viernes, 30 de septiembre de 2016

“MUCHACHA”
Recuérdame esta noche y nómbrame en tu idioma,
amor mío, muchacha, territorio de pájaros,
nómbrame en las ciudades donde trepas los trenes
con la amapola herida de tu vestido diario.
No conozco tu nombre, pequeñito y apenas,
tu mínimo poema de una sola palabra,
pero voy pronunciándote cuando digo esperemos
o cuando me transitas hacia dentro del alma,
porque sé que tus rostros tienen un mismo rostro
y tu sonrisa un aire de pétalo del aire,
conozco, sé tu modo de salvarnos la vida,
vencedora inmutable, con un niño en la sangre.
Yo te he visto muchacha plural, en las ciudades,
gastándote la magia con la prisa del alba.
Las oficinas públicas, públicamente áridas,
la tienda estrepitosa, la planilla a mansalva,
esas fábricas rojas de devorar, el sueldo,
lamentables rutinas de alquilarte hasta el sábado
y tú, tu nuca tibia, trizada luz, flor pálida,
resistes esa estrecha disposición de enanos
apoyada en tus sueños como en una ventana.
Y el moscardón horario zumbándote el absurdo
para matarte adentro la condición de pájaro.
Las ciudades son turbios demagogos, son esas
celestinas anónimas de la moda, sensuales
como una gelatina de sexo pegajoso,
espesas son, a gotas, turbiamente sensuales.
Las ciudades son fríos hoteles transitorios.
Debe ser espantoso morir en las ciudades.
Porque no han hecho nada por amor, tantas cosas,
porque no figurabas en los planos, muchacha.
Y ya has nacido risa, has nacido tumulto,
has nacido de pronto con un golpe de alas.
Y ahora que has venido, que ya estás, que has llegado,
hay que cambiarlo todo, decir amor y amarnos,
clausurar las planillas, postergar las ganancias,
ahora que has llegado con tu fragante risa
qué han de hacer los señores de destino contable...
En horas de oficina, bajará mi poema,
a decirte en la oreja: territorio de pájaros...
Pero sigue guardando flores en la cartera,
la última dulce carta, un poema de Pablo,
sigue guardando signos de combatir el moho,
subversivos panfletos de construir la esperanza.
Muchacha, estrella nuestra, amor en todas partes,
los poetas cantamos para tu pie desnudo,
para tu sangre diaria,
porque somos la vida y esa sonrisa tuya,
nada más que la vida,
la vida y tú,
muchacha...
Armando Tejada Gómez

jueves, 29 de septiembre de 2016

EL AMOR… Luis García Montero (Poeta español)
Las palabras son barcos
y se pierden así, de boca en boca,
como de niebla en niebla....
Llevan su mercancía por las conversaciones
sin encontrar un puerto,
la noche que les pese igual que un ancla.

Deben acostumbrarse a envejecer
y vivir con paciencia de madera
usada por las olas,
irse descomponiendo, dañarse lentamente,
hasta que a la bodega rutinaria
llegue el mar y las hunda.
Porque la vida entra en las palabras
como el mar en un barco,
cubre de tiempo el nombre de las cosas
y lleva a la raíz de un adjetivo
el cielo de una fecha,
el balcón de una casa,
la luz de una ciudad reflejada en un río.
Por eso, niebla a niebla,
cuando el amor invade las palabras,
golpea sus paredes, marca en ellas
los signos de una historia personal
y deja en el pasado de los vocabularios
sensaciones de frío y de calor,
noches que son la noche,
mares que son el mar,
solitarios paseos con extensión de frase
y trenes detenidos y canciones.
Si el amor, como todo, es cuestión de palabras,
acercarme a tu cuerpo fue crear un idioma.
Luis García Montero maravilloso poeta español.

