¿A qué has venido? ¿Para qué volviste?
¿Qué buscas?... Nadie habrá de responderte!
Está sola mi alma, y estoy triste,
inmensamente triste hasta la muerte.
Todas las ilusiones que te amaron,
las que quisieron compartir tu suerte,
mucho tiempo en la sombra te esperaron,
y se fueron... cansadas de no verte.
Cuando por vez primera
en mi camino te encontré, reía
en los campos la alegre primavera...
todo era luz, aromas y armonía.
Hoy todo cuán distinto!... Paso a paso,
y solo voy por la desierta vía,
-nave sin rumbo entre revueltas olas-
pensando en las tristezas del Ocaso
y en las tristezas de las almas solas.
Armando Tejada Gómez (fragmento )
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