lunes, 31 de agosto de 2015

Ayer te besé en los labios.
Te besé en los labios. Densos,
rojos. Fue un beso tan corto
que duró más que un relámpago,
que un milagro, más.
El tiempo
después de dártelo
no lo quise para nada
ya, para nada
lo había querido antes.
Se empezó, se acabó en él.

Hoy estoy besando un beso;
estoy solo con mis labios.
Los pongo
no en tu boca, no, ya no
—¿adónde se me ha escapado?—.
Los pongo
en el beso que te di
ayer, en las bocas juntas
del beso que se besaron.
Y dura este beso más
que el silencio, que la luz.
Porque ya no es una carne
ni una boca lo que beso,
que se escapa, que me huye.
No.
Te estoy besando más lejos.

Poema de amor de Pedro Salinas
Serás, amor un largo adiós que no se acaba?
Vivir, desde el principio, es separarse.
En el primer encuentro
con la luz, con los labios,
el corazón percibe la congoja
de tener que estar ciego y solo un día.
Amor es el retraso milagroso
de su término mismo;
es prolongar el hecho mágico
de que uno y uno sean dos, en contra
de la primer condena de la vida.
Con los besos,
con la pena y el pecho se conquistan
en afanosas lides, entre gozos
parecidos a juegos,
días, tierras, espacios fabulosos,
a la gran disyunción que está esperando,
hermana de la muerte o muerte misma.
Cada beso perfecto aparta el tiempo,
le echa hacia atrás, ensancha el mundo breve
donde puede besarse todavía.
Ni en el llegar, ni en el hallazgo
tiene el amor su cima:
es en la resistencia a separarse
en donde se le siente,
desnudo, altísimo, temblando.
Y la separación no es el momento
cuando brazos, o voces,
se despiden con señas materiales:
es de antes, de después.
Si se estrechan las manos, si se abraza,
nunca es para apartarse,
es porque el alma ciegamente siente
que la forma posible de estar juntos
es una despedida larga, clara.
Y que lo más seguro es el adiós.
Poema de amor de Pedro Salinas 
    Como atento no más a mi quimera
    no reparaba en torno mío, un día
    me sorprendió la fértil primavera
    que en todo el ancho campo sonreía.
    ...
    Brotaban verdes hojas
    de las hinchadas yemas del ramaje,
    y flores amarillas, blancas, rojas,
    alegraban la mancha del paisaje.
    Y era una lluvia de saetas de oro
    el sol sobre las frondas juveniles;
    del amplio río en el caudal sonoro
    se miraban los álamos gentiles.
    -Tras de tanto camino es la primera
    vez que miro brotar la primavera-,
    dije, y después, declamatoriamente:
    -¡Cuán tarde ya para la dicha mía!-
    Y luego, al caminar, como quien siente
    alas de otra ilusión: —Y todavía
    ¡yo alcanzaré mi juventud un día!
    Antonio Machado
    No sabe qué es amor quien no te ama,
    celestial hermosura, esposo bello,
    tu cabeza es de oro, y tu cabello
    ...
    como el cogollo que la palma enrama.
    Tu boca como lirio, que derrama
    licor al alba, de marfil tu cuello;
    tu mano en torno y en su palma el sello
    que el alma por disfraz jacintos llama.
    Lope De Vega

domingo, 30 de agosto de 2015

una mañana, quizá no lo recuerdes,
nací a la par de tu sonrisa, a la par
de tu mirada amorosa y amodorrada.
semidormida extendiste la mano,
peleaste un poco con...tra el enredo de sábanas,
y ahí estaba yo, naciendo.
aspirando por vez primera,
creciendo por segundo,
esperando los primeros alimentos.
completamente en blanco,
sin recuerdos, ni planes.

del primer roce con tus labios
aprendí todo lo necesario:
el habla, la coordinación, las emociones,
toda la música y los códigos,
siglos de historia, imágenes inevitablemente duras,
la emoción sin igual de lo más sencillo.
¡que no se me culpe si me aficioné a nacer!
si buscaba, y a veces encontraba,
la manera de nacer dos o tres veces al día;
ahora en la sala, alguna vez -prematuro- en el coche.
nací tantas veces a tu lado que soy un pueblo entero,
cientos de yos que te recuerdan y agradecen,
que se confortan y abrazan,
víctimas de la última generación que te dejó partir. @edeljuarez


