miércoles, 31 de agosto de 2016

Como atento no más a mi quimera
no reparaba en torno mío, un día
me sorprendió la fértil primavera
que en todo el ancho campo sonreía.
...
Brotaban verdes hojas
de las hinchadas yemas del ramaje,
y flores amarillas, blancas, rojas,
alegraban la mancha del paisaje.
Y era una lluvia de saetas de oro
el sol sobre las frondas juveniles;
del amplio río en el caudal sonoro
se miraban los álamos gentiles.
-Tras de tanto camino es la primera
vez que miro brotar la primavera-,
dije, y después, declamatoriamente:
-¡Cuán tarde ya para la dicha mía!-
Y luego, al caminar, como quien siente
alas de otra ilusión: —Y todavía
¡yo alcanzaré mi juventud un día!
Antonio Machado
No sabe qué es amor quien no te ama,
celestial hermosura, esposo bello,
tu cabeza es de oro, y tu cabello
...
como el cogollo que la palma enrama.
Tu boca como lirio, que derrama
licor al alba, de marfil tu cuello;
tu mano en torno y en su palma el sello
que el alma por disfraz jacintos llama.
Lope De Vega
Amor es el retraso milagroso
de su término mismo;
es prolongar el hecho mágico
de que uno y uno sean dos, en contra
de la primer condena de la vida.
Con los besos,
con la pena y el pecho se conquistan
en afanosas lides, entre gozos
parecidos a juegos,
días, tierras, espacios fabulosos,
a la gran disyunción que está esperando,
hermana de la muerte o muerte misma.
Cada beso perfecto aparta el tiempo,
le echa hacia atrás, ensancha el mundo breve
donde puede besarse todavía.
Ni en el llegar, ni en el hallazgo
tiene el amor su cima:
es en la resistencia a separarse
en donde se le siente,
desnudo, altísimo, temblando.
Y la separación no es el momento
cuando brazos, o voces,
se despiden con señas materiales:
es de antes, de después.
Si se estrechan las manos, si se abraza,
nunca es para apartarse,
es porque el alma ciegamente siente
que la forma posible de estar juntos
es una despedida larga, clara.
Y que lo más seguro es el adiós.

Poema de amor de Pedro Salinas


lunes, 29 de agosto de 2016

Todo el dolor derramado
sobre el paisaje.
La tarde transparente
como un agua
se ha mirado en tus ojos....
Lejos
la noche arrodillada
trenza tinieblas
ante su espejo.
Mi corazón es un plenilunio de tristeza

NORA LANGE

sábado, 27 de agosto de 2016

    Y subía, y subía... Lo impalpable
    A mis ojos abríase sin vallas;
    Y en la sombra, sondando lo infinito,
    Mi espíritu flotaba.
    ...
    De repente la luna alzó su disco.
    Brotaron las estrellas a miriadas;
    Y la noche me habló con su silencio,
    ¡Y Dios habló a mi alma!
    Ismael Arciniegas
Tu y yo caminando por bosques y arenales, por lagos perdidos, por cenicientas latitudes, recogimos fragmentos de palo puro, de maderos sometidos al vaivén del agua y la intemperie. De tales suavizadísimos vestigios construí con hacha, cuchillo, cortaplumas, estas madererías de amor y edifiqué pequeñas casas de catorce tablas para que en ellas vivan tus ojos que adoro y canto. Así establecidas mis razones de amor te entrego esta centuria: sonetos de madera que sólo se levantaron porque tú les diste la vida."
Pablo Neruda

viernes, 26 de agosto de 2016

A solas Quieres que hablemos?... Esta bien... Empieza. Habla a mi corazón como otros días... ¿Pero no!... qué dirías? ¿Qué podrías decir a mi tristeza? ...No intentes disculparte: todo es vano! Ya murieron las rosas en el huerto; el campo verde lo secó el verano, y mi fe en ti, como mi amor, ha muerto. Amor arrepentido, ave que quieres regresar al nido al través de la escarcha y las neblinas; amor que vienes aterido y yerto, donde fuiste feliz... ya todo ha muerto! No vuelvas... ¡Todo lo hallarás en ruinas

jueves, 25 de agosto de 2016

    ERAS MAR
    De noche tú eras mar
    y yo perdía mis poca referencia
    en tus espumas,...
    atrapado en la red de tus salitres,
    lloviéndome de ti,
    preso en tu mundo.

