miércoles, 30 de diciembre de 2015

    LAURA VICTORIA 1904-1939
    CEGADA LUZ
    Te busco aún imagen ya perdida,...
    cegada luz, desorbitado viento,
    esperanza tan sólo sostenida
    por la ternura de mi pensamiento.

    Algo tuyo quedose entre mi vida
    como afilada flor de sufrimiento;
    sangra mi llanto por tu propia herida
    y sube tu canción por mi lamento.
    Esa es la causa de mi mal cercano,
    la certidumbre del inmenso hastío
    que dobla las espigas de tu mano.
    Porque tú eres la espuma de ese río
    que nace en tus llanuras de verano
    y muere en mis crepúsculos de frío.
    Publicado por José Miguel Junco Ezquerra


Amo lo que veo y lo que ocultas
amo lo que muestras o insinuas
amo lo que eres o imagino
te amo en lo ajeno y lo que es mío
Amo lo que entregas, lo que esco...ndes
amo tus preguntas, tus respuestas
yo amo tus dudas y certezas
te amo en lo simple y lo compleja
Y amo lo que dices, lo que callas
amo tus recuerdos, tus olvidos
amo tus olores, tus fragancias
te amo en el beso y la distancia
Y amo lo que amas, yo te amo
te amo por amor sin doble filo
te amo y si pudiera no amarte
sé que te amaría aún lo mismo
Y amo lo que amas, yo te amo
te amo por amor al dar lo mío
te amo con orgullo de quererte
porque para amarte yo he nacido
Amo lo que seas y lo que puedas
amo lo que afirmas, lo que niegas
amo lo que dices, lo que piensas
te amo en lo que mides y lo que pesas
Y amo lo que atrapas, lo que dejas
amo tu alegría y tus tristezas
te amo en la carne y en el alma
te amo en tus crisis y en tus calmas
Amo lo que pides y regalas
amo tus caricias, tus ofensas
amo tus instante y lo eterno
te amo en tu cielo y en tu infierno
Y amo lo que amas, yo te amo
te amo por amor sin doble filo
te amo y si pudiera no amarte
sé que te amaría aún lo mismo
Y amo lo que amas, yo te amo
te amo por amor al dar lo mío
te amo con orgullo de quererte
porque para amarte yo he nacido

Axel Fernando

domingo, 27 de diciembre de 2015



HISTORIA DE TU AUSENCIA… Armando Tejada Gómez (Mendoza-Argentina)

Si ahora digo amor tal vez no diga
que la ausencia me mira del fondo de tus ojos,
que aquí estuvimos juntos, que fue hermoso...
y que el sol conocía tu perfil de memoria.
Tal vez sea imposible que alguien sepa lo claro,
la luz que fue llevarte de la mano pequeña
como a un tallo mecido por un viento de música
hacia los territorios donde aguarda el silencio.
.
Y ya que estás distante,
qué pensarán los árboles
qué dirán las canciones,
cómo verá la noche mi soledad de río;
dónde pondrán su ronda los niños de la tarde,
adónde irán los pájaros sin tu risa y mi silbo
y la calle tan sola con sus puertas inútiles
y las sombras sin besos
y los perros perdidos;
ahora que la ausencia me interrumpe la boca,
ahora que me esperas tan allá de los niños.
.
Se nos ha muerto el año.
Yo le veo el invierno hecho de un sólo frío,
de un solo tajo solo a la mitad de agosto,
de una dura distancia...
larga, definitiva.
Porque de pronto sobran los barcos, los andenes
y de pronto este rumbo ya no tiene sentido
como si nadie fuera hacia ninguna parte
«O» alguien hubiera muerto a mitad de camino.
.
Alguien.
Mi voz. Tu pelo. Las cosas que no dije.
La flor de tu vestido.
Se nos ha muerto el año donde dejé tu nombre
para que recobrara su condición de estío.
.
Ya no sé,
nunca entiendo estas precarias sílabas
cosas que no recuerdo de pronto me dominan:
¿te dije que tenías la piel como de humo?
¿que de estarme en tus ojos me conozco el origen?
¿te he enseñado el misterio de los árboles solos?
¿sabes ya que tus manos son dos siestas dormidas?
.
No sé,
nunca recuerdo tanta distancia,
tanta canción que no he cantado cuando anduvimos juntos.
Me dolería mucho no haberte dicho todo
lo que llevo en la boca casi como otra risa.
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sábado, 26 de diciembre de 2015

    Alguien como tú
    Quiero a alguien asi como tú,
    que me ame hasta mas allá de la muerte,
    que sin egoismos se derrame como bálsamo...
    y me sane las heridas que llevo aún en el alma.

    Alguien que no busque placeres solamente,
    sino que se dedique a conquistarme,
    que me deje ser, que no robe mi esencia
    que sea transparente en su mirada.
    Alguien como tú que me haga vivir enamorada
    y no me robe la energía acumulada,
    alguien como tú, fiel, honesto, caballero,
    un ruiseñor que me cante serenatas de esperanzas...
    Alguien como tú, lleno de bondad, y de ternuras
    que me lleve al cielo y me mantenga en la tierra,
    y me haga sentir que soy su reina...
    Ana H. Estrada.

