martes, 30 de junio de 2015

Noche arriba los dos con luna llena,
yo me puse a llorar y tú reías.
Tu desdén era un dios, las quejas mías
momentos y palomas en cadena.

Noche abajo los dos. Cristal de pena,
llorabas tú por hondas lejanías.
Mi dolor era un grupo de agonías
sobre tu débil corazón de arena.

La aurora nos unió sobre la cama,
las bocas puestas sobre el chorro helado
de una sangre sin fin que se derrama.

Y el sol entró por el balcón cerrado
y el coral de la vida abrió su rama
sobre mi corazón amortajado.
Federico García Lorca
Si alguien llama a tu puerta, amiga mía,
y algo en tu sangre late y no reposa
y en tu tallo de agua, temblorosa,
la fuente es una líquida de armonía.
Si alguien llama a tu puerta y todavía
te sobra tiempo para ser hermosa
y cabe todo abril en una rosa
y por la rosa desangra el día
Si alguien llama a tu puerta una mañana
sonora de palomas y campanas
y aún crees en el dolor y en la poesía
Si aún la vida es verdad y el verso existe.
Si alguien llama a tu puerta y estás triste,
abre, que es el amor, amiga mía.
Gabriel García Marquez
Para hallarte esta noche las pupilas distantes,
he dominado cielos, altamares, y prados.
He deshecho el sollozo de los ecos perdidos...
tengo el hondo infinito jugando entre mis manos.

Siénteme la sonrisa. Es el último sueño
de una espiga del alba que se unió a mi reclamo...
Yo quiero que adelantes en espíritu y alas
mi canción enredada de trinos y de pájaros.

Te esperaré la vida. Levántame el ensueño.
Mírame toda en ascuas. Recuéstate en mis labios.
¡Tan simple, que en mitades iguales de armonía,
se rompieran a un tiempo tus lazos y mis lazos!

Vuélvete la caricia. No quiero que limites
tus ojos en mi cuerpo. Mi senda es el espacio.
Recorrerme es huirse de todos los senderos...
Soy el desequilibrio danzante de los astros.

 Julia de Burgos

lunes, 29 de junio de 2015

    Y ya que estás distante,
    que pensarán los árboles,
    qué dirán las canciones,
    cómo verá la noche mi soledad de ríos;
    dónde pondrán su ronda los niños de la tarde,...
    adónde irán los pájaros sin tu risa y mi silbo
    y la calle tan sola con sus puertas inútiles
    y las sombras sin besos
    y los perros perdidos;
    ahora que la ausencia me interrumpe la boca,
    ahora que me esperas tan allá de los niños.

    Se nos ha muerto el año.
    Yo le veo el invierno
    hecho de un solo frío,
    de un solo tajo solo
    a la mitad de agosto,
    de una dura distancia
    larga, definitiva.
    Porque de pronto sobran los barcos,
    los andenes
    y de pronto este rumbo ya no tiene sentido
    como si nadie fuera hacia ninguna parte
    o alguien hubiera muerto a mitad de camino.
    Alguien.
    Mi voz. Tu pelo. Las cosas que no dije.
    La flor de tu vestido.
    Se nos ha muerto el año donde dejé tu nombre
    para que recobrara su condición de estío.
    Ya no sé,
    nunca entiendo estas precarias sílabas,
    cosas que no recuerdo de pronto me dominan:
    te dije que tenías la piel como de humo?
    que de estarme en tus ojos me conozco el origen?
    te he enseñado el misterio de los árboles solos?
    sabes ya que tus manos son dos siestas dormidas?
    No sé,
    nunca recuerdo tanta distancia,
    tanta
    canción que no he cantado cuando anduvimos juntos
    Me dolería mucho no haberte dicho todo
    lo que llevo en la boca casi como otra risa.
    Armando Tejada Gomez