    De noche tú eras mar y acontecíamos
    acuosos en tu idioma
    hacia una latitud de peces ciegos
    para acabar rompiendo en las orillas
    con terca obstinación.
    De noche tú eras mar
    y en ti dejé sepultados
    los matices de mis ojos
    y el rumor de mis lamentos
    aullando a los pies del alba.
    José Miguel Junco Ezquerra
    ¡ Me da tanta lástima que no fueras tú!
    ¡Tantas veces me pareció que rimaban nuestros latidos!
    Fue el humo el que dibujó palabras
    ...
    fue el viento quién confundió
    la tinta, la pluma, el cuaderno...
    Hoy se lo lleva todo
    como hojas otoño hasta el suelo.
    Abriré los ojos.
    Será en otra vida o respiro del tiempo.
    O no.
    Teresa Delgado © 2012

    Ruptura
    Nos hemos bruscamente desprendido
    y nos hemos quedado
    con las manos vacías, como si una guirnalda...
    se nos hubiese ido de las manos;
    con los ojos al suelo,
    como viendo un cristal hecho pedazos:
    el cristal de la copa en que bebimos
    un vino tierno y pálido....

    Como si nos hubiéramos perdido,
    nuestros brazos
    se buscan en la sombra...¡Sin embargo,
    ya no nos encontramos!
    En la alcoba profunda
    podríamos andar meses y años,
    en pos uno del otro,
    sin hallarnos....
    JAIME TORRES ( México )
Te seguiré por siempre, callada y fugitiva,
por entre oscuras calles molidas de nostalgia,
o sobre las estrellas sonreídas de ritmos
donde mecen su historia tus más hondas miradas.
Mis pasos desatados de rumbos y fronteras
no encuentran las orillas que a tu vida se enlazan.
Busca lo ilimitado mi amor, y mis canciones
de espalda a los estático, irrumpen en tu alma.
Apacible de anhelos, cuando el mundo te lleve,
me doblaré el instinto y amaré tus pisadas;
y serán hojas simples las que iré deshilando
entre quietos recuerdos, con tu forma lejana.
Atenta a lo infinito que en mi vida ya asoma,
con la emoción en alto y la ambición sellada,
te seguiré por siempre, callada y fugitiva,
por entre oscuras calles, o sobre estrellas blancas.
Julia de Burgos

lunes, 8 de agosto de 2016

El mar pliega las alas al atardecer... Blanca Varela (Poeta peruana)
El mar pliega las alas al atardecer,
tú no eres sino una pálida burbuja
navegando al golpe del aliento,
un negro trino,
el sol que sale en el centro del pecho
en mitad de la calle,
un silencio en la música dura
de la ciudad sin límites.
Para atravesar ese océano,
ese golpe de luz en la siesta,
no bastaría la eternidad.

jueves, 4 de agosto de 2016

Peso poco en tu vida, casi nada,
como un leve rumor, como una brisa,
como un sorbo de fresca limonada
bebido sin calor y a toda prisa.
...
No adelanto el compás de tu pisada,
ni distraigo la salve de tu misa,
y en tu frente de nardo desvelado
no llego ni a recuerdo ni a sonrisa.
Y en cambio tú eres todo, mi locura,
mi monte, mi canción, mi mar templado,
el pulso de mi sangre, la llanura
donde duermo sin sueño ni pecado,
y el andamio en que apoyo con ternura
este amor que nació ya fracasado.
Rafael de León

martes, 2 de agosto de 2016

    Estás bella esta noche…
    otra vez te llenaste con versos de poeta,
    con locos soñadores, ...
    con cantos de sirena…

    Con miradas tristes en busca de consuelo,
    con amores prohibidos de tango arrabalero…
    Con sueños imposibles,
    con amores eternos,
    con promesas,
    juramentos,
    esperanzas,
    deseos…
    Estás bella esta noche,
    pero como todo lo bello,
    poco a poco te irás escondiendo de nuevo
    por eso no te creo…
    por eso ya no espero…
    © Nuria Velasco
    Desde un interno hablar a paraíso
    supo el poeta, a la rosa sin espinas
    dar sonido al color y una memoria
    encendida y honda a su fragancia.
    ...
    Y desnudó en Edén el jardín simple
    Nimbada fue la rosa ahí súbitamente
    con pureza de luz y una añoranza
    de sumergida alba que despunta.
    Busco un hilo de luz para esa rosa
    que en laberinto vegetal o escrito
    desentrañe al oído el ser más puro
    Busco un hilo de luz que la desande,
    por su abierta intimidad, en la belleza
    del amante jardín que nos espera.
    VERÓNICA VOLKOW
    Marinero soy de amor. *
    Marinero soy de amor, y en su piélago profundo
    navego sin esperanzas de llegar a puerto alguno.
    Siguiendo voy una estrella, que desde lejos descubro,...
    mas linda y resplandeciente que cuantas vio Palinuro.

    Yo no sé a dónde me guía y así, navego confuso,
    el alma a mirarla atenta, cuidadosa y con descuido.
    Recatos impertinentes, honestidad contra el uso,
    son nubes que me la encubren cuando más verla procuro.
    Oh clara y luciente estrella, en cuya lumbre me apuro
    al punto que te me encubras, será de mi muerte el punto.
    (“Don Quijote”_ Libro 2º_Cap. XLIII.)