viernes, 25 de diciembre de 2015

    ÁNGELA FIGUERA AYMERICH
    MUJER
    ...
    ¡CUÁN vanamente, cuán ligeramente
    me llamaron poetas, flor, perfume...!
    Flor, no: florezco. Exhalo sin mudarme.
    Me entregan la simiente: doy el fruto.
    El agua corre en mí: no soy el agua.
    Árboles de la orilla, dulcemente
    los acojo y reflejo: no soy árbol.
    Ave que vuela, no: seguro nido.
    Cauce propicio, cálido camino
    para el fluir eterno de la especie.
Navidad es dar y es darse, es regalar y regalarse, es buscar un instante de silencio para mirar dentro con toda la honestidad de que seamos capaces, limpiar la casa, sacar lo viejo y ponerla bonita dejando que entre en ella todo lo que sea bueno para seguir creciendo. Navidad es adornar la casa y adornarnos para celebrar el nacimiento de lo mejor de nosotros, con gratitud infinita por todas nuestras bendiciones y la conciencia de la unidad a la que pertenecemos, pidiendo amor y justicia para todos. Navidad es reconocerse y con toda la humildad abrirnos a un cambio auténtico. Es, en definitiva una oportunidad de NACERSE
Un abrazo a todos mis amigos/as y feliz navidad.
Teresa Delgado Duque

viernes, 18 de diciembre de 2015

    Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera..., y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
    Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.
    Rayuela
    Julio Cortázar

miércoles, 16 de diciembre de 2015

    Noche arriba los dos con luna llena,yo me puse a llorar y tú reías,tu desdén era mi dios ,las quejas mías .
    La aurora nos unió sobre la cama ,las bocas puestas sobre el chorro helado de una sangre sin fin que se derrama.
    Y el sol entró por el balcón cerrado y el coral de la vida abrió su rama ....
    Federico García Lorca (fragmento )

martes, 15 de diciembre de 2015

ESA MUJER SOY YO… María Negroni (poeta argentina)
¿Esa mujer soy yo? ¿La que en el baile
levanta como luz su inexperiencia
y se dirige leve como pluma...
al sitio más oscuro de su adónde?
mirada que la elige y que la lleva
a imaginarse cosas súper lindas
una embriaguez un cuerpo que se colma
dejé pronto un tendal que te incluía.
“CON TU BLANCA PALIDEZ”, por Antonio Gil-Terrón Puchades
Y en tus ojos, amor, polvo de estrellas, y en tus ojos, amor, todo un universo que despierta bostezando sueños… versos que sueñan y que mis dedos callados, en silencio, van escribiendo sobre tu piel quieta.



 Y en tus ojos, amor, sol, luna, y estrellas, encendidos por el fuego que te penetra, que te enciende mientras tú tiemblas, en las largas horas de roces y miradas, mientras la madrugada, cómplice espera.
BESOS DE LUNA
Muy distante de mi ser
que amándote más, no puede.
Muy lejana de tu boca...
que la mía no te bebe.
Se me abre un inmenso edén
de sueño,amor cristalino
donde saliva me llueve.

Perfumada está mi sien
¡ Ay!, labios desenfrenados
que soñando con placer
os sentís amordazados.
Irrumpe sol sin cesar
con la lumbre de tus besos
y en tan onírico espacio
me afano por alcanzar.
¡Oh,besos con luz de luna!
venid pronto a reflejar
donde atesora placer,
que al desnudo y albo seno
con latido hacéis estremecer.
Porque soñar es veneno
cuando se siente en la piel
y extreme con fiero celo
a este cuerpo de mujer.
¡Porque sedienta, no puedo,
de vuestros labios beber!
C.ROMÁN..

domingo, 13 de diciembre de 2015

Helado está también mi corazón,
pero no fue en invierno.
Mi amiga,
mi dulce amiga,
aquella que me amaba,
me dice que ha dejado de quererme.

No recuerdo un invierno tan frío como ést
Ángel González
Alga quisiera ser, alga enredada,
en lo más suave de tu pantorrilla.
Soplo de brisa contra tu mejilla.
Arena leve bajo tu pisada.

Agua quisiera ser, agua salada
cuando corres desnuda hacia la orilla.
Sol recortando en sombra tu sencilla
silueta virgen de recién bañada.

Todo quisiera ser, indefinido,
en torno a ti: paisaje, luz, ambiente,
gaviota, cielo, nave, vela, viento…

Caracola que acercas a tu oído,
para poder reunir, tímidamente,
con el rumor del mar, mi sentimiento.

ángel González
A mano amada

A mano amada,
cuando la noche impone su costumbre de insomnio
y convierte
cada minuto en el aniversario
de todos los sucesos de una vida;

allí,
en la esquina más  negra del desamparo, donde
el nunca y el ayer trazan su cruz de sombras,

los recuerdos me asaltan.

Unos empuñan tu mirada verde,
                                                                   otros
apoyan en mi espalda
el alma blanca de un lejano sueño,
y con voz inaudible,
con implacables labios silenciosos,
¡el olvido o la vida!,
                                          me reclaman.

Reconozco los rostros.
                                                No hurto el cuerpo.

Cierro los ojos para ver
y siento
que me apuñalan fría,
justamente,
con ese hierro viejo:
                                            la memoria.
Ángel González



sábado, 12 de diciembre de 2015

…Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando;
y se quedará mi huerto, con su verde árbol,
y con su pozo blanco.

Todas la tardes, el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado.
mi espíritu errará, nostálgico…

Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido…
Y se quedarán los pájaros cantando.
         Juan Ramón Jiménez

viernes, 11 de diciembre de 2015

ALBA... Federico García Lorca.

Mi corazón oprimido
Siente junto a la alborada
El dolor de sus amores...
Y el sueño de las distancias.
La luz de la aurora lleva
Semilleros de nostalgias
Y la tristeza sin ojos
De la médula del alma.
La gran tumba de la noche
Su negro velo levanta
Para ocultar con el día
La inmensa cumbre estrellada.

