Nací en Las Palmas de Gran Canaria, capital de una isla redondita hermana de otras seis bañadas por el Atlántico. He dado un montón de veces la vuelta al sol subida en un planeta azul bellísimo e inmenso del que tan solo he visto una ínfima parte. Poseo un milagro de 70 latidos por minuto y en la cabeza un universo de infinitas sinápticas estrellas que me permiten ver las estrellas del universo cada noche. Vivo vestida de piel para cubrir un alma que me ha acompañado desde el principio de los tiempos. Respiro y huelo la fragancia de la vida, oigo y escucho las voces de los niños, de la gente y disfruto del sonido de la música. Saboreo cada segundo que me alimenta y me emocionan todas las miradas que voy encontrándome a cada paso de este maravilloso viaje que construyo a cada instante. Cuando vuelva a mi otra casa me llevaré una mochila repleta de cosas buenas; ya tengo 188 estaciones,17155 puestas y salidas de sol, las pupilas llenas de miradas, sonrisas y belleza, también los labios llenitos de besos, la piel de caricias, mi cuerpo de abrazos grandes y chiquitos, las orejas llenas de palabras, de susurros. En un guardaré mis lágrimas, mi dolor, mi tristeza, mi soledad, mi frio, lo amargo, lo áspero, lo estridente porque también me ayudaron a ser la que hoy está escribiendo que la vida es bella, muy bella…
© Teresa Delgado (2010 )
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