Tal vez le diga a alguien que has estado
-no sé qué tiempo,
                                 nunca sabré cuánto-
junto a mis soledades tumultuosas
llenándome de coplas la guitarra.
Si alguien te preguntara cómo entiendo
la vida y el amor, has de decirle
que no creo en la muerte,
                                            que hace mucho
salí a besar la frente de los niños.
Armando Tejada Gomez

domingo, 28 de junio de 2015

Y entonces tú.
                     Entonces me creciste
de un eco dulce que en la fe llevaba.
Yo te besé en la luz,
                              donde se besan
la madera, los pájaros y el agua,
porque era necesario que tuvieras
un clima donde andar con tu milagro,
una lluvia de júbilo a tu diestra
y un badajo de sol por las mañanas.
Era tan necesario darte espacio,
                                               lugar en la canción,
sitio en el alba,
mientras yo hilaba mi canción agreste
con el viento que hilaba tu costado.
Por eso fue distinto,
                             parecía
que el río te llevaba de la mano
para que hasta la sal te conociera
antes de ser espuma entre las aguas.
Ibas hacia la noche como el día
con un paso apagado y otro en llamas,
lenta de tu misterio,
                             promovida
por un rumor de niños y campanas.
Y hubo que hacer de nuevo cada cosa:
la minuciosa flor, la lluvia;
                                     tanto
que llegada al amor no fue posible
penetrar en lo muerto y olvidarte,
porque tú,
               fundadora, regresabas
hasta habitar mi voz con tu imbatible
diapasón de nacer,
                            prieto en la carne;
propagadora de la miel del mundo,
llegaste a mi canción con tu rescate
y en realidad fue nueva cada cosa
a partir de la luna en que llegaste.
Armando Tejada Gomez
Si ahora digo amor tal vez no diga
que la ausencia me mira del fondo de tus ojos,
que aquí estuvimos juntos,
                                       que fue hermoso
y que el sol conocía tu perfil de memoria.
Tal vez sea imposible que alguien sepa lo claro,
lo luz que fue llevarte de la mano pequeña
como a un tallo mecido por un viento de música
hacia los territorios donde aguarda el silencio.
Y ya que estás distante,
                                    que pensarán los árboles,
qué dirán las canciones,
cómo verá la noche mi soledad de ríos;
dónde pondrán su ronda los niños de la tarde,
adónde irán los pájaros sin tu risa y mi silbo
y la calle tan sola con sus puertas inútiles
y las sombras sin besos
                                    y los perros perdidos;
ahora que la ausencia me interrumpe la boca,
ahora que me esperas tan allá de los niños.
Se nos ha muerto el año.
Armando Tejada Gomez
    Clementina Romero Bateman
    Todavía
    No lo creo todavía ...
    estás llegando a mi lado
    y la noche es un puñado
    de estrellas y de alegría

    palpo gusto escucho y veo
    tu rostro tu paso largo
    tus manos y sin embargo
    todavía no lo creo
    tu regreso tiene tanto
    que ver contigo y conmigo
    que por cábala lo digo
    y por las dudas lo canto
    nadie nunca te reemplaza
    y las cosas más triviales
    se vuelven fundamentales
    porque estás llegando a casa
    sin embargo todavía
    dudo de esta buena suerte
    porque el cielo de tenerte
    me parece fantasía
    pero venís y es seguro
    y venís con tu mirada
    y por eso tu llegada
    hace mágico el futuro
    y aunque no siempre he entendido
    mis culpas y mis fracasos
    en cambio sé que en tus brazos
    el mundo tiene sentido
    y si beso la osadía
    y el misterio de tus labios
    no habrá dudas ni resabios
    te querré más
    todavía.

     
REPERCUSIÓN
Justo cuando iba a escribir
tu nombre a favor del viento
vimos seres que caían...
bajo una lluvia infernal
próximos a la frontera.
Y el alhelí se murió
y se cerraron las bocas
y amparados en la noche
de pura rabia, lloramos.
Justo cuando iba a escribir
tu nombre a favor del viento.

