miércoles, 10 de junio de 2015

  Ahora recuerdo cómo se hizo el mundo,
cómo en aquella casa, a la que fuimos
con un colchón y un sueño, Dios creó
la riqueza de amarse.

Cómo apartó la luz
de las tinieblas y tuvimos la mesa,
los cojines,la percha,el guardarropas,
poco a poco.

Allí surgió la Luna al yo quererte,,
y al hablar de unos días de descanso,
la sierra palpitante, el mar querido.

Hace ya tanto tiempo que recuerdo
que memoria nací.

Y acaso sea
mi deseo no más : cómo los aires
desde el ahogo despegaron lentos,
cómo de estrellas se pobló la cama,
cómo volaron aves...

Y cómo Dios no ha descansado aún




Antonio Hernández

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