¡Qué haré yo sobre estos campos
Cogiendo nidos y ramas
Rodeado de la aurora
Y llena de noche el alma!
¡Qué haré si tienes tus ojos
Muertos a las luces claras
Y no ha de sentir mi carne
El calor de tus miradas!
¿Por qué te perdí por siempre
En aquella tarde clara?
Hoy mi pecho está reseco
Como una estrella apagada.
 
    Dudas
    Si al hablar de ti mi voz temblara
    y recordar tu amor fuera un tormento,
    el pensar en volver sería locura...
    y si me rechazaras, sufrimiento.

    Las noches son puro abatimiento
    y el llegar la aurora una porfía,
    no puedo controlar el sentimiento
    y si pudiera hacerlo, no querría.
    Miguel Antonio Hernández Pérez

jueves, 10 de diciembre de 2015

Soneto XLVIII... Pablo Neruda (Poeta chileno)
Dos amantes dichosos hacen un solo pan,
una sola gota de luna en la hierba,
dejan andando dos sombras que se reúnen,...
dejan un solo sol vacío en una cama.

De todas las verdades escogieron el día:
no se ataron con hilos sino con un aroma,
y no despedazaron la paz ni las palabras.
La dicha es una torre transparente.
El aire, el vino van con los dos amantes,
la noche les regala sus pétalos dichosos,
tienen derecho a todos los claveles.
Dos amantes dichosos no tienen fin ni muerte,
nacen y mueren muchas veces mientras viven,
tienen la eternidad de la naturaleza.

PABLO NERUDA: Cien Sonetos de Amor - Soneto XLVIII

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Tú y yo, muy lejos,
como el sol de la luna,
lejos,
como el agua y el fuego
intenso.
Dame tu mano
ruda,
dame tu corazón
sereno,
dame tu cariño
de bruma
y tus besos presos
de mis versos,
lejos.
Que yo te daré mi silencio intransitable,
mis temores insobornables,
mis sueños inacabables
y estos mis labios fríos
de invierno.
Alfmega ( Fragmnto de DesVerseando

martes, 8 de diciembre de 2015

Y la luna eras tú...
                                                                               

Y la luna eras tú.

Una luna creciente, blanca, fría.

Mirabas hacia el mar y hacia las cosas

que no eran yo.

Y con cuánto silencio te gritaba

-creciente, blanco, frío yo también-:
«Mírame, mírame,

ay, mírame mirarte...»
Cada paso, cada palabra, cada verso...
Cada dolor y sonrisa y lágrima incontada,
 cada te quiero...
Cada sol agotado que se enfría en fresca noche,
 cada luna que se funde en la mañana, 
cada roce.
Alfmega Marín
Aquello.
                  No eso.
                                    Ni
—mucho menos— esto.
Aquello.
Lo que está en el umbral
de mi fortuna.
Nunca llamado, nunca
esperado siquiera;
sólo presencia que no ocupa espacio,
sombra o luz fiel al borde de mí mismo
que ni el viento arrebata, ni la lluvia disuelve,
ni el sol marchita, ni la noche apaga.
Tenue cabo de brisa
que me ataba a la vida dulcemente.
Aquello
que quizá hubiese sido
posible,
que sería posible todavía
hoy o mañana si no fuese
un sueño.

Ángel González
Ahora,
todo ya aguas abajo
—luz distinta y silencio—,
quedan sólo los ecos de aquel fragor distante,
un aroma impreciso a cortezas podridas,
y tu imagen entera, inconmovible,
tercamente aferrada
—como la rama grande
que el viento desgajó de un viejo tronco a
la borrosa orilla de mi vida.
Ángel González

domingo, 6 de diciembre de 2015

    Encuentro
    Me tropecé contigo en primavera,
    una tarde de sol, delgada y fina,
    y fuiste en mi espalda enredadera,...
    y en mi cintura, lazo y serpentina.

    Me diste la blandura de tu cera,
    y yo te di la sal de mi salina.
    Y navegamos juntos, sin bandera,
    por el mar de la rosa y de la espina.
    Y después, a morir, a ser dos ríos
    sin adelfas, oscuros y vacíos,
    para la boca torpe de la gente....
    Y por detrás, dos lunas, dos espadas,
    dos cinturas, dos bocas enlazadas
    y dos arcos de amor de un mismo puente.
    Rafael de León

    LO QUE DEJÉ POR TI… Rafael Alberti (Poeta español)
    "Dejé por ti mis bosques, mi perdida
    arboleda, mis perros desvelados,
    mis capitales años desterrados ...
    hasta casi el invierno de la vida.

    Dejé un temblor, dejé una sacudida,
    un resplandor de fuegos no apagados,
    dejé mi sombra en los desesperados
    ojos sangrantes de la despedida.
    Dejé palomas tristes junto a un río,
    caballos sobre el sol de las arenas,
    dejé de oler la mar, dejé de verte.
    Dejé por ti todo lo que era mío.
    Dame tú, Roma, a cambio de mis penas,
    tanto como dejé para tenerte".
    Una mujer combina los colores
    y mientras los combina
    por el rabo del ojo mira al cielo.
    VI
    ...
    Una mujer desnuda
    calma la tempestad
    que se desata por el flanco más débil.
    VII
    Una mujer se apuesta con la noche
    el rostro que mañana
    el alba irá cuajando.
    VIII
    Una mujer lleva sobre los hombros
    el canto de las aves
    y el origen del fuego.
    José Miguel Junco Ezquerra
    Fragmento de "Una mujer"

jueves, 3 de diciembre de 2015

Ni una palabra quedará, siquiera...
Ni una palabra quedará, siquiera,
amor que eras mi amor, que eras mi vida.
Ya no te digo adiós, ni hay despedida
ni volveré a llorar por lo que fuera.

