- ... Besé entonces tu cara, ya serena.
A pesar de lo atropellado de todos estos años
tengo mis labios entregados al recuerdo
de aquel beso último
frío e injusto
con sabor a despedida terrible.
Y no habría más.
Ya no hubo más.
Ese y el que te entrego cada día desde aquel
en el que me despedí de ti
bajo un aguacero de lágrimas de cristal..."
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