 José Miguel Junco Ezquerra

sábado, 27 de junio de 2015

    Esta noche de luna, y tú, lejana.
    Necesito a mi lado tus preguntas
    y encontrarte en el aire vuelta brasa,
    vuelta una llama dulce,
    vuelta silencio y regazo,
    vuelta noche y reposo, como cuando
    guiábamos la luna nuestra hasta la casa.
    Qué manojo de rosas olvidadas.
    Qué tibia pluma y mansa luz,
    tu cuerpo como un árbol,
    como un árbol gritando,
    con tanto poro abierto, con tanta sangre
    en olas dulces elevándose.
    Oh, sagrado torrente del naufragio.
    Cómo amaría perderme
    y encontrarte.
    Isaac Felipe Azofeifa

viernes, 26 de junio de 2015

¡Si fuera todo mar,
para nunca salirme de tu senda!
¡Si Dios me hiciera viento,
para siempre encontrarme por tus velas!
...
¡Si el universo acelerara el paso,
para romper los ecos de esta ausencia!
Cuando regreses, rodará en mi rostro
la enternecida claridad que sueñas.
Para mirarte, amado,
en mis ojos hay público de estrellas.
Cuando me tomes, trémulo,
habrá lirios naciendo por mi tierra,
y algún niño dormido de caricia
en cada nido azul que te detenga.
Nuestras almas, como ávidas gaviotas,
se tenderán al viento de la entrega,
y yo, fuente de olas, te haré cósmico...
¡Hay tanto mar nadando en mis estrellas!
Recogeremos albas infinitas,
las que duermen al astro en la palmera,
las que prenden el trino en las alondras
y levantan el sueño de las selvas.
En cada alba desharemos juntos
este poema exaltado de la espera,
y detendremos de emoción al mundo
al regalo nupcial de auroras nuestras.
Julia de Burgos
Fue tan sólo una ráfaga,
una ráfaga húmeda que corto mi sonrisa
me izó en los crepúsculos entre caras de espanto.

Tú nadabas mis olas retardadas e inútiles,
por poco me parto de dolor esperando...

Pero llegaste, fértil,
más intacto y más blanco.
me llevaste, épico,
venciéndote en ti mismo los caminos cerrados.

Hoy anda mi caricia
derribada, tendida,
sobre un inmenso azul de sueños con mañana.

Soy ola de abandono,
tus playas ya saltan certeras, por mis lágrimas.

¡Amante, la ternura desgaja mis sentidos...
o misma soy un sueño remando por tus aguas!
 Julia De Burgos
YA NO ES MÍO MI AMOR
Si mi amor es así, como un torrente,
como un río crecido en plena tempestad,
como un lirio prendiendo raíces en el viento,
como una lluvia íntima,
sin nubes y sin mar...

Si mi amor es de agua,
¿por qué a rumbos inmóviles lo pretenden atar?

Si mi amor rompe suelos,
disuelve la distancia como la claridad,
ataja mariposas al igual que luceros,
y cabalga horizontes como cruza un rosal...

Si el universo es átomo siguiéndome las alas,
¿por qué medirme el trino cuando rompe a cantar?

Si mi amor ya no es mío,
es yo misma borrando las riberas del mar,
yo inevitablemente y fatalmente mía,
germinándome el alma en mis albas de paz...

Si mi amor ya no roza fronteras con mi espíritu,
¡qué canción sin su vida puede ser en mi faz?

¡Si mi amor ya no es mío!
Es tonada de espumas en los labios del mar...
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    No sé seguirte
    No sé si quieres cantar conmigo
    Mi garganta duele a punto del llanto...
    A punto estoy de caerme
    Y...
    entonces...
    sobre mi pedacito de cielo,
    vuelvo a escuchar tu canto
    Alegre...
    Me alegra
    Me alienta
    Me provoca
    Me encanta
    ...
    Y...
    Se va...
    Me deja...
    De nuevo, se aleja en un vuelo que,
    Mortal,sin alas,
    yo...no puedo...
    Te vas y, ahora,
    la noche,
    qué fría y sin alma ,
    mientras el amanecer llega...
    (tomado del muro de Mario Fuentes )

