miércoles, 23 de noviembre de 2016



Carta sin adiós y sin olvido
Hubiera querido amarte entre los árboles.
Toda savia el amor.
Nuestros cuerpos y brazos todo ramas.
...
En el alma luciérnagas,
y pájaros y grillos en la almohada.
En las bocas
cuatro estrellas incendiadas.
Hubiera querido amarte alguna vez entre los árboles.
Nunca decirte adiós, solo
hasta luego, amor
En Buenos Aires siempre, y sin olvido
Tu muchacha
Armando Tejada

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