martes, 14 de octubre de 2014

    Las horas pasan, pasan lentamente
    vacías de ti, llenas de tu memoria.
    Tu ausencia rompe el hilo de mi historia,
    aísla como un foso este presente,
    ...
    dejándome indefenso e inocente
    entre la espada aguda de la gloria
    de haberte amado ayer, y la ilusoria
    esperanza de amarte eternamente.
    No dirijo mi vida, y el futuro
    se presenta inseguro, turbio, incierto.
    Me atengo sólo a ti, que no te tienes.
    Ángel González 

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