jueves, 25 de junio de 2015


Que no te falte tiempo
para comer con los amigos,
partir el pan,
reconocerse en las miradas.
Deseo, que la noche
se te transforme en música,
y la mesa en un largo
sonido de campanas.
Que nada te desvíe,
que nada te disturbe,
que siempre tengas algo
de hoy para mañana.
Y que lo sepas dar
para regar las plantas,
para cortar la leña,
para encender el fuego,
para ganar la lucha,
para que tengas paz.
Que es la grave tarea
que me he impuesto esta noche,
hermano mío.
Hamlet Lima Quintana
(Teoría de los buenos deseos)
Hay gente que con solo decir una palabra
Enciende la ilusión y los rosales;
Que con solo sonreír entre los ojos
Nos invita a viajar por otras zonas,
Nos hace recorrer toda la magia.
Hay gente que con solo dar la mano
Rompe la soledad, pone la mesa,
Sirve el puchero, coloca las guirnaldas,
Que con solo empuñar una guitarra
Hace una sinfonía de entrecasa.
Hay gente que con solo abrir la boca
Llega a todos los límites del alma,
Alimenta una flor, inventa sueños,
Hace cantar el vino en las tinajas
Y se queda después, como si nada.
Y uno se va de novio con la vida
Desterrando una muerte solitaria
Pues sabe que a la vuelta de la esquina
Hay gente que es así, tan necesaria.

De Hamlet Lima Quintana
(Gente)
Se miraban.
Qué esfera de vigilia donde mirarse quietos,
sintiéndose la sangre como por dos afluentes
de una vena increíble.
Primero se miraban y se miraban solos,
el peso de los sueños, la hechura de la vida,
la voz de únicamente llamarse por sus nombres,
el gesto ineludible de mirarse tan hondo,
tan hondo, hasta el origen. Acaso se sabían
desde antes
y por eso....
Pero ellos se miraban como si bebiesen
un agua muy, muy dulce, y la bebiesen solos
o a nadie le pudiera saber tan dulcemente
y por eso mirarse de ese modo tan suyo,
perdidos en sí mismos, mirándose insaciables,
porque así se ayudaban a crecer. Se querían.
Por eso se miraban.
Por eso se miraron después ampliando el círculo
de luz al infinito.
Y en todo se miraban después, reconociéndose.
Y no había otra forma de vivir. La vida era
un gran deber de amarse.
Queriéndose podían
construir el horizonte,
¡iluminar el mundo!
Hamlet Lima Quintana
LA BREVE PALABRA... Hamlet Lima Quintana (Argentina)
A veces el silencio es la palabra justa,
la que enciende las luces, la que mejor se escucha,
la que place o se sufre cargada de milenios,...
la que otorga hermosura,
la flor del pensamiento.

En ese momento de la clara armonía,
de la mejor tristeza, de la entera alegría.
Es el gran fundamento que ronda a la grandeza:
tu palabra y la mía
habitan el silencio.
Por eso la palabra debe ser pronunciada
como una ceremonia con aire de campanas,
una fiesta del alma, farol del pensamiento,
porque fue generada
por el mejor silencio.

miércoles, 24 de junio de 2015

HUGO GOLA.... POETA ARGENTINO
EL POEMA que viene
sin buscarlo
va tan lejos como...
puede
el poema que salta
de la ranura instantánea
a la palabra
sólo persiste
si hay un rostro
si una luz semejante
cobija la voz
no importa dónde

Entonces cruza el frío
la noche
cruza el desierto
avanza
besa silente
la raíz oculta
y allí
construye para siempre
su morada.

martes, 23 de junio de 2015

    "Soñaba yo: mis párpados henchidos
    de lágrimas sentía;
    soñé que estabas en la tumba, muerta,
    y muerta te veía...
    Era un sueño no más , pero despierto...
    lloraba todavía.