Dónde quedó el terror frente a la espera,
dónde el pretexto fácil de la huida:
estoy de pronto, como adormecida,
brazos ausentes, párpados de cera.

Amor que eras mi amor, estas tan lejos
que tu imagen se vela en los espejos
y está la niebla donde había llamas.

Oigo que rondas pero no te veo,
vuelvo a escuchar tu voz, pero no creo.
Ya no importa si estás ni si me llamas.

Alejandra Prilutzky

miércoles, 2 de diciembre de 2015

   Que las hadas de la noche , te acompañen ,
que el viento se lleve las nubes negras ´
y que al despuntar el alba
se cumplan todos tus sueños .
Buenas noches
Rosa  Mayo

lunes, 30 de noviembre de 2015

    "Cómo serán eneros y diciembres
    si tantas cosas que dejó NOVIEMBRE
    sirven para vivir la vida entera..."
    .
    ...
    EDUARDO GREGORIO.

domingo, 29 de noviembre de 2015

Pensarte es tenerte”

¡Cómo me dejas que te piense!
Pensar en ti no lo hago solo, yo.
Pensar en ti es tenerte,
como el desnudo cuerpo ante los besos,
toda ante mí, entregada.
Siento cómo te das a mi memoria,
cómo te rindes al pensar ardiente,
tu gran consentimiento en la distancia,
y más que consentir, más que entregarte,
me ayudas, vienes hasta mí, me enseñas
recuerdos en escorzo, me haces señas
con las delicias, vivas, del pasado,
invitándome.
Me dices desde allá
que hagamos lo que quiero
-unirnos- al pensarte,
y entramos por el beso que me abres,
y pensamos en ti, los dos, yo solo.
Pedro Salinas
Que se rompan las cifras,
sin poder calcular
ni el tiempo ni los besos.
Y al otro lado ya
de cómputos, de sinos,
entregamos a ciegas
—¡exceso, qué penúltimo!—
a un gran fondo azaroso
que irresistiblemente
está
cantándonos a gritos
fúlgidos de futuro:
«”so no es nada, aún.
Buscaos bien, hay más”
Pedro Salinas
Cuando el amor comienza, hay un momento
en que Dios se sorprende
de haber urdido algo tan hermoso.
Entonces, se inaugura
-entre el fulgor y el júbilo-...
el mundo nuevamente,
y pedir lo imposible
no es pedir demasiado.

Fue a la vera del mar, a medianoche.
Supe que estaba Dios,
y que la arena y tú
y el mar y yo y la luna
éramos Dios. Y lo adoré.
Antonio Gala

sábado, 28 de noviembre de 2015

Bajo tu Clara Sombra 
Un cuerpo, un cuerpo solo, un sólo cuerpo
un cuerpo como día derramado
y noche devorada;
la luz de unos cabellos
que no apaciguan nunca
la sombra de mi tacto;
una garganta, un vientre que amanece
como el mar que se enciende
cuando toca la frente de la aurora;
unos tobillos, puentes del verano;
unos muslos nocturnos que se hunden
en la música verde de la tarde;
un pecho que se alza
y arrasa las espumas;
un cuello, sólo un cuello,
unas manos tan sólo,
unas palabras lentas que descienden
como arena caída en otra arena.... 

Octavio Paz
Cuándo tendré, por fin, la voz serena, 
sencillo el gesto, la ansiedad cumplida, 
sigilados los labios de la herida, 
mi pleamar cansada por tu arena.

Cuándo mi sangre trazará en la vena 
su ronda acostumbrada y consentida, 
y unánimes irán —corta la brida- 
el fiero gozo y la dorada pena.

Cuándo estará mi boca sosegada, 
suave el aliento, el beso compañero, 
compartida la gracia de la almohada.

Cuándo llegará el día verdadero 
en que me suelte ya de tu mirada, 
para poder decirte que te quiero.
Antonio Gala

jueves, 26 de noviembre de 2015

Y no importa que el viento olvide mi nombre
y pase dando gritos burlones
como un campesino ebrio que vuelve de la feria,
porque ella y yo estamos ocultos
en la secreta casa de la noche.

Ella pasea por mi cuarto
como la sombra desnuda
de los manzanos en el muro,
y su cuerpo se enciende como un árbol de pascua
para una fiesta de ángeles perdidos.
Jorge Teillier
TE ESPERO… Mario Benedetti.
Te espero cuando la noche se haga día,
suspiros de esperanzas ya perdidas.
No creo que vengas,...
lo sé, sé que no vendrás.

Sé que la distancia te hiere,
sé que las noches son más frías,
sé que ya no estás.
Creo saber todo de ti.
Sé que el día de pronto se te hace noche:
sé que sueñas con mi amor,
pero no lo dices,
sé que soy un idiota al esperarte,
pues sé que no vendrás.
Te espero cuando miremos al cielo de noche:
tu allá,
yo aquí,
añorando aquellos días
en los que un beso marcó la despedida,
quizás por el resto de nuestras vidas.
Es triste hablar así.
Cuando el día se me hace de noche,
y la luna oculta ese sol tan radiante,
me siento sólo, lo sé;
nunca supe de nada tanto en mi vida,
solo sé que me encuentro muy sólo,
y que no estoy allí.
Mis disculpas por sentir así,
nunca mi intención ha sido ofenderte.
Nunca soñé con quererte,
ni con sentirme así.
Mi aire se acaba como agua en el desierto,
mi vida se acorta pues no te llevo dentro.
Mi esperanza de vivir eres tu,
y no estoy allí.
¿Por qué no estoy allí?,
te preguntarás...
¿Por qué no he tomado ese bus que me llevaría a ti?
Porque el mundo que llevo aquí no me permite estar allí,
porque todas las noches me torturo pensando en ti.
¿Por qué no sólo me olvido de ti?
¿Por qué no vivo sólo así?
¿Por qué no sólo...?

miércoles, 25 de noviembre de 2015


Y del amor. La dicha que me diste
Y me quitaste debe ser borrada;
Lo que era todo tiene que ser nada.

