jueves, 1 de octubre de 2015

    MATERNIDAD
    Mujer, en un silencio que me sabrá a ternura
    durante nueve lunas crecerá tu cintura;
    y en el mes de la siega tendrás color de espiga,...
    vestirás simplemente y andarás con fatiga

    El hueco de tu almohada tendrá un olor de nido
    y a vino derramado nuestro mantel tendido.
    Si tu mano te toca,
    tu voz, con la vergüenza, se romperá en tu oca
    lo mismo que una copa.
    El cielo de tus ojos será un cielo nublado;
    tu cuerpo, todo entero, como un vaso rajado
    que pierde un agua limpia, tu mirada, un rocío;
    tu sonrisa, la sombra de un pájaro en el río,
    Y un día, un dulce día, quizá un día de fiesta
    para el hombre de pala y la mujer de cesta
    el día en que las madres y las recién casadas
    vienen por los caminos a las misas cantadas;
    el día en que la moza luce su cara fresca;
    y el cargador no carga y el pescador no pesca;
    tal vez el sol deslumbre; quizá la luna grata
    tenga catorce noches y empolvoree la plata
    sobre la paz del monte; tal vez en el villaje
    llueva calladamente; quizá yo esté de viaje.
    Un día, un dulce día, con manso sufrimiento
    te romperás cargada como una rama al viento.
    Y será el regocijo
    de besarte las manos y de hallar en el hijo
    tu misma frente simple, tu boca, tu mirada,
    y un poco de mis ojos, un poco....¡ casi nada! .....
    José Pedroni

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