domingo, 25 de septiembre de 2016

¡Quién retiene al amor cuando se aleja! Jacinto Benavente (Poeta Español)
Tanto es mi amor, por todos mis amores,
QUE en el jardín de la existencia mía
a verlas... marchitarse día a día
preferí siempre deshojar sus flores....
Cuanto más encendidos sus colores
mueran en su triunfante lozanía,
más triste que la muerte es la agonía
de un amor entre dudas y temores.
Triste fin de un amor, cuando engañoso
QUIERE fingir que a su pesar nos deja,
y más ofende, cuanto más piadoso.
¿Y qué logrará la importuna queja
del ofendido corazón celoso?
¡Quién retiene al amor… cuando se aleja!

sábado, 24 de septiembre de 2016



Hoy es el aniversario de la muerte de Pablo Neruda , vaya este poema en homenaje a este gran poeta
SI TÚ ME OLVIDAS
QUIERO que sepas
una cosa.
...
Tú sabes cómo es esto:
si miro
la luna de cristal, la rama roja
del lento otoño en mi ventana,
si toco
junto al fuego
la impalpable ceniza
o el arrugado cuerpo de la leña,
todo me lleva a ti,
como si todo lo que existe,
aromas, luz, metales,
fueran pequeños barcos que navegan
hacia las islas tuyas que me aguardan.
Ahora bien,
si poco a poco dejas de quererme
dejaré de quererte poco a poco.
Si de pronto
me olvidas
no me busques,
que ya te habré olvidado.
Si consideras largo y loco
el viento de banderas
que pasa por mi vida
y te decides
a dejarme a la orilla
del corazón en que tengo raíces,
piensa
que en ese día,
a esa hora
levantaré los brazos
y saldrán mis raíces
a buscar otra tierra.
Pero
si cada día,
cada hora
sientes que a mí estás destinada
con dulzura implacable.
Si cada día sube
una flor a tus labios a buscarme,
ay amor mío, ay mía,
en mí todo ese fuego se repite,
en mí nada se apaga ni se olvida,
mi amor se nutre de tu amor, amada,
y mientras vivas estará en tus brazos
sin salir de los míos.

Pablo Neruda
Ver más


EN OTRO MERIDIANO... Eugenio Montejo (Poeta venezolano)
No alcanzo el tiempo de tu cuerpo,
nací lejos, en un país que es aire, nube, noche,
aunque me oigas tan ...cerca.
Nací a destiempo de tu risa, de tus ojos, en otro meridiano.
Nos amamos de mar a mar, de un astro a otro
no importa que hoy me sientas a tu lado.

Aunque despiertes desnuda aquí conmigo,
tu tiempo va delante,
el tiempo de tus manos, de tu rostro;
estoy junto a tu sombra y no te alcanzo.
Las horas de tu amor me quedan lejos,
bajo una luz de nieve,
en alguna ciudad que desconozco.
Nuestras vidas se alcanzan, se confunden,
intercambian sollozos, besos, sueños,
pero andamos a leguas uno del otro,
tal vez en siglos diferentes,
en dos planetas errantes que se buscan
cansados de no verse.