Hay un niño en la calle

A esta hora, exactamente,
hay un niño en la calle.
Le digo amor, me digo, recuerdo que yo andaba
con las primeras luces de mi sangre, vendiendo
un oscura vergüenza, la historia, el tiempo,
diarios,
porque es cuando recuerdo también las presidencias,
urgentes abogados, conservadores, asco,
cuando subo a la vida juntando la inocencia,
mi niñez triturada por escasos centavos,
por la cantidad mínima de pagar la estadía
como un vagón de carga
y saber que a esta hora mi madre está esperando,
quiero decir, la madre del niño innumerable
que sale y nos pregunta con su rostro de madre:
qué han hecho de la vida,
dónde pondré la sangre,
qué haré con mi semilla si hay un niño en la calle.
Es honra de los hombres proteger lo que crece,
cuidar que no haya infancia dispersa por las calles,
evitar que naufrague su corazón de barco,
su increíble aventura de pan y chocolate,
transitar sus países de bandidos y tesoros
poniéndole una estrella en el sitio del hambre,
de otro modo es inútil ensayar en la tierra
la alegría y el canto,
de otro modo es absurdo
porque de nada vale si hay un niño en la calle.
Dónde andarán los niños que venian conmigo
ganándose la vida por los cuatro costados,
porque en este camino de lo hostíl ferozmente
cayó el Toto de frente con su poquita sangre,
con sus ropas de fé, su dolor a pedazos
y ahora necesito saber cuáles sonríen
mi canción necesita saber si se han salvado,
porque sino es inutil mi juventud de música
y ha de dolerme mucho la primavera este año.
Importan dos maneras de concebir el mundo,
Una, salvarse solo,
arrojar ciegamente los demás de la balsa
y la otra,
un destino de salvarse con todos,
comprometer la vida hasta el último náufrago,
no dormir esta noche si hay un niño en la calle.
Exactamente ahora, si llueve en las ciudades,
si desciende la niebla como un sapo del aire
y el viento no es ninguna canción en las ventanas,
no debe andar el mundo con el amor descalzo
enarbolando un diario como un ala en la mano,
trepándose a los trenes, canjeándonos la risa,
golpeándonos el pecho con un ala cansada,
no debe andar la vida, recién nacida, a precio,
la niñez, arriesgada a una estrecha ganancia,
porque entonces las manos son dos fardos inútiles
y el corazón, apenas una mala palabra.
Cuando uno anda en los pueblos del país
o va en trenes por su geografía de silencio,
la patria
sale a mirar al hombre con los niños desnudos
y a preguntar qué fecha corresponde a su hambre
que historia les concierne, qué lugar en el mapa,
porque uno Norte adentro y Sur adentro encuentra
la espalda escandalosa de las grandes ciudades
nutriéndose de trigo, vides, cañaverales
donde el azúcar sube como un junco en el aire,
uno encuentra la gente, los jornales escasos,
una sorda tarea de madres con horarios
y padres silenciosos molidos en la fábricas,
hay días que uno andando de madrugada encuentra
la intemperie dormida con un niño en los brazos.
Y uno recuerda nombres, anécdotas, señores
que en París han bebido
por la antigua belleza de Dios, sobre la balsa
en donde han sorprendido la soledad de frente
y la índole triste del hombre solitario,
en tanto, sus señoras, tienen angustia y cambian
de amantes esta noche, de médico esta tarde,
porque el tedio que llevan ya no cabe en el mundo
y ellos son los accionistas de los niños descalzos.
Ellos han olvidado
que hay un niño en la calle,
que hay millones de niños
que viven en la calle
y multitud de niños
que crecen en la calle.
A esta hora, exactamente,
hay un niño creciendo.
Yo lo veo apretando su corazón pequeño,
mirándonos a todos con sus ojos de fábula,
viene, sube hacia el hombre acumulando cosas,
un relámpago trunco le cruza la mirada,
porque nadie proteje esa vida que crece
y el amor se ha perdido
como un niño en la calle...
Armando Tejada Gómez

sábado, 29 de agosto de 2015



A veces el silencio
es la palabra justa,
la que enciende las luces,
la que mejor se escucha,
la que place o se sufre...
cargada de milenios,
la que otorga hermosura,
la flor del pensamiento.

En ese momento
de la clara armonía,
de la mejor tristeza,
de la entera alegría.
Es el gran fundamento
que ronda a la grandeza:
tu palabra y la mía
habitan el silencio.
Por eso la palabra
debe ser pronunciada
como una ceremonia
con aire de campanas,
una fiesta del alma,
farol del pensamiento,
porque fue generada
por el mejor silencio.
Hamlet Lima Quintana*
(La breve palabra)
Ver más
Que no te falte tiempo
para comer con los amigos,
partir el pan,
reconocerse en las miradas.
...
Deseo, que la noche
se te transforme en música,
y la mesa en un largo
sonido de campanas.
Que nada te desvíe,
que nada te disturbe,
que siempre tengas algo
de hoy para mañana.
Y que lo sepas dar
para regar las plantas,
para cortar la leña,
para encender el fuego,
para ganar la lucha,
para que tengas paz.
Que es la grave tarea
que me he impuesto esta noche,
hermano mío.
Hamlet Lima Quintana
Empecé una canción. No me convence
-le sobran ramas y le faltan pájaros-,
si le pongo más pájaros se vuela
...
¡y yo me quedo con la rama al aire!
Al aire solo, mientras busco el mapa
de tu geografía cotidiana,
las llanuras de ausencia que te alejan,
la isla de tu cuerpo entre las sábanas
y esa niebla de vos, esa nostalgia
que le empaña la brújula a mi balsa
donde yo intento una canción en ramas
para llenar la soledad de pájaros!
Del libro “Historia de tu ausencia”
Armando Tejada
    Dime si entre tus brazos
    nació el color del viento
    y si tus besos llevaban en el aire...
    la transparencia del cristal
    al tropezar con mi ternura;
    cuéntame si cuando te peinó mi nordeste
    adoptó el color de tu cabello,
    si te pintaron mis caricias con el cálido sur
    y si en nuestros preludios al amor
    viste prendido en el aire, como yo,
    el arco iris...