    Estaba yo soñando, y por la cara,
    el llanto me corría;
    soñé que te arrancaba de mi lado
    alguno, vida mía...
    Era un sueño no más, pero despierto
    lloraba todavía.
    Soñaba yo... Me ahogaban los sollozos,
    el llanto me bebía...
    Estaba yo soñando que me amabas,
    ¡soñando que eras mía!
    Era un sueño no más, no más que un sueño,
    y lloro, más que nunca, todavía!"
    Poema: "Soñaba"
    Autor: Manuel María Flores (México, 1840 - 1885)

     

    NOSTALGIA... Rosario Castellanos (Poeta de México)
    Ahora estoy de regreso.
    Llevé lo que la ola, para romperse, lleva
    -sal, espuma y estruendo-,...
    y toqué con mis manos una criatura viva;
    el silencio.

    Heme aquí suspirando
    como el que ama y se acuerda y está lejos.

     

lunes, 22 de junio de 2015

Con mi alma
doblada sobre ti
las miradas recorren,
traslúcida, tu carne
y apartan dulcemente
las señas corporales,
por ver si hallan detrás
las formas de tu sueño.
No lo encuentran. Y entonces
pienso en tu sueño. Quiero
descifrarlo. Las cifras
no sirven, no es secreto.
Es sueño y no misterio.
Y de pronto, en el alto
silencio de la noche,
un soñar mío empieza
al borde de tu cuerpo;
en él el tuyo siento.
Tú dormida, yo en vela,
hacíamos lo mismo.
No había que buscar:
tu sueño era mi sueño.

Luis Cernuda
¡Si tuviera yo un barco de gaviotas,
para sólo un instante detenerlos,
y gritarle mi voz a que se batan
en un sencillo duelo de misterio!

Que uno en el otro encuentren su voz propia,
que entrelacen sus sueños en el viento,
que se ciñan estrellas en los ojos
para que den, unidos, sus destellos.

Que sea un duelo de música en el aire
las magnolias abiertas de sus besos,
que las olas se vistan de pasiones
y la pasión se vista de veleros.

Todo el color de aurora despertada
el mar y tú lo estiren en un sueño
que se lleve mi barco de gaviotas
y me deje en el agua de dos cielos.
Julia de Burgos
Antonio Machado

Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.


Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
    ESA TIERRA DORMIDA
    Fuegos que miran desde atrás de mis pupilas
    ardidas causas que de adentro explican
    que parte de las almas que se queman...
    sus lánguidos azares me musitan
    de forma constelada en explosiones
    gritando África, África,
    por Dios,
    cómo pueden quemar tanta belleza
    cómo pueden los tontos gobernar
    vencer con falsos cánones
    la vida,
    cristales que llamamos hoy diamantes,
    marfil que son los dientes de elefantes,
    petroleo que es la sangre
    de la tierra,
    los hombres que se mueren de infecciones,
    de guerras que sembraron desde Europa,
    como arden los ojos por detrás
    quemándose
    de tanta comprensión
    que nada puede hacer,
    solo nombrar...

    África,
    el continente de la fe
    que era antes misterio de la vida,
    ahora solo es la caja menor
    de hombres apoyados por doctrina,
    los banqueros, los grandes traficantes,
    los que siembran las guerras a distancia
    para obtener de la muerte su ganancia,
    los que nacieron en ella
    y su abandono,
    y aún no hallan la forma de volver
    a dejar sobre su suelo la semilla
    de un futuro que pueda renacer,
    y que no muera más vida,
    no muera más...
    JOSÉ IGNACIO RESTREPO

     

domingo, 21 de junio de 2015

TE QUIERO
Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos
tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro
tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos
y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero
y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola
te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Mario Benedetti
"Hoy te encontré, mi viejo,
mi amigo de aventuras,
mi duende de los cuentos, ...
mi guía, mi nostalgia,
mi sol, y mi maestro.

Hoy te encontré tan vida
que me puse a tu lado
para nacer de nuevo.
TE QUIERO, PADRE MÍO,
en todos mis olvidos
y en todos mis recuerdos..."
JORGE SOSA, poeta de Mendoza, Argentina.
PERIFERIAS
Mirando desde afuera y sin criterio,
alguien podría pensar, puro accidente,
que somos una exótica corriente...
en mitad de un marino cementerio.