Sólo me queda el goce de estar triste,
Esa vana costumbre que me inclina
Al sur, a cierta puerta, a cierta esquina
Jorge Luis Borges
    te dejo mis poemas, mi código celeste,
    mi dirección aquarius, mi correo surreal.
    Puedes mandarme avisos, mensajes y preguntas,
    lágrimas purpurina y pompas de jabón,
    le haré una crucecita a todo lo enviado,...
    acusaré recibo de tu dedicación,
    pero en la noche honda sabrás que te he olvidado,
    ahora soy una roca que baña el malecón.
    Sobre mi espalda agreste me lanzan los chiquillos
    viscosas elegías, prolongación del yo.
    Tengo párpados duros de tanto haber llorado,
    rugosas las mejillas por la erosión.
    Se nos rompe el planeta, todo se ha terminado,
    ¿Qué tal esa promesa que le hiciste a Dios?
    ¿Eres un hombre íntegro, intachable y probado?
    ¿Te concedió ser tú, a cambio del amor?
    (Diana María Ivizate González, Yo te he querido en sueños. Valencia,


Debajo del sauce solo a veces te recuerdo
mirando el río; dentro la espuma, lejos, anda el olvido.
Bajo este sauce solo yo te he querido
y se ha quedado el sauce más pensativo.
...
Ya me voy con la tarde, triste, dolido,
nuestro amor es recuerdo:
lo lleva el río.
Manuel J. Castilla (fragmento de EL sauce solo ) 
Me han cerrado todas las puertas
todas las cortinas
ni un pañuelo de azul
ni un puñado de estrellas.
Amor mío, ¿es que va a sorprendernos aquí la muerte
sin que podamos salir de esta ciudad?
Nazim Hikmet.

martes, 24 de noviembre de 2015

LUIS ROGELIO NOGUERAS
DEFENSA DE LA METÁFORA
El revés de la muerte (no la vida)...
el que clama por agua (no el sediento)
el sustento vital (no el alimento)
la huella del puñal (nunca la herida)

Muchacha antidesnuda (no vestida)
el pórtico del beso (no el aliento)
el que llega después (jamás el lento)
la vuelta del adiós (no la partida)
La ausencia del recuerdo (no el olvido)
lo que puede ocurrir (jamás la suerte)
la sombra del silencio (nunca el ruido)
Donde acaba el más débil (no el más fuerte)
el que sueña que sueña (no el dormido)
el revés de la vida (no la muerte)
    Mario Benedetti

    Hagamos un trato
    ...



    Compañera
    usted sabe
    puede contar
    conmigo
    no hasta dos
    o hasta diez
    sino contar
    conmigo
    si alguna vez
    advierte
    que la miro a los ojos
    y una veta de amor
    reconoce en los míos
    no alerte sus fusiles
    ni piense qué delirio
    a pesar de la veta
    o tal vez porque existe
    usted puede contar
    conmigo
    si otras veces
    me encuentra
    huraño sin motivo
    no piense qué flojera
    igual puede contar
    conmigo
    pero hagamos un trato
    yo quisiera contar
    con usted
    es tan lindo
    saber que usted existe
    uno se siente vivo
    y cuando digo esto
    quiero decir contar
    aunque sea hasta dos
    aunque sea hasta cinco
    no ya para que acuda
    presurosa en mi auxilio
    sino para saber
    a ciencia cierta
    que usted sabe que puede
    contar conmigo

lunes, 23 de noviembre de 2015

Carta sin adiós y sin olvido
Hubiera querido amarte entre los árboles.
Toda savia el amor.
Nuestros cuerpos y brazos todo ramas.
En el alma luciérnagas,
y pájaros y grillos en la almohada.
En las bocas
cuatro estrellas incendiadas.
Hubiera querido amarte alguna vez entre los árboles.
Nunca decirte adiós, solo
hasta luego, amor
En Buenos Aires siempre, y sin olvido
Tu muchacha
Armando Tejada

domingo, 22 de noviembre de 2015

    Se miraban
    Qué esfera de vigilia donde mirarse quietos,
    sintiéndose la sangre como por dos afluentes
    de una vena increíble.
    Primero se miraban y se miraban solos, ...
    el peso de los sueños, la hechura de la vida,
    la voz de únicamente llamarse por sus nombres,
    el gesto ineludible de mirarse tan hondo,
    tan hondo, hasta el origen. Acaso se sabían
    desde antes
    y por eso....
    Pero ellos se miraban como si bebiesen
    un agua muy, muy dulce, y la bebiesen solos
    o a nadie le pudiera saber tan dulcemente
    y por eso mirarse de ese modo tan suyo,
    perdidos en sí mismos, mirándose insaciables,
    porque así se ayudaban a crecer. Se querían.
    Por eso se miraban.
    Por eso se miraron después ampliando el círculo
    de luz al infinito.
    Y en todo se miraban después, reconociéndose.
    Y no había otra forma de vivir. La vida era
    un gran deber de amarse.
    Queriéndose podían
    construir el horizonte,
    ¡iluminar el mundo!
    Armando Tejada
    Somos ahora palabras
    que nos nutren....
    Buscando la utópica luz
    que nos redima
    de esa herida que sanamos
    con palabras
    ya tan nuestras

