jueves, 11 de septiembre de 2014

  1. Neuronas caprichosas

    Se encienden mis neuronas, caprichosas
    del roce lubricante con las tuyas,
    y sueño únicamente en que me incluyas
    en todas tus pasiones bulliciosas.

    Escucho las palabras que derramas
    con tanta inteligencia e ironía,
    que fluye de tu alma hacia la mía,...
    el fuego abrasador de un lanzallamas.

    Pretendo solazarme en esa fuente
    que mana con tan buenos atributos,
    y enredarme feliz en esos frutos.

    ¡Hagamos de la fuente un gran torrente!
    ¡Seamos dos cerebros disolutos
    sacándole provecho a los minutos!
    Teresa Fernandez

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