    Dime si tu enojo fue gris
    como los vendavales,
    o si el aire que tiñó tu ausencia
    tuvo los matices del atardecer,
    si mis retrasos
    y descuidos
    te vistieron con el tornasol del invierno...
    Dímelo…
    Aunque si sé que el aire
    se viste con colores de gala
    en nuestros encuentros,
    y que cuando nos fundimos
    en uno solo,
    nuestro suspiro es…
    Un caleidoscopio de amor.
    Ángeles Sánchez Gandarillas ©

jueves, 27 de agosto de 2015

Tu y yo caminando por bosques y arenales, por lagos perdidos, por cenicientas latitudes, recogimos fragmentos de palo puro, de maderos sometidos al vaivén del agua y la intemperie. De tales suavizadísimos vestigios construí con hacha, cuchillo, cortaplumas, estas madererías de amor y edifiqué pequeñas casas de catorce tablas para que en ellas vivan tus ojos que adoro y canto. Así establecidas mis razones de amor te entrego esta centuria: sonetos de madera que sólo se levantaron porque tú les diste la vida."
Pablo Neruda
    Herido traigo el corazón... ¿Deliro?
    ¿Es el canto del ave que se queja?
    Es su voz... ¡y me llama! ¿Por qué tardas?
    Ven, mis brazos te esperan.
    ...
    ¿Son mentira tus besos?... ¡No me engañes!
    Ábreme tu alma y cuéntame tus penas.
    ¿Lloras?... ¿por qué ?... Si nuestro amor es crimen,
    Crimen, bendito seas;
    Traigo para tu sien una corona,
    Para ensalzarte mi arpa de poeta.
    Yo haré en mis cantos, alma de mi alma,
    ¡Nuestra pasión, eterna!
    Jura otra vez que me amas, que eres mía;
    Jura... ¡nadie ríos oye! ¡Nada temas!
    —«¡Tuya! bien mío... ¡para siempre tuya!»
    ¡Sueña, alma mía... sueña!
    Erique Arciniega

martes, 25 de agosto de 2015

    CENIZAS
    Quién sabe si impulsadas por la brisa
    un imprevisto giro en la corriente
    no hará que sorprendidas frente a frente...
    se junten tu ceniza y mi ceniza.

    Quién sabe si ese encuentro inesperado
    no hará que se despierte en la memoria
    una vieja pasión que perentoria
    busque recuperar lo demorado.
    Quién sabe si al tocarse boca a boca
    no resucitarán viejos anhelos
    y el ansia de mezclar los dos caminos.
    Quién sabe si cogidas por los pelos
    no optarán por varar junto a una roca
    y compartir recuerdos y destinos.
    Alrededores de la luz
    Casi sin ver la realidad del día
    ni la certeza de su claridad
    ando en busca de ti, de los vestigios...
    de unos años, de un mar , de unos lugares.

    Porque la sombra avanza y los astros escriben
    sus órdenes fatales en mi frente,
    y es triste a solas proseguir la angustia
    de los caminos que iniciamos juntos.
    Pensar un cuerpo es inventar la noche
    de las islas perdidas, el fulgor
    olvidado en los brazos de la hierba.
    Es difícil ahondar en el silencio,
    llenar de amor el hueco que el instante
    abre en el grito con que te pronuncio.
    Eloy Sánchez Rosillo
    Ayer he caminado sin vos,
    y todo lo que he visto no lo he visto;
    apenas he mirado, porque tuve
    mucho miedo aquí en el corazón.
    Ayer he caminado más que sola,...
    ayer he caminado sin vos,
    y estaba la avenida de los tilos
    tan largamente triste, que pensé:
    ¿en qué país estoy, de este color,
    de este color de caminar sin vos?
    María Wérnike

domingo, 23 de agosto de 2015

A solas
Quieres que hablemos?...   Esta bien...  Empieza.
Habla a mi corazón como otros días...
¿Pero no!... qué dirías?
¿Qué podrías decir a mi tristeza?

...No intentes disculparte: todo es vano!
Ya murieron las rosas en el huerto;
el campo verde lo secó el verano,
y mi fe en ti, como mi amor, ha muerto.

Amor arrepentido,
ave que quieres regresar al nido
al través de la escarcha y las neblinas;
amor que vienes aterido y yerto,
donde fuiste feliz...   ya todo ha muerto!
No vuelvas...  ¡Todo lo hallarás en ruinas!    
Todas las ilusiones que te amaron,
las que quisieron compartir tu suerte,
mucho tiempo en la sombra te esperaron,
y se fueron... cansadas de no verte.
...
Cuando por vez primera
en mi camino te encontré, reía
en los campos la alegre primavera...
todo era luz, aromas y armonía.
Hoy todo cuán distinto!... Paso a paso,
y solo voy por la desierta vía,
-nave sin rumbo entre revueltas olas-
pensando en las tristezas del Ocaso
y en las tristezas de las almas solas.
Ismael E, Arciniegas
Hace tiempo se fue la primavera...
¡Llegó el invierno fúnebre y sombrío!
Ave fue nuestro amor, ave viajera,
¡y las aves se van cuando hace frío!
...
ISMAEL E. ARCINIEGAS ( Colombia, 1865 - 1937
Al perderte yo a ti, tú y yo hemos perdido...
Al perderte yo a ti, tú y yo hemos perdido:
yo, porque tú eras lo que yo más amaba
y tú porque yo era el que te amaba más. ...
Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti,
pero a ti no te amarán como te amaba yo.