Seres extraños de algas y de espuma
que, vaya usted a saber con qué motivo,
habitamos el mundo de los vivos
ocultos en lo denso de la bruma.
Mirando desde el centro mesetario,
alguien podría pensar, simple ignorancia,
que somos de unas piedras moradores.
Los hijos de un volcán, su redundancia,
restos de un maremoto estrafalario,
parientes pobres de los ruiseñores.
José Miguel Junco Ezquerra

sábado, 20 de junio de 2015

    Amor prohibido
    Solo tú y yo sabemos lo que ignora la gente
    al cambiar un saludo ceremonioso y frío,
    porque nadie sospecha que es falso tu desvío,...
    ni cuánto amor esconde mi gesto indiferente.

    Solo tú y yo sabemos porqué mi boca miente,
    relatando la historia de un fugaz amorío;
    y tú apenas me escuchas y yo no te sonrío...
    y aún nos arde en los labios algún beso reciente.
    Solo tú y yo sabemos que existe una simiente
    germinando en la sombra de este surco vacío,
    porque su flor profunda no se ve, ni se siente.
    Y así, las dos orillas, tu corazón y el mío,
    pues, aunque las separa la corriente de un río,
    por debajo del río se unen secretamente.
    José Ángel Buesa

     
Vimos desde el cuarto despertar el día
y sonar el alba en  Torre la Vela.
Dejaste mis brazos cuando amanecía
y en mi boca un gusto de menta y canela.
«Serrana, para un vestío
yo te quiero regalá».
Yo te dije: «Estás cumplío,
no me tienes que dar na».
Subiste ar caballo,
te fuiste de mí
y nunca una noche
más bella de mayo
he vuelto a viví.

Ojos verdes, verdes como la albahaca.
Verdes como el trigo verde
y el verde, verde limón.
Ojos verdes, verdes, con brillo de faca,
que están clavaítos en mi corazón.
Pa mí ya no hay soles, luceros ni luna,
no hay más que unos ojos que mi vía son.
Ojos verdes, verdes como la albahaca.
Verdes como el trigo verde
y el verde, verde limón.

Rafael de León
Nunca quise a nadie así;
voy borracho de cariño,
desnudo de conveniencias
y abroquelado de ritmos
como un Quijote de luna
con armadura de lirios.

Te quiero de madrugada,
cuando la noche y el trigo
hablan de amor a la sombra
morena de los olivos;
cuando se callan los niños
y las mocitas esperan
en los balcones dormidos;
te quiero siempre: mañana,
tarde, noche... ¡por los siglos,
de los siglos! ¡Amén! Te
querré constante y sumiso,
y cuando ya me haya muerto
antes que llegue tu olvido,
por la savia de un ciprés
subiré delgado y lírico,
hecho solamente voz
para decirte en un grito:
¡Te quiero! ¡Te quiero muerto
igual que te quise vivo!
Rafael de León


    Necesito de ti de tu presencia, de tu alegre locura enamorada. No soporto que agobie mi morada la penumbra sin labios de tu ausencia. Necesito de ti, de tu clem...encia, de la furia de luz de tu mirada; esa roja y tremenda llamarada que me impones , amor, de penitencia. Necesito tus riendas de cordura y aunque a veces tu orgullo me tortura ,de mi puesto de amante no dimito. Necesito la miel de tu ternura ,el metal de tu voz ,tu calentura. Necesito de ti , te necesito. (Rafael de León )


jueves, 18 de junio de 2015

    ESTOS POEMAS… Ángel González (poeta español)
    Estos poemas los desencadenaste tú,
    como se desencadena el viento,
    sin saber hacia dónde ni por qué....
    Son dones del azar o del destino,
    que a veces
    la soledad arremolina o barre;
    nada más que palabras que se encuentran,
    que se atraen y se juntan
    irremediablemente,
    y hacen un ruido melodioso o triste,
    lo mismo que dos cuerpos que se aman.
Ahora que ya te fuiste, te diré que te quiero.
Ahora que no me oyes, ya no debo callar.
Tú seguirás tu vida y olvidarás primero...
Y yo aquí, recordándote, a la orilla del mar.