    Somos ahora ausencias
    que nos sanan
    De esas melancolías planetarias
    y ese peso de un dolor
    tan grave
    Después de decirnos
    " Te Amo",
    Cuando nos encontremos
    frente a frente,
    callaremos las palabras....
    hasta saber cómo
    todo comienza:
    TRADUCIR A UN BESO
    TANTOS GRITOS
    A UNA MIRADA INTENSA
    LOS POEMAS
    Y tu nada buscabas
    Y yo era
    Una yegua de salvaje trote, Velero en mar,
    Pájaro al viento
    Tras una estela llibertària
    Y quemo ahora
    en los rayos de tu sol,
    de tus palabras
    al acercarme,
    y hacia ellos
    emprendo
    Voluntario
    Vuelo
    (CV)

FRAGMENTACIÓN
Intento recordar cómo era el sueño,
los pájaros, la luz, los abedules,
extrañamente rojos,
la música de un órgano sagrado.
El mar y yo yaciente te esperaba
a ti en tu desnudez,
el vínculo que aunaba las raíces,
pacíficos los ojos de la noche.
Los movimientos, el rítmico vaivén,
el tiempo sin cabeza,
los labios que a propósito se muerden
y un gemido infantil.
Tal vez no ocurrió nunca,
tal vez fuera tan solo un deseo a caballo
que le nació a una nube
díscola y exiliada.
Intento recordar cómo te quise,
no sé por qué imagino que era otoño
ya casi despidiéndose y aún llovía.
Tal vez no estabas tú.
José Miguel Junco Ezquerra
Y tu nada buscabas Y yo era Una yegua de salvaje trote, Velero en mar, Pájaro al viento Tras una estela llibertària Y quemo ahora en los rayos de tu sol, de tus palabras al acercarme, y hacia ellos emprendo Voluntario Vuelo (CV)

miércoles, 18 de noviembre de 2015

“Soneto verde”
Cuando en octubre amor por la semilla
conspira con abril de la mirada
me subyugó una rosa equivocada:
si verde corazón, tez amarilla.
De una la noche en otra maravilla
-cera ya agraz, ya pluma alabeada-
regresó el alba, limpia y afilada,
rasgándome de pura la mejilla.
Verde presidio y hondo, verde prado,
que a la esperanza indócil alimentas
con grama en flor, sonrisa de mi dueño:
suba la muerte y máteme a tu lado,
que esmeraldas, cantáridas y mentas
me han dispuesto un profundo y verde sueño.
Antonio Gala
pienso en tu sueño. Quiero
descifrarlo. Las cifras
no sirven, no es secreto.
Es sueño y no misterio.
Y de pronto, en el alto
silencio de la noche,
un soñar mío empieza
al borde de tu cuerpo;
en él el tuyo siento.
Tú dormida, yo en vela,
hacíamos lo mismo.
No había que buscar:
tu sueño era mi sueño.
Pedro Salinas

martes, 17 de noviembre de 2015

    DOS PALABRAS... Alfonsina Storni.
    Esta noche al oído me has dicho dos palabras
    comunes. Dos palabras cansadas
    de ser dichas. Palabras...
    que de viejas son nuevas.

    Dos palabras tan dulces, que la luna que andaba
    filtrando entre las ramas
    se detuvo en mi boca. Tan dulces dos palabras
    que una hormiga pasea por mi cuello y no intento
    moverme para echarla.
    Tan dulces dos palabras
    que digo sin quererlo -¡oh, qué bella, la vida!-
    Tan dulces y tan mansas
    que aceites olorosos sobre el cuerpo derraman.
    Tan dulces y tan bellas
    que nerviosos, mis dedos,
    se mueven hacia el cielo imitando tijeras.
    Oh, mis dedos quisieran
    cortar estrellas.


PORQUE CANTAMOS… Mario Benedetti.
Si cada hora viene con su muerte
si el tiempo es una cueva de ladrones
los aires ya no son los buenos aires
la vida es nada más que un blanco móvil
usted preguntará por qué cantamos
si nuestros bravos quedan sin abrazo
la patria se nos muere de tristeza
y el corazón del hombre se hace añicos
antes aún que explote la vergüenza
usted preguntará por qué cantamos
si estamos lejos como un horizonte
si allá quedaron árboles y cielo
si cada noche es siempre alguna ausencia
y cada despertar un desencuentro
usted preguntará por que cantamos
cantamos por qué el río está sonando
y cuando suena el río / suena el río
cantamos porque el cruel no tiene nombre
y en cambio tiene nombre su destino
cantamos por el niño y porque todo
y porque algún futuro y porque el pueblo
cantamos porque los sobrevivientes
y nuestros muertos quieren que cantemos.
cantamos porque el grito no es bastante
y no es bastante el llanto ni la bronca
cantamos porque creemos en la gente
y porque venceremos la derrota
cantamos porque el sol nos reconoce
y porque el campo huele a primavera
y porque en este tallo en aquel fruto
cada pregunta tiene su respuesta
cantamos porque llueve sobre el surco
y somos militantes de la vida
y porque no podemos ni queremos
dejar que la canción se haga ceniza.