jueves, 22 de septiembre de 2016

Mi niño,
gota intacta de azúcar en sueño,
he cruzado el umbral donde el ángel
...
resguarda tu frente ya en calma.
Tú eres el trigo que nutre mi dicha,
la nata del juego, la miel de inocencia.
Es tu ropaje un juguete de paz que
dispara sonrisas.
Beso tu frente y altero el respiro en que
crecen tus sueños. Quiero sembrar una
gota de luz en tus párpados quietos, sí,
quiero alumbrar tu mejilla silente de un
beso de soles.
Duermes, duermes y entonces despiertan
tus sueños, tus risas, tus frágiles manos.
Todo es descanso en tu boca pequeña,
tanta sonrisa no alcanza a contarse con
tantas estrellas que abrigan tu vida.
Duermes azul como un libro de cuentos,
duermes y cada cabello despierta a bailar
con tu aroma de risa.
Hoy fui severo contigo, llegaste feliz a
contarme que el viento no puede mirarse.
Yo dije que sí revolviendo tu idea,
y de nuevo dijiste que no, que eso no era
posible, que fue tu maestra quien dijo muy
firme que el viento no puede mirarse,
que el viento es tan sólo una ráfaga etérea
y que sólo se observan las cosas que toca.
Quiero pedirte perdón porque en ese momento
abordé el tren de adulto y perdí de explicarte
que el viento es la espuma de un mar de
palomas, palomas pequeñas así como el polvo,
palomas que juegan y mecen las ramas,
palomas que limpian el frágil cuaderno
que flota en el aire.
Me olvidé de decirte que el viento es el auto
en que viajan los sueños, y que el claro chofer
que conduce el carruaje ha elegido el color de
una rosa en la luna. Me olvidé de decirte que el
viento se observa a través de un cristal que
se esconde en los libros. Me olvidé de decirte
que hay una palabra que pone en tus ojos las
gafas más tersas. Con ellas contemplas el centro
del mundo, el hilo de añil que sostiene la
estrella, la boca del viento, los magos que habitan
allá tras la noche.
Sabrás al amar las palabras que existe un lunar en
los labios solares, que el mar sabe hablar los
idiomas del cielo, que el átomo acoge una casa
pequeña en que habitan los ríos.
Sabrás defenderte de insípidos rostros que nada
han sembrado.
Sabrás que a lo lejos existe una niña que sueña
volar en su escoba encantada.
Esa palabra tendrás que aprenderla al sentir la
mirada que asoma a tus ojos.
Y una vez que esa palabra, la palabra poesía, se
hospede en tu sangre ya no dudarás del cirquero
del viento.
Y cuando te digan que el número cero no tiene
un amigo no asientes tu rostro, alza tu voz y
declara que ahí, en la esfera de leche se encuentra
flotando una rosa violeta, una rosa lunar donde
el tiempo pasado descalza sus pies y recuesta su
cuerpo en un tibio rincón de un sofá anaranjado.
Fausto Vonbonek.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

¡Ay!, cuántas cosas perdidas
que no se perdieron nunca.
Todas las guardabas tú.
Menudos granos de tiempo,...
que un día se llevó el aire.
Alfabetos de la espuma,
que un día se llevó el mar.
Yo por perdidos los daba.

Y por perdidas las nubes
que yo quise sujetar
en el cielo
clavándolas con miradas.
Y las alegrías altas
del querer, y las angustias
de estar aún queriendo poco,
y las ansias
de querer, quererte, más.
Todo por perdido,
todo en el haber sido antes,
en el no ser nunca, ya.
Y entonces viniste tú
de lo oscuro, iluminada
de joven paciencia honda,
ligera, sin que pesara
sobre tu cintura fina,
sobre tus hombros desnudos,
el pasado que traías
tú, tan joven, para mí.
Cuando te miré a los besos
vírgenes que tú me diste,
los tiempos y las espumas,
las nubes y los amores
que perdí estaban salvados.
Si de mí se me escaparon,
no fue para ir a morirse
en la nada.
En ti seguían viviendo.
Lo que yo llamaba olvido
eras tú.
Pedro Salinas

martes, 20 de septiembre de 2016

Poema Alma Desnuda de Alfonsina Storni
Soy un alma desnuda en estos versos,
Alma desnuda que angustiada y sola
Va dejando sus pétalos dispersos....
Alma que puede ser una amapola,
Que puede ser un lirio, una violeta,
Un peñasco, una selva y una ola.
Alma que como el viento vaga inquieta
Y ruge cuando está sobre los mares,
Y duerme dulcemente en una grieta.
Alma que adora sobre sus altares,
Dioses que no se bajan a cegarla;
Alma que no conoce valladares.
Alma que fuera fácil dominarla
Con sólo un corazón que se partiera
Para en su sangre cálida regarla.
Alma que cuando está en la primavera
Dice al invierno que demora: vuelve,
Caiga tu nieve sobre la pradera.
Alma que cuando nieva se disuelve
En tristezas, clamando por las rosas
con que la primavera nos envuelve.
Alma que a ratos suelta mariposas
A campo abierto, sin fijar distancia,
Y les dice: libad sobre las cosas.
Alma que ha de morir de una fragancia
De un suspiro, de un verso en que se ruega,
Sin perder, a poderlo, su elegancia.
Alma que nada sabe y todo niega
Y negando lo bueno el bien propicia
Porque es negando como más se entrega.
Alma que suele haber como delicia
Palpar las almas, despreciar la huella,
Y sentir en la mano una caricia.
Alma que siempre disconforme de ella,
Como los vientos vaga, corre y gira;
Alma que sangra y sin cesar delira
Por ser el buque en marcha de la estrella.