ERNESTO CARDENAL ( Nicaragua, 1925 )
Ausente
Te presentí venir desde la ausencia,
que no fue soledad ni lejanía.
Era tanta esperanza tu presencia
que, sin quererte, te llamaba mía.

Torbellino de amor, mi adolescencia.
Mi otoño, el huracán de travesía.
Y siempre, en amorosa transparencia,
nostalgia de este amor que no venía.

Ahora estás. Y angustia de mi oído
es la ansiada palabra que no dices
y que ya el corazón ha recogido.

Vuelvo hacia ti mi soledad sufriente,
y ante tus ojos hondos y felices
siento que estás, en mi presencia, ausente.


CARLOS PENDEZ   ( Chile )

sábado, 22 de agosto de 2015

    sólo es posible vivir si en la casa del corazón arde un buen fuego.
    Diarios - Alejandra Pizarnik
    «Yo había decidido no creer en el amor, pero ya era demasiado tarde. Ya su sonrisa había hecho efecto en mí».
    Ángel Juares

viernes, 21 de agosto de 2015

    Podrá nublarse el sol eternamente;
    Podrá secarse en un instante el mar;
    Podrá romperse el eje de la tierra
    Como un débil cristal.
    ¡todo sucederá! Podrá la muerte...
    Cubrirme con su fúnebre crespón;
    Pero jamás en mí podrá apagarse
    La llama de tu amor.
    Gustavo Adolfo Bécquer
    ¡Oh, beso! con la gloria de tu emoción celeste
    -comunión de alma y boca, brasa y diafanidad-
    abriste en el más puro de los espasmos: Este,
    a nuestro barro efímero rutas de eternidad.
    ...
    Tu labio, jardín donde la fiebre es jardinera;
    botón de calentura mi labio nunca ahíto,
    fundiéronse en las llagas de la inmortal hoguera
    para beberse juntos de un beso el infinito.
    FLAVIO HERRERA ( Guatemala )
    MUJER... María Cristina Orantes (Poeta mexicana)
    Tendida bajo el ala de la vida,
    De par en par abierta la mirada,
    Bebiéndose de un sorbo la jornada...
    Que en el tiempo dejara suspendida.

    Vuelta sombra la piel estremecida,
    Mariposa que yace traspasada,
    Blanca vela que ondea desplegada
    En la quieta llanura humedecida.
    Abeja laboriosa en la colmena,
    Ardiente llama al viento que encendiera
    Con sus pasos abiertos un destino,
    Para andar y vivir la vida plena,
    Enigma y solución que resumiera
    A una mujer tan sólo en el camino.

jueves, 20 de agosto de 2015

    Y entonces tú.
    Entonces me creciste
    de un eco dulce que en la fe llevaba.
    Yo te besé en la luz,
    donde se besan...
    la madera, los pájaros y el agua,
    porque era necesario que tuvieras
    un clima donde andar con tu milagro,
    una lluvia de júbilo a tu diestra
    y un badajo de sol por las mañanas.
    Era tan necesario darte espacio,
    lugar en la canción,
    sitio en el alba,
    mientras yo hilaba mi canción agreste
    con el viento que hilaba tu costado.

    Por eso fue distinto,
    parecía
    que el río te llevaba de la mano
    para que hasta la sal te conociera
    antes de ser espuma entre las aguas.
    Ibas hacia la noche como el día
    con un paso apagado y otro en llamas,
    lenta de tu misterio,
    promovida
    por un rumor de niños y campanas.
    Y hubo que hacer de nuevo cada cosa:
    la minuciosa flor, la lluvia;
    tanto
    que llegada al amor no fue posible
    penetrar en lo muerto y olvidarte,
    porque tú,
    fundadora, regresabas
    hasta habitar mi voz con tu imbatible
    diapasón de nacer,
    prieto en la carne;
    propagadora de la miel del mundo,
    llegaste a mi canción con tu rescate
    y en realidad fue nueva cada cosa
    a partir de la luna en que llegaste.
    Armando Tejada Gómez

