquel monstruo indomable, que respira
tempestades, y sube y baja y crece,
al sentir aquel ósculo, suspira...
¡y en su cárcel de rocas... se estremece!

Hace siglos de siglos, que, de lejos,
tiemblan de amor en noches estivales;
ella le da sus límpidos reflejos,
él le ofrece sus perlas y corales.

Con orgullo se expresan sus amores
estos viejos amantes afligidos:
ella le dice "¡te amo!" en sus fulgores,
y él prorrumpe "¡te adoro!" en sus rugidos.

Ella lo duerme con su lumbre pura,
y el mar la arrulla con su eterno grito
y le cuenta su afán y su amargura
con una voz que truena en lo infinito.

Ella, pálida y triste, lo oye y sube,
le habla de amor en su celeste idioma,
y, velando la faz tras de la nube,
le oculta el duelo que a su frente asoma.

Comprende que su amor es imposible,
que el mar la copia en su convulso seno,
y se contempla en el cristal movible
del monstruo azul, donde retumba el trueno.

Y, al descender tras de la sierra fría,
le grita el mar: "¡En tu fulgor me abraso!
¡no desciendas tan pronto, estrella mía!
¡estrella de mi amor, detén el paso!

¡Un instante mitiga mi amargura,
ya que en tu lumbre sideral me bañas! 
¡no te alejes!... ¿no ves tu imagen pura,
brillar en el azul de mis entrañas?"

Y ella exclama, en su loco desvarío:
"¡Por doquiera la muerte me circunda!
¡Detenerme no puedo monstruo mío!
¡Compadece a tu pobre moribunda!

Mi último beso de pasión te envío;
¡mi postrer lampo a tu semblante junto!..."
y en las hondas tinieblas del vacío,
hecha cadáver, se desploma al punto.

Entonces, el mar, de un polo al otro polo,
al encrespar sus olas plañideras,
inmenso, triste, desvalido y solo,
cubre con sus sollozos las riberas.

Y al contemplar los luminosos rastros
del alba luna en el obscuro velo,
tiemblan, de envidia y de dolor, los astros
en la profunda soledad del cielo.

¡Todo calla!... el mar duerme, y no importuna
con sus gritos salvajes de reproche;
y sueña que se besa con la luna
¡en el tálamo negro de la noche!.
Julio Florez

sábado, 7 de noviembre de 2015

    Desmayarse, atreverse, estar furioso,
    áspero, tierno, liberal, esquivo,
    alentado, mortal, difunto, vivo,
    leal, traidor, cobarde y animoso;
    ...
    no hallar fuera del bien centro y reposo,
    mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
    enojado, valiente, fugitivo,
    satisfecho, ofendido, receloso;
    huir el rostro al claro desengaño,
    beber veneno por licor süave,
    olvidar el provecho, amar el daño;
    creer que un cielo en un infierno cabe,
    dar la vida y el alma a un desengaño;
    esto es amor, quien lo probó lo sabe.
    Gran definición del amor por
    Félix Lope de Vega.
Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.
Es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.
Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo;
enfermedad que crece si es curada.
Éste es el niño Amor, éste es su abismo.
¿Mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo!
: Definición del amor
. Francisco de Quevedo

viernes, 6 de noviembre de 2015

Niña ¿ que te sucede ?
Tú respondes :
No me sucede nada.
Pero yo sé ,
pero tú sabes ´...
también el sol,
el día , las nubes blancas,
las mariposas , las margaritas,
cada gota de lluvia ,
la espuma de las olas,
la lluvia ,la noche estrellada,
que lo que ocurre niña
porque lo veo en tus ojos ,
es que estás enamorada .
(Autor desconocido )
Mis poemas 
Mis poemas son, nostalgia de ayeres,
penas, sinsabores, lágrimas, dolor,
pétalos fragantes que destilan mieles,...
y gotas de llanto de amargo sabor.



Mis poemas son gemidos del alma,
tristezas, pesares, eterna ilusión,
pulidos cristales que el tiempo no empaña,
y el eco más triste de la decepción.
Mis poemas son esencias de sueños,
súplicas, anhelos, voz del corazón,
cofres que atesoran los viejos recuerdos,
y notas que gimen con fiero rencor.
Mis poemas son, dolientes quimeras,
suplicantes ruegos, callada oración,
paisajes que vieron otras primaveras,
y versos que quieren hacerse canción.
©Bernardita Larrea de Guerra
¡Porque ella huyó, con toda su belleza,
dejándome un jirón inmaculado
de su divina veste. Con tristeza
alcé los ojos: mudo y desolado
estaba el firmamento; ni una estrella .
en el vasto negror anubarrado
Solamente la rápida centella,
de cuando en cuando, al traspasar la bruma,
dejaba azul y fugitiva huella.
Yo, compungido, al ver que, como espuma,
disipándose había aquella maga,
cuyo recuerdo sin cesar me abruma,
saqué otra vez la deslumbrante daga...
mas temblé de pavor... Lanzó un gemido
mi pecho -copa en que el dolor se embriaga.
y angustiado grité: -Tú que escondido
un tesoro de amor para mí guardas!
¡Tú, que me ofreces en tu seno un nido,
¡Ven! No vaciles. ¡Vuelve! ¿Por qué tardas?
Julio Florez
Yo rasgaré las brumas del invierno
que hay en tu corazón... y en paraíso
transformaré tu prematuro infierno.
Escúchame; no temas; es preciso
que aparte las espinas de tu senda
y te aliente en la lucha. ¡Dios lo quiso!
Yo romperé la tenebrosa venda
que tus párpados cubre; a donde vayas
iré contigo a levantar mi tienda.
Visitaremos cumbres, mares, playas,
y un refugio hallarás sobre mi seno,
si es que en el arduo batallar desmayas.
Suelta, suelta la copa de veneno
que te brinda en sus vértigos la orgía,
y ven conmigo a espacio tan sereno.
Calló un instante, y, pura como el día,
inundó el resplandor de su mirada,
el yermo campo de la frente mía.
y luego continuó: -Yo sé que cada
palabra dulce que mi labio brota,
tú no la escuchas... ¡oh, desventurada!
y al decir esto, no gota tras gota,
sino a raudales se escapó su llanto,
como la sangre de la arteria rota.
Julio Florez
    CONJUROS
    Amo las palabras.
    Amo encontrar palabras tan bien conjugadas
    ...
    que crean hogueras.
    Amo, sobre todo aquellas palabras
    que vienen del alma
    y en vuelo directo en el alma aterrizan.
    Amo las palabras vivas,
    es decir tus palabras que resucitan las mías.
    Teresa Delgado © 2015