Hay un amor tranquilo que dura hasta la muerte,
y un amor tempestuoso que no puede durar.
Acaso aquella noche no quise retenerte...
y ahora estoy recordándote a la orilla del mar.

Tú, que nunca supiste lo que yo te quería,
quizás entre otros brazos lograrás olvidar...
Tal vez mires a otro, igual que a mí aquel día...
Y yo aquí, recordándote, a la orilla del mar.

El rumor de mi sangre va cantando tu nombre,
y el viento de la noche lo repite al pasar.
Quizás en este instante tú besas a otro hombre...
Y yo aquí, recordándote, a la orilla del mar...

Y yo aquí, recordándote, a la orilla del mar...

José Ánge Buesa

Luis  Cernuda
Es sueño y no misterio.
Y de pronto, en el alto
silencio de la noche,
un soñar mío empieza
al borde de tu cuerpo;
en él el tuyo siento.
Tú dormida, yo en vela,
hacíamos lo mismo.
No había que buscar:
tu sueño era mi sueño.
Pablo Neruda
Amor, cuántos caminos hasta llegar a un beso,
qué soledad errante hasta tu compañía!
Siguen los trenes solos rodando con la lluvia.
En Taltal no amanece aún la primavera.

Pero tú y yo, amor mío, estamos juntos,
juntos desde la ropa a las raíces,
juntos de otoño, de agua, de caderas,
hasta ser sólo tú, sólo yo juntos.

Pensar que costó tantas piedras que lleva el río,
la desembocadura del agua de Boroa,
pensar que separados por trenes y naciones

tú y yo teníamos que simplemente amarnos,
con todos confundidos, con hombres y mujeres,
con la tierra que implanta y educa los claveles.

Mario Benedetti
Cuando uno se enamora las cuadrillas
del tiempo hacen escala en el olvido
la desdicha se llena de milagros
el miedo se convierte en osadía
y la muerte no sale de su cueva
enamorarse es un presagio gratis
una ventana abierta al árbol nuevo
una proeza de los sentimientos
una bonanza casi insoportable
y un ejercicio contra el infortunio
por el contrario desenamorarse
es ver el cuerpo como es y no
como la otra mirada lo inventaba
es regresar más pobre al viejo enigma
y dar con la tristeza en el espejo.


¿Quieres que de ese néctar delicioso
no te amargue la hez?
Pues aspírale, acércale a tus labios
y déjale después.

¿Quieres que conservemos una dulce
memoria de este amor?
Pues amémonos hoy mucho, y mañana
digámonos: ?¡Adiós!
Gustavo Adolfo Bécquer
Que uno en el otro encuentren su voz propia,
que entrelacen sus sueños en el viento,
que se ciñan estrellas en los ojos
para que den, unidos, sus destellos.

Que sea un duelo de música en el aire
las magnolias abiertas de sus besos,
que las olas se vistan de pasiones
y la pasión se vista de veleros.

Todo el color de aurora despertada
el mar y tú lo estiren en un sueño
que se lleve mi barco de gaviotas
y me deje en el agua de dos cielos.

Julia de Burgos
Te he recogido en huellas de canciones marinas
donde una vez dejaste corazones de agua enamorados.

Te he sacado del tiempo?

¡Cómo te he levantado en un lirio de luz
que floreció mi mano al recordarte !

¿Por qué me corre el mar ?
Tú eres vivo universo contestándome
 Julia de Burgos 

miércoles, 17 de junio de 2015

Amantes

Se amaban. No estaban solos en la tierra;
tenían la noche, sus vísperas azules,
sus celajes.

Vivían uno en el otro, se palpaban
como dos pétalos no abiertos en el fondo
de alguna flor del aire.

Se amaban. No estaban solos a la orilla
de su primera noche.
Y era la tierra la que se amaba en ellos,
el oro nocturno de sus vueltas,
la galaxia.

Ya no tendrían dos muertes. No iban a separarse.
Desnudos, asombrados, sus cuerpos se tendían
como hileras de luces en un largo aeropuerto
donde algo iba a llegar desde muy lejos,
no demasiado tarde.