lunes, 16 de noviembre de 2015

    Al fin vence la luz,
    me cuenta que fuiste sereno abrazo
    de este yo tan mío
    ...
    que ahora encoge.
    Oigo tus pasos,
    quizá me hablen de los amaneceres
    cuando tu beso madrugaba.
    Y es la luz que deslumbra
    este nido de soledad.
    Tan solo la nostalgia,
    destejiéndome.
    T a n s o l o… t a n s o l a …
    tú en mí, por todo el tiempo, viva.
    Ana Galán
    Me he quedado sin pulso y sin aliento
    separado de ti. Cuando respiro,
    el aire se me vuelve en un suspiro
    y en polvo el corazón de desaliento.
    ...
    No es que sienta tu ausencia el sentimiento.
    Es que la siente el cuerpo. No te miro.
    No te puedo tocar por más que estiro
    los brazos como un ciego contra el viento.
    Todo estaba detrás de tu figura.
    Ausente tú, detrás todo de nada,
    borroso yermo en el que desespero.
    Ya no tiene paisaje mi amargura.
    Prendida de tu ausencia mi mirada,
    contra todo me doy, ciego me hiero.
    Ángel González
    "Quizá nunca te haya querido tanto. Casi no quiero hablarte, porque es precisamente en lo que callo, en donde te digo más..."
    Jaime Sabines.
    Y es la luz que deslumbra
    este nido de soledad.
    Tan solo la nostalgia,
    ...
    destejiéndome.
    T a n s o l o… t a n s o l a …
    tú en mí, por todo el tiempo, viva.
    Ana Galán (fragmento de Tejido Alzheimer )
    PARAPENTE
    Este otoño me trajo
    una emoción
    sin libro de instrucciones...
    pero con una nota:
    "Para inexpertos dejarse llevar."

    Ya me tragué dos muros
    por hacer parapente
    a vela desplegada.
    Fue un vuelo hermoso,
    espero no me queden cicatrices.
    Amaia Villa

jueves, 12 de noviembre de 2015

Tus ojos son azules como el cielo,
el cielo es una diáfana mentira,
la mentira, una garza que suspira
por besar a una estrella a medio vuelo.

La estrella es un secreto de tu pelo,
tu pelo es una llama que delira,
y la llama un espejo en que se mira
con la lengua de fuera, un toro en celo.

El toro, por amor, está de hinojos,
el amor es de nubes transparentes,
las nubes son de un sueño y van de viaje,

y al final de ese viaje están tus ojos
que se bañan, desnudos, en las fuentes
más azules y claras del paisaje
Fernando del Paso ( Premio Cervantes 2015 )

Qué plateada tristeza te reviste,
si alegre hasta tu alegre voz acudo,
los pies descalzos, para entrelazarme
sal paso de tu danza apresurada.

Dónde te vas cuando te vas y lloran
las colinas, a solas con tu nombre
para siempre, hasta oír al lado mío
tu voz que me pregunta a quién aguardo.

 Antonio Gala

miércoles, 11 de noviembre de 2015


    EN OTRO MERIDIANO... Eugenio Montejo (Poeta venezolano)
    No alcanzo el tiempo de tu cuerpo,
    nací lejos, en un país que es aire, nube, noche,
    aunque me oigas tan ...cerca.
    Nací a destiempo de tu risa, de tus ojos, en otro meridiano.
    Nos amamos de mar a mar, de un astro a otro
    no importa que hoy me sientas a tu lado.

    Aunque despiertes desnuda aquí conmigo,
    tu tiempo va delante,
    el tiempo de tus manos, de tu rostro;
    estoy junto a tu sombra y no te alcanzo.
    Las horas de tu amor me quedan lejos,
    bajo una luz de nieve,
    en alguna ciudad que desconozco.
    Nuestras vidas se alcanzan, se confunden,
    intercambian sollozos, besos, sueños,
    pero andamos a leguas uno del otro,
    tal vez en siglos diferentes,
    en dos planetas errantes que se buscan
    cansados de no verse.

lunes, 9 de noviembre de 2015

¿Cómo comer sin ti, sin la piadosa
costumbre de tus alas
que refrescan el aire y renuevan la luz?
Sin ti, ni el pan ni el vino,
ni la vida, ni el hambre, ni el jugoso
color de la mañana
tienen ningún sentido ni para nada sirven.
Allá fuera está el mar,
allá fuera, en el mundo, estás tú.
Comiendo tú sin mí:
tu hambre, tu pan, tu vino y tu mañana.
Yo aquí, ante los manteles opacos
y la bebida amarga,
ante platos sin sabor ni colores.
Lo intento, sí, lo intento, pero cómo
comer sin ti, ni para qué...
Tú te has llevado tu olor a bosque
y el gusto de la vida.
Fuera están mar y aire.
Dentro, yo solo frente a la mesa puesta
que ha perdido su voz y su alegría.
Antonio Gala
    En tus ojos yo veo el frío ardor,
    artificial y efímero
    de los castillos que veloces surgen
    y veloces se extinguen.
    Dame tu mano: es todo cuanto tengo ...
    en medio de esta falsa
    riqueza, de esta dádiva
    que fugazmente se otorga y se consume.
    Así es todo: organizado y yerto
    brota el amor, crece, se desparrama, se hunde,
    vuelve la oscuridad
    en la que, previsto y bien envuelto, yacía.
    Nada, nada...
    Antonio Gala
GÉNESIS
He llegado de nuevo a mi puerta
tras seguir el rastro que el viento dejaba en las flores.
Con los ojos cerrados te he visto,
he sabido que allí donde estalla la noche,...
es decir en tu pecho
se encontraba mi sacra morada.
La bandada de pájaros versos
picoteando un cielo cuajado de nubes
han llovido vivaces recuerdos.
Es decir, que he sabido que vuelvo
al lugar donde Dios me nombró
y tú ,de la nada, me hiciste.