    Alguien.
    Mi voz. Tu pelo. Las cosas que no dije.
    La flor de tu vestido.
    Se nos ha muerto el año donde dejé tu nombre
    para que recobrara su condición de estío.
    ...
    Ya no sé,
    nunca entiendo estas precarias sílabas,
    cosas que no recuerdo de pronto me dominan:
    te dije que tenías la piel como de humo?
    que de estarme en tus ojos me conozco el origen?
    te he enseñado el misterio de los árboles solos?
    sabes ya que tus manos son dos siestas dormidas?
    No sé,
    nunca recuerdo tanta distancia,
    tanta
    canción que no he cantado cuando anduvimos juntos
    Me dolería mucho no haberte dicho todo
    lo que llevo en la boca casi como otra risa.
    Armando Tejada

miércoles, 19 de agosto de 2015

    Ya me enamoré por una sonrisa.
    Ya pensé que iba a morir de tanta nostalgia.
    Tuve miedo de perder a alguien especial
    y terminé perdiéndolo, pero sobreviví,...
    y todavía vivo. No me limito tan solo
    a pasar por la vida.
    Y tú tampoco deberías sólo pasar,
    vívela intensamente.
    Bueno es ir a la lucha con determinación
    abrazar la vida y vivir con pasión.
    Perder con clase y vencer con osadía,
    porque el mundo pertenece a quien se atreve
    y la vida es mucho más para ser insignificante".

    Autor: Charles Chaplin.
Si ahora digo amor tal vez no diga
que la ausencia me mira del fondo de tus ojos,
que aquí estuvimos juntos,
                                       que fue hermoso
y que el sol conocía tu perfil de memoria.
Tal vez sea imposible que alguien sepa lo claro,
lo luz que fue llevarte de la mano pequeña
como a un tallo mecido por un viento de música
hacia los territorios donde aguarda el silencio.
Y ya que estás distante,
                                    que pensarán los árboles,
qué dirán las canciones,
cómo verá la noche mi soledad de ríos;
dónde pondrán su ronda los niños de la tarde,
adónde irán los pájaros sin tu risa y mi silbo
y la calle tan sola con sus puertas inútiles
y las sombras sin besos
                                    y los perros perdidos;
ahora que la ausencia me interrumpe la boca,
ahora que me esperas tan allá de los niños.


Se nos ha muerto el año.
                                    Yo le veo el invierno
hecho de un solo frío,
                                de un solo tajo solo
a la mitad de agosto,
                                de una dura distancia
larga, definitiva.
Porque de pronto sobran los barcos,
                                                     los andenes
y de pronto este rumbo ya no tiene sentido
como si nadie fuera hacia ninguna parte
o alguien hubiera muerto a mitad de camino. Armando Tejada gómez

martes, 18 de agosto de 2015



Y entonces tú.
Entonces me creciste
de un eco dulce que en la fe llevaba.
Yo te besé en la luz,
donde se besan...
la madera, los pájaros y el agua,
porque era necesario que tuvieras
un clima donde andar con tu milagro,
una lluvia de júbilo a tu diestra
y un badajo de sol por las mañanas.
Era tan necesario darte espacio,
lugar en la canción,
sitio en el alba,
mientras yo hilaba mi canción agreste
con el viento que hilaba tu costado.

Por eso fue distinto,
parecía
que el río te llevaba de la mano
para que hasta la sal te conociera
antes de ser espuma entre las aguas.
Ibas hacia la noche como el día
con un paso apagado y otro en llamas,
lenta de tu misterio,
promovida
por un rumor de niños y campanas.
Y hubo que hacer de nuevo cada cosa:
la minuciosa flor, la lluvia;
tanto
que llegada al amor no fue posible
penetrar en lo muerto y olvidarte,
porque tú,
fundadora, regresabas
hasta habitar mi voz con tu imbatible
diapasón de nacer,
prieto en la carne;
propagadora de la miel del mundo,
llegaste a mi canción con tu rescate
y en realidad fue nueva cada cosa
a partir de la luna en que llegaste.
Armando Tejada Gómez

domingo, 16 de agosto de 2015

    CENIZAS
    Quién sabe si impulsadas por la brisa
    un imprevisto giro en la corriente
    no hará que sorprendidas frente a frente...
    se junten tu ceniza y mi ceniza.

    Quién sabe si ese encuentro inesperado
    no hará que se despierte en la memoria
    una vieja pasión que perentoria
    busque recuperar lo abandonado.
    Quién sabe si al tocarse boca a boca
    no resucitarán viejos anhelos
    y el ansia de mezclar los dos caminos.
    Quién sabe si cogidas por los pelos
    no optarán por varar junto a una roca
    y compartir recuerdos y destinos.

Foto de Alfa Omega.

sábado, 15 de agosto de 2015

ME gustas cuando callas porque estás como ausente,
 y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
 Parece que los ojos se te hubieran volado
 y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
 emerges de las cosas, llena del alma mía.
 Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
 y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
 Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
 Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
 déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
 claro como una lámpara, simple como un anillo.
 Eres como la noche, callada y constelada.
 Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
 Distante y doloroso como si hubieras muerto.
 Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
 Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
 Pablo Neruda​

viernes, 14 de agosto de 2015

    ERAS MAR
    De noche tú eras mar
    y yo perdía mis poca referencia
    en tus espumas,...
    atrapado en la red de tus salitres,
    lloviéndome de ti,
    preso en tu mundo.

