sábado, 16 de mayo de 2015

A mis pies, un rumor de muchedumbre
se irá abriendo en canal, como una calle.
No me importa que digan:
esa mujer que escapa como ráfaga,
que no ve fuera de su sangre, nada,
que ya no escucha fuera de sus voces,
que no despierta sino entre sus brazos,
que camina sonriendo;
esa mujer que va sesgando el aire,
la boca contra el viento,
le pertenece toda como un libro,
como el reloj, la pipa o el llavero.
Como cualquier objeto imprescindible
que es uno mismo, a fuerza de ser nuestro.
Quiero que todos sepan que te quiero:
deja tu mano, amor, sobre mi mano.

Sobre mi corazón, amor, deja tu sello.
Julia Prilutzki

No hay comentarios:

Publicar un comentario