Teresa Delgado © 2013
Canción cuando te vas

Las cosas han quedado conmovidas de vos,
tibias de tu rescoldo palpitante.
En el decoro simple de mi casa
perdura aún el orden de tus manos.
Ayer volvió la lluvia. Vino sola
y te estuvo nombrando en la ventana.
A medio sueño anduve entre mis cosas
tropezando en tu aroma a cada paso.

Empecé una canción. No me convence
-le sobran ramas y le faltan pájaros-,
si le pongo más pájaros se vuela
¡y yo me quedo con la rama al aire!
Al aire solo, mientras busco el mapa
de tu geografía cotidiana,
las llanuras de ausencia que te alejan,
la isla de tu cuerpo entre las sábanas
y esa niebla de vos, esa nostalgia
que le empaña la brújula a mi balsa
donde yo intento una canción en ramas
para llenar la soledad de pájaros!

Armando Tejada

domingo, 8 de noviembre de 2015

IDILIO ETERNO

Ruge el mar, y se encrespa y se agiganta;
la luna, ave de luz, prepara el vuelo
y en el momento en que la faz levanta,
da un beso al mar, y se remonta al cielo.

Y aquel monstruo indomable, que respira
tempestades, y sube y baja y crece,
al sentir aquel ósculo, suspira...
¡y en su cárcel de rocas... se estremece!

Hace siglos de siglos, que, de lejos,
tiemblan de amor en noches estivales;
ella le da sus límpidos reflejos,
él le ofrece sus perlas y corales.

Con orgullo se expresan sus amores
estos viejos amantes afligidos:
ella le dice "¡te amo!" en sus fulgores,
y él prorrumpe "¡te adoro!" en sus rugidos.

Ella lo duerme con su lumbre pura,
y el mar la arrulla con su eterno grito
y le cuenta su afán y su amargura
con una voz que truena en lo infinito.

Ella, pálida y triste, lo oye y sube,
le habla de amor en su celeste idioma,
y, velando la faz tras de la nube,
le oculta el duelo que a su frente asoma.

Comprende que su amor es imposible,
que el mar la copia en su convulso seno,
y se contempla en el cristal movible
del monstruo azul, donde retumba el trueno.

Y, al descender tras de la sierra fría,
le grita el mar: "¡En tu fulgor me abraso!
¡no desciendas tan pronto, estrella mía!
¡estrella de mi amor, detén el paso!

¡Un instante mitiga mi amargura,
ya que en tu lumbre sideral me bañas! 
¡no te alejes!... ¿no ves tu imagen pura,
brillar en el azul de mis entrañas?"

Y ella exclama, en su loco desvarío:
"¡Por doquiera la muerte me circunda!
¡Detenerme no puedo monstruo mío!
¡Compadece a tu pobre moribunda!

Mi último beso de pasión te envío;
¡mi postrer lampo a tu semblante junto!..."
y en las hondas tinieblas del vacío,
hecha cadáver, se desploma al punto.

Entonces, el mar, de un polo al otro polo,
al encrespar sus olas plañideras,
inmenso, triste, desvalido y solo,
cubre con sus sollozos las riberas.

Y al contemplar los luminosos rastros
del alba luna en el obscuro velo,
tiemblan, de envidia y de dolor, los astros
en la profunda soledad del cielo.

¡Todo calla!... el mar duerme, y no importuna
con sus gritos salvajes de reproche;
y sueña que se besa con la luna
¡en el tálamo negro de la noche!.
Julio Florez

sábado, 7 de noviembre de 2015

    Desmayarse, atreverse, estar furioso,
    áspero, tierno, liberal, esquivo,
    alentado, mortal, difunto, vivo,
    leal, traidor, cobarde y animoso;
    ...
    no hallar fuera del bien centro y reposo,
    mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
    enojado, valiente, fugitivo,
    satisfecho, ofendido, receloso;
    huir el rostro al claro desengaño,
    beber veneno por licor süave,
    olvidar el provecho, amar el daño;
    creer que un cielo en un infierno cabe,
    dar la vida y el alma a un desengaño;
    esto es amor, quien lo probó lo sabe.
    Gran definición del amor por
    Félix Lope de Vega.
Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.
Es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.
Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo;
enfermedad que crece si es curada.
Éste es el niño Amor, éste es su abismo.
¿Mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo!
: Definición del amor
. Francisco de Quevedo

viernes, 6 de noviembre de 2015

Niña ¿ que te sucede ?
Tú respondes :
No me sucede nada.
Pero yo sé ,
pero tú sabes ´...
también el sol,
el día , las nubes blancas,
las mariposas , las margaritas,
cada gota de lluvia ,
la espuma de las olas,
la lluvia ,la noche estrellada,
que lo que ocurre niña
porque lo veo en tus ojos ,
es que estás enamorada .
(Autor desconocido )
Mis poemas 
Mis poemas son, nostalgia de ayeres,
penas, sinsabores, lágrimas, dolor,
pétalos fragantes que destilan mieles,...
y gotas de llanto de amargo sabor.



Mis poemas son gemidos del alma,
tristezas, pesares, eterna ilusión,
pulidos cristales que el tiempo no empaña,
y el eco más triste de la decepción.
Mis poemas son esencias de sueños,
súplicas, anhelos, voz del corazón,
cofres que atesoran los viejos recuerdos,
y notas que gimen con fiero rencor.
Mis poemas son, dolientes quimeras,
suplicantes ruegos, callada oración,
paisajes que vieron otras primaveras,
y versos que quieren hacerse canción.
©Bernardita Larrea de Guerra