    De noche tú eras mar y acontecíamos
    acuosos en tu idioma
    hacia una latitud de peces ciegos
    para acabar rompiendo en las orillas
    con terca obstinación.
    De noche tú eras mar
    y en ti dejé sepultados
    los matices de mis ojos
    y el rumor de mis lamentos
    aullando a los pies del alba.
    José Miguel Junco Ezquerra


Aprendiendo a vivir sin ti
Hoy es mi primer día sin tu presencia. Y hablaré con franqueza: ahora sé menos que antes de ti. No, no me he vuelto torpe, ni mucho menos; pero creo que debo volver a aprender muchas cosas, de ésas que hacía contigo y que ahora debo hacer por mi cuenta, sin ayuda.
Estoy sin levantarme de la cama, porque primero debo volver a dominar el arte de andar, esta vez sin apoyarme en tu hombro. Debo reconocer a qué sabe el aire sin tu perfume flotando en él.... No me acostumbro al sonido del silencio, porque ya no me susurras al oído, ni escucho tu respiración; aún espero que tu voz rompa la calma diciendo mi nombre, una vez más. Creo que mis ojos fallan, el mundo tiene menos color, el atardecer se pinta cada tarde con melancólicos tonos; mientras que mis párpados, al cerrarse, insisten en que te mire, te proyectan en su interior y, por un momento, te siento cerca. Tal vez por eso duermo tanto. A pesar del sueño y el cansancio, el frío siempre me despierta, pues me mudé de tus tropicales brazos a mi gélido cuerpo solo, al que azota la intemperie. Aún no me abandonan tus caricias fantasma, que me erizan la piel varias veces al día; mis pulmones todavía suspiran, ignorando tu ausencia; y mis ojos lloran por un causa distinta a la alegría.
Aún tengo que aprender mucho. Demasiado. ¿Cómo se borran los recuerdos? ¿Cómo se eliminan los sentimientos obsoletos? ¿Dónde encuentro una nueva razón para continuar? ¿Y dónde demonios se ponen estas ganas de abrazarte?
Pero antes de comenzar con todo esto, responde unas cosas, te lo ruego: ¿Cómo se aprende? ¿Dónde se olvida? ¿Hacia dónde voy? ¿Y adónde va mi vida cuándo no te tengo? Tampoco conozco la respuesta a esa pregunta. Lo que sí sé es que no puedo llamar vida a mi existencia sin ti.
By Sergio Vergara.

miércoles, 12 de agosto de 2015

 Me da tanta lástima que no fueras tú!
¡Tantas veces me pareció que rimaban nuestros latidos!
Fue el humo el que dibujó palabras
...
fue el viento quién confundió
la tinta, la pluma, el cuaderno...
Hoy se lo lleva todo
como hojas otoño hasta el suelo.
Abriré los ojos.
Será en otra vida o respiro del tiempo.
O no.
Teresa Delgado © 2012
No digas que no te busqué. Indagué y clamé por ti. Puse las nubes del revés, registré cada porción de cielo, sembré de alertas el mar, interrogué al hombre del... faro. Y al final, pude alcanzarte, pastora de soledades. Bebías de la fuente clara, rozabas la oscuridad con tu halo ensoñador. Aquí me tienes. Soy tu mensajera. Dime qué es lo que quieres y prometo que jamás te daré la espalda.
Moon Naciente
AFTER SUCH PLEASURES… Julio Cortázar.
Esta noche, buscando tu boca en otra boca,
casi creyéndolo, porque así de ciego es este río
que me tira en mujer y me sumerge entre sus párpados,...
qué tristeza nadar al fin hacia la orilla del sopor
sabiendo que el placer es ese esclavo innoble
que acepta las monedas falsas, las circula sonriendo.

Olvidada pureza, cómo quisiera rescatar
ese dolor de Buenos Aires, esa espera sin pausas ni
esperanza.
Solo en mi casa abierta sobre el puerto
otra vez empezar a quererte,
otra vez encontrarte en el café de la mañana
sin que tanta cosa irrenunciable
hubiera sucedido.
Y no tener que acordarme de este olvido que sube
para nada, para borrar del pizarrón tus muñequitos
y no dejarme más que una ventana sin estrellas.
    “EL ÚLTIMO TE QUIERO”, por Antonio Gil-Terrón Puchades
    Ahora gritan los rastreros, voceros de celos y envidias, que ya no brillan por ti los luceros, aquellos que tanto querías, esos que por ti nacieron… esos que en el cielo se encendían cada vez que decías te quiero.
    Ya no brillan las estrellas, ya no brillan mis pupilas, y que frío y oscuro está mi lecho, ahora que ya no siento tu mano buscando la mía, mientras que algún día vuelva a amanecer, encogido espero.

martes, 11 de agosto de 2015

    TRECE ROSAS
    Aquí, en el centro virtual del corazón,
    me han brotado de pronto 13 rosas.
    Su perfume es del aire,...
    su color un delirio,
    su frescura perenne.
    José Miguel Junco Ezquerra
SI TUVIERA QUE DIBUJARTE
Si tuviera que dibujarte...
serías el mar
profundo, esquivo
lleno de secretos,
escondido en tu bravura
delatado por mi cuerpo.

