domingo, 29 de marzo de 2015

A MIGUEL HERNÁNDEZ
¡Ah, Miguel, qué visceral, qué de cielo y aceituna,
qué de prodigio el producto de tu sabia artesanía,
qué contraste el que refleja tu singular biografía:...
experto con el ganado, profesión: perito en lunas!

¡Ah, Miguel qué demencial, qué de olivo, qué proeza,
qué ya en la cuna de tos, qué de surcos y jazmines,
qué de blanco y qué de luto, qué divergentes confines
entre un implacable sol y ese rayo que no cesa!
¡Qué resuelto en la batalla, qué rotundo, qué valiente,
qué mágico y qué de tierra en el tremendo combate,
qué de yunques, qué de bueyes, que de argolla!
¡Qué locura, qué martirio, qué maldición, qué dislate:
tú que naciste de luz, de mineral, de torrente,
sufrir esa muerte amarga como sangre de cebolla!
José Miguel Junco Ezquerra
 

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