domingo, 18 de septiembre de 2016

Puedes irte y no importa, pues te quedas conmigo
como queda un perfume donde había una flor.
Tú sabes que te quiero, pero no te lo digo;
y yo sé que eres mía, s...in ser mío tu amor.
La vida nos acerca y la vez nos separa,
como el día y la noche en el amanecer...
Mi corazón sediento ansía tu agua clara,
pero es un agua ajena que no debo beber...
Por eso puedes irte, porque, aunque no te sigo,
nunca te vas del todo, como una cicatriz;
y mi alma es como un surco cuando se corta el trigo,
pues al perder la espiga retiene la raíz.
Tu amor es como un río, que parece más hondo,
inexplicablemente, cuando el agua se va.
Y yo estoy en la orilla, pero mirando al fondo,
pues tu amor y la muerte tienen un más allá.
Para un deseo así, toda la vida es poca;
toda la vida es poca para un ensueño así...
Pensando en ti, esta noche, yo besaré otra boca;
y tú estarás con otro... ¡pero pensando en mí!

_JOSE ANGEL BUESA

viernes, 16 de septiembre de 2016

    Encuentro
    Me tropecé contigo en primavera,
    una tarde de sol, delgada y fina,
    y fuiste en mi espalda enredadera,...
    y en mi cintura, lazo y serpentina.

    Me diste la blandura de tu cera,
    y yo te di la sal de mi salina.
    Y navegamos juntos, sin bandera,
    por el mar de la rosa y de la espina.
    Y después, a morir, a ser dos ríos
    sin adelfas, oscuros y vacíos,
    para la boca torpe de la gente....
    Y por detrás, dos lunas, dos espadas,
    dos cinturas, dos bocas enlazadas
    y dos arcos de amor de un mismo puente.
    Rafael de León

RAZON DE AMOR. Pedro Salinas
Lo que nos queda palpita
en lo mismo que nos damos.
¡Darte, darte, darnos, darse !
No cerrar nunca las manos....
No se agotaran las dichas,
ni los besos, ni los años,
si no las cierras. ¿ No sientes
la gran riqueza de dar?
La vida
nos la ganaremos siempre,
entregandome, entregandote.
Pedro Salinas

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Sólo tú y yo sabemos lo que ignora la gente
al cambiar un saludo ceremonioso y frío,
porque nadie sospecha que es falso tu desvío,
ni cuánto amor esconde mi gesto indiferente.
...
Sólo tú y yo sabemos por qué mi boca miente,
relatando la historia de un fugaz amorío;
y tú apenas me escuchas y yo no te sonrío...
Y aún nos arde en los labios algún beso reciente.
Sólo tú y yo sabemos que existe una simiente
germinando en la sombra de este surco vacío,
porque su flor profunda no se ve, ni se siente.
Y así dos orillas tu corazón y el mío,
pues, aunque las separa la corriente de un río,
por debajo del río se unen secretamente.
José ÁNGEL Buesa
Es sueño y no misterio.
Y de pronto, en el alto
silencio de la noche,
un soñar mío empieza
al borde de tu cuerpo;...
en él el tuyo siento.
Tú dormida, yo en vela,
hacíamos lo mismo.
No había que buscar:
tu sueño era mi sueño.
Pedro Salinas