Si tuviera que dibujarte
serías el mar
único, rebelde
majestad sin dueño,
acaricias con tus olas
pero te vas sin remedio.
Si tuviera que dibujarte
serías el mar
mágico, perenne
horizonte eterno,
y yo la roca que siempre
espera el siguiente beso.
Amaia Villa 

lunes, 10 de agosto de 2015

    Y si él tuviera tus ojos,
    azules como cielo.
    Y si él tuviera tus labios,
    perfectos para besar.
    Y si él tuviera tu pelo,...
    acariciarle quiero.
    Y si él tuviera tu voz,
    profunda y dulce
    me susurra en mis oídos
    palabras de amor.
    Si él tuviera tu cuerpo,
    perfecto para perderme en el
    como en un sueño.
    Si él fueras tú.

    ©Mavi Gómez
    ES MÁS TIERNA LA TARDE
    Es más tierna la tarde si tus ojos
    alargan la extensión de la mirada
    y nunca desembocan.
    ...
    Más tierna si tus brazos
    hunden la sed de amor en su cintura
    y amasan pan de trigo.
    Es más tierna la tarde si al lloverse
    tu cuerpo dulcifica su tristeza
    con un gesto expectante.
    Más tierna si te acunas atrevida
    entre sus blancas crines
    y haces como de mar.
    Más tierna si en lo cóncavo
    tu corazón le planta
    semillas al deseo.
    José Miguel Junco Ezquerra

sábado, 8 de agosto de 2015

“EL ÚLTIMO TE QUIERO”, por Antonio Gil-Terrón Puchades

Ahora gritan los rastreros, voceros de celos y envidias, que ya no brillan por ti los luceros, aquellos que tanto querías, esos que por ti nacieron… esos que en el cielo se encendían cada vez que decías te quiero.

Ya no brillan las estrellas, ya no brillan mis pupilas, y que frío y oscuro está mi lecho, ahora que ya no siento tu mano buscando la mía, mientras que algún día vuelva a amanecer, encogido espero.
"Para ver un Mundo en un Grano de Arena
Y un Cielo en una Flor Silvestre,
Sostén el Infinito en la palma de tu mano
Y la Eternidad en una hora."
William Blake

    LA LUNA ASOMA... Federico García Lorca.
    Cuando sale la luna
    se pierden las campanas
    y aparecen las sendas...
    impenetrables.
    Cuando sale la luna,
    el mar cubre la tierra
    y el corazón se siente
    isla en el infinito.
    Nadie come naranjas
    bajo la luna llena.
    Es preciso comer
    fruta verde y helada.
    Cuando sale la luna
    de cien rostros iguales,
    la moneda de plata
    solloza en el bolsillo.
    Pero me acuerdo aquí de que anda lejos
    el que vivió a la vuelta de mi espalda.
    Me acuerdo de su nombre perezoso
    que casi no quería ser palabra.
    Me acuerdo de su risa mal abierta
    riñéndole por dentro a la mirada,
    y de su frente que crecía
    y de su voz inútil como el alba
    y de un secreto que quedó inconcluso
    aquel domingo en que amó la nada.
    ¿Qué corazón saldría de este insomnio
    si yo supiera ser una muchacha?
    Pero me duele aquí, donde me canso,
    aquel hombre agobiado por crisálidas.
    Pero me duele aquí, donde soy sola,
    esta verdad metida entre dos alas.
    Qué corazón saldría de este insomnio...
    Carilda Oliver 
    Si no me das unas palabras que levanten mi conciencia, que enciendan mi ánimo, ¿para qué te quiero? Haceme subir un centímetro con tu poema, ...con tu libro, con tu cuento, con tu imaginación. Ascendeme. Estoy a tu disposición. Yo quiero que me subas. Cuando me cantes, cántame para levantarme.
    Armando Tejada Gómez
    ¿En qué lugar, en dónde, a qué deshoras me dirás que te amo? Esto es urgente porque la eternidad se nos acaba...”
    .
    Jaime Sabines. Maravilloso poeta mexicano.
    Amo tus pies porque anduvieron sobre la tierra y sobre el viento y sobre el agua, hasta que me encontraron".
    .
    PABLO NERUDA... "Los versos del Capitán
    El mar pliega las alas al atardecer... Blanca Varela (Poeta peruana)
    El mar pliega las alas al atardecer,
    tú no eres sino una pálida burbuja
    navegando al golpe ...del aliento,
    un negro trino,
    el sol que sale en el centro del pecho
    en mitad de la calle,
    un silencio en la música dura
    de la ciudad sin límites.

    Para atravesar ese océano,
    ese golpe de luz en la siesta,
    no bastaría la eternidad.

