jueves, 16 de marzo de 2017

    Aún eres mío, porque no te tuve...
    Aún eres mío, porque no te tuve.
    Cuánto tardan, sin ti,
    las olas en pasar...
    ...
    Cuando el amor comienza, hay un momento
    en que Dios se sorprende
    de haber urdido algo tan hermoso.
    Entonces, se inaugura
    -entre el fulgor y el júbilo-
    el mundo nuevamente,
    y pedir lo imposible
    no es pedir demasiado.
    Fue a la vera del mar, a medianoche.
    Supe que estaba Dios,
    y que la arena y tú
    y el mar y yo y la luna
    éramos Dios. Y lo adoré.
    Antonio Gala

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