jueves, 5 de noviembre de 2015

Armando palabras digo
Armando y digo Tejada,
viento y camino
greda y distancia,
poblador del rocío;
obrero gigante de la palabra.
Porque digo Armando
me salgo nostalgia,
me vuelvo a sentir hermano
portador de su canto;
del canto que me lleva lejos
historial imaginario,
Padre del desposeído
panadero del canto.
Armando palabras vivo
porque es causa la vida
y no me deja tiempo
para desconocer la porfía.
Es así que voy,
que ando con mi corazón
al aire, al rojo, sintiendo, resistiendo
Es así que voy armando palabras
que siembren tu nombre:
ARMANDO!.
MIGUEL LONGARINI

miércoles, 4 de noviembre de 2015

¿en qué piensas? ¿en qué? ¡pobre ángel mío!
Piensas en nuestro amor despedazado
ya, como el junco al ímpetu bravío
del torrente que salta desbordado?

¿Piensas tal vez en las azules tardes
en que a la luz de tu mirada ardiente,
mis ojos indecisos y cobardes
posáronse en el mármol de tu frente?

¿O piensas en la hojosa enredadera
bajo la cual un tiempo te veía
peinar tu ensortijada cabellera,
al abrirse los párpados del día?

¡Quién sabe!... no lo sé, pero imagino
que en esas horas de aparente calma,
percibes mucha sombra en tu camino,
¡sientes muchas tristezas en el alma!

Mas... otro amante extinguirá tu frío,
yo sé que tu pesar no será eterno;
mañana vivirás en pleno estío...
y yo, con mi dolor... ¡en pleno invierno!
Julio Florez
Mi último beso de pasión te envío;
¡mi postrer lampo a tu semblante junto!..."
y en las hondas tinieblas del vacío,
hecha cadáver, se desploma al punto.

Entonces, el mar, de un polo al otro polo,
al encrespar sus olas plañideras,
inmenso, triste, desvalido y solo,
cubre con sus sollozos las riberas.

Y al contemplar los luminosos rastros
del alba luna en el obscuro velo,
tiemblan, de envidia y de dolor, los astros
en la profunda soledad del cielo.

¡Todo calla!... el mar duerme, y no importuna
con sus gritos salvajes de reproche;
y sueña que se besa con la luna
¡en el tálamo negro de la noche!.
Julio  Florez

lunes, 2 de noviembre de 2015

    El amor es alegría, es dolor, es paz y guerra, es perdón, es furia, es dulzura; es huir y reencontrarse, es decepcionar y reconquistar; es poner todo en juego con el riesgo de perderlo; es recibirlo todo dando nada; es darlo todo a cambio de nada.
    El Lector Olvidado
    Querida señorita
    No es el amor el encuentro de dos cuerpos
    sino la fusión de dos almas
    que se escapan de cualquier plano físico ...
    a pesar de montañas,
    mares
    y océanos.
    Dos almas que cuando se aman de verdad,
    viven tan alto
    que nada ni nadie puede separar.

    El lector olvidado

domingo, 1 de noviembre de 2015

Yo me acerqué hasta tu vera
con miedo, ¿por qué negarlo?

Te reventaba en la boca
un clavel de veinte años
y en la mejilla un süave
melocotón sonrosado.
Cuando dijistes: «Te quiero»
fue tu voz igual que un caño
de agua fresca en una tarde
calurosa de verano.

Se me echó encima el cariño
lo mismo que un toro bravo
y quedé sobre la arena
muerto de amor y sangrando
por cuatro besos lentísimos
que me brindaron tus labios.

Rafael de León 
Por lo cual, asombrada,
me quedé contemplando al mediodía
tu figura delgada,
tu süave armonía
y tu casi perfecta geometría.

Alegres nos miramos
en la tarde morada de violetas
y después caminamos
por plazas recoletas
salpicadas de rejas y macetas.

Y de noche temblando,
perdida entre la niebla de tu viento,
me bebí suspirando
la menta de tu aliento,
en un beso apretado, dulce y lento...
Rafael de León

Pensarás: No es sierto nada.
Yo sé que lo estoy soñando".
Pero allá en la madrugada
te despertarás llorando
por el que no es tu marío
ni tu novio, ni tu amante,
sino el que más te ha querío:
con eso tengo bastante.
Rafael de León
Peso poco en tu vida, casi nada,
como un leve rumor, como una brisa,
como un sorbo de fresca limonada
bebido sin calor y a toda prisa.

No adelanto el compás de tu pisada,
ni distraigo la salve de tu misa,
y en tu frente de nardo desvelado
no llego ni a recuerdo ni a sonrisa.

Y en cambio tú eres todo, mi locura,
mi monte, mi canción, mi mar templado,
el pulso de mi sangre, la llanura

donde duermo sin sueño ni pecado,
y el andamio en que apoyo con ternura
este amor que nació ya fracasado.       
Rafael de León