jueves, 6 de agosto de 2015

    Pero me acuerdo aquí de que anda lejos
    el que vivió a la vuelta de mi espalda.
    Me acuerdo de su nombre perezoso
    que casi no quería ser palabra.
    Me acuerdo de su risa mal abierta
    riñéndole por dentro a la mirada,
    y de su frente que crecía
    y de su voz inútil como el alba
    y de un secreto que quedó inconcluso
    aquel domingo en que amó la nada.
    ¿Qué corazón saldría de este insomnio
    si yo supiera ser una muchacha?
    Pero me duele aquí, donde me canso,
    aquel hombre agobiado por crisálidas.
    Pero me duele aquí, donde soy sola,
    esta verdad metida entre dos alas.
    Qué corazón saldría de este insomnio...
    Pero soy todo el blanco que se acaba,
    y no me porto bien con la alegría
    por lo que traigo al sur de mi garganta.
     Carilda Oliver 

martes, 4 de agosto de 2015

    Vuelo sola ..... y de amor me muero al verte como lágrima rolando al resplandor de su reflejo .
    MIGUEL VEYRAT ( fragmento )
No lucen los luceros acerados y blancos.
Todo se rompe y cae. Todo se borra y pasa,
Es el dolor que aúlla como un loco en un bosque.
Soledad de la noche. Soledad de mi alma.
El grito, el alarido. Ya no hay nada en la tierra!
La furia que amedrenta los cantos y las lágrimas.
Sòlo la sombra estéril partida por mis gritos.
Y la pared del cielo tendida contra mi alma!
 Pablo Neruda
Tengo miedo. Y me siento tan cansado y pequeño
que reflejo la tarde sin meditar en ella.
(En mi cabeza enferma no ha de caber un sueño
así como en el cielo no ha cabido una estrella.)

Sin embargo en mis ojos una pregunta existe
y hay un grito en mi boca que mi boca no grita.
No hay oído en la tierra que oiga mi queja triste
abandonada en medio de la tierra infinita!

Se muere el universo, de una calma agonía
sin la fiesta del sol o el crepúsculo verde.
Agoniza Saturno como una pena mía,
la tierra es una fruta negra que el cielo muerde.

Y por la vastedad del vacío van ciegas
las nubes de la tarde, como barcas perdidas
que escondieran estrellas rotas en sus bodegas.
Y la muerte del mundo cae sobre mi vida.
Pablo Neruda
Saudade -Qué será?... yo no sé... lo he buscado
en unos diccionarios empolvados y antiguos
y en otros libros que no me han dado el significado
de esta dulce palabra de perfiles ambiguos.

Dicen que azules son las montañas como ella,
que en ella se oscurecen los amores lejanos,
y un noble y buen amigo mío (y de las estrellas)
la nombra en un temblor de trenzas y de manos.

Y hoy en Eca de Queiroz sin mirar la adivino,
su secreto se evade, su dulzura me obsede
como una mariposa de cuerpo extraño y fino
siempre lejos -tan lejos!- de mis tranquilas redes.

Saudade... Oiga, vecino, sabe el significado
de esta palabra blanca que como un pez se evade?
No... Y me tiembla en la boca su temblor delicado.
Saudade...
Neruda

lunes, 3 de agosto de 2015

    Aún nos quedan unas horas más para irnos a la magia, a volar con las brujas, a escondernos en sus cuevas. Pero no hay tiempo, amigo, ya no tengo tiempo para despedirte como te mereces. Ya no me queda tiempo para darte los abrazos que me brotan del corazón, para susurrarte silencios, para contarte las historias que me cuentan mis pájaros bajo la arboleda. Porque aquí, amigo, quedan también tus huellas, tus pasos a veces temerosos, a veces osados. Porque aquí, amigo, dejas vestigios del amor inconfeso que profesas; y tu estampa acalorada; y quedan tus memorias, y tus evocaciones
    Juan Goñi

sábado, 1 de agosto de 2015



“EFÍMEROS”
Se llenan de dudas
los mundos llenos de lluvias,
De finales sin principio,
De lunas sin noches.
Se justifican los sentimientos
en pasiones efímeras,
En camas que no son de nadie,
En caricias que no tienen vida.
Mueren las noches
en compañías que nada significan,
En placeres
que poco a poco rompen el alma,
Creando vacíos en el tiempo
en el que los corazones se vuelven fríos.
Como los vuelos de garzas
amaneciendo en lagunas sin agua,
Bebiendo las vidas no correspondidas
se justifican las pasiones desmedidas,
Entre soledades postergadas
a la oscuridad del momento,
Que no aplacan el dolor
ni calman la sed del alma.
Justificar lo injustificable
En momentos efímeros,
Para no mirarse en el espejo
descubriendo la fría soledad.
(28.09.2014)
“ACACIAS DERRIBADAS”
Yo te recuerdo
con la inmensidad
de quien
con el alma ha querido.

El amor,
para el que ama,
es una ventana abierta
desde donde se ve
un solo camino.

Yo te recuerdo
en atardeceres
donde el amor apretaba
hasta fundir
nuestros sentidos.

El amor,
cuando se aleja,
es un camino de tierra
que el viento
se va llevando
para dejarlo
en otros caminos
 Dunia
    Desde un interno hablar a paraíso
    supo el poeta, a la rosa sin espinas
    dar sonido al color y una memoria
    encendida y honda a su fragancia.
    ...
    Y desnudó en Edén el jardín simple
    Nimbada fue la rosa ahí súbitamente
    con pureza de luz y una añoranza
    de sumergida alba que despunta.
    Busco un hilo de luz para esa rosa
    que en laberinto vegetal o escrito
    desentrañe al oído el ser más puro
    Busco un hilo de luz que la desande,
    por su abierta intimidad, en la belleza
    del amante jardín que nos espera.
    VERÓNICA VOLKOW