 Eugenio Montejo

martes, 16 de junio de 2015

En este instante, breve y duro instante...
En este instante, breve y duro instante,
¡cuántas bocas de amor están unidas,
cuántas vidas se cuelgan de otras vida
exhaustas en su entrega palpitante!

Fugaz como el destello de un diamante,
¡qué de manos absurdamente asidas
quieren cerrar las más leves salidas
a su huida perpetua e incesante!

Lentos, aquí y allá, y adormecidos,
¡tantos labios elevan espirales
de besos!... Sí, en este instante, ahora

que ya pasó, que ya lo hube perdido,
del cual conservo sólo los cristales
rotos, primera ruina de la aurora.
(En este instante, breve, y duro instante...)
 Ángel González
Alga quisiera ser, alga enredada...
Alga quisiera ser, alga enredada,
en lo más suave de tu pantorrilla.
Soplo de brisa contra tu mejilla.
Arena leve bajo tu pisada.

Agua quisiera ser, agua salada
cuando corres desnuda hacia la orilla.
Sol recortando en sombra tu sencilla
silueta virgen de recién bañada.

Todo quisiera ser, indefinido,
en torno a ti: paisaje, luz, ambiente,
gaviota, cielo, nave, vela, viento…

Caracola que acercas a tu oído,
para poder reunir, tímidamente,
con el rumor del mar, mi sentimiento.

 Ángel González

lunes, 15 de junio de 2015

    CALLA
    En la arruga solitaria
    de la piedra se pierde
    silencioso el desierto....
    Una nube pide paso
    orgullosa entre las sombras
    del cielo.
    La luna me mira desde
    lo alto, único testigo,
    impertérrito y leal.
    Calla, que no se despierte
    el viento...,
    calla, que no se atormente
    el cielo...,
    calla, que no giman las estrellas...
    Calla, que la noche ha
    de hablarme solamente
    de tu amor.

    ©Loli Belbel
    ¿COMO empezó la historia ?
    Seria triste escribirla ,un beso o una lágrima por sílaba ,
    cien por verso.
    ¿A qué se debe esto ?....
    ...En qué pensaba Dios ...
    al tropezarnos ,
    que ángel le convenció
    de que agitara
    tus ojos ,tu pasión
    y mi inconsciencia.
    Quién hizo este camino
    y lo plantó después
    con clavos y caricias,
    quién descubrió
    el funcionamiento de los fuegos ....

    Lola Mayo Canuria (Fragmento)
    La lágrima fue dicha.
    Olvidemos
    el llanto
    y empecemos de nuevo, ...
    con paciencia,
    observando a las cosas
    hasta hallar la menuda diferencia
    que las separa
    de su entidad de ayer
    y que define
    el transcurso del tiempo y su eficacia.

    ¿A qué llorar por el caído
    fruto,
    por el fracaso
    de ese deseo hondo,
    compacto como un grano de simiente?
    No es bueno repetir lo que está dicho.
    Después de haber hablado,
    de haber vertido lágrimas,
    silencio y sonreíd:
    nada es lo mismo.
    Habrá palabras nuevas para la nueva historia
    y es preciso encontrarlas antes de que sea tarde.
    Ángel González ( Publicado por Pilar Lucero Ramirez )

     
    GÉNESIS
    He llegado de nuevo a mi puerta
    tras seguir el rastro que el viento dejaba en las flores.
    ...
    Con los ojos cerrados te he visto,
    he sabido que allí donde estalla la noche,
    es decir en tu pecho
    se encontraba mi sacra morada.
    La bandada de pájaros versos
    picoteando un cielo cuajado de nubes
    han llovido vivaces recuerdos.
    Es decir, que he sabido que vuelvo
    al lugar donde Dios me nombró
    y tú ,de la nada, me hiciste.
    Teresa Delgado © 2015
Mereces un amor que te quiera despeinada, con todo y las razones que te levantan de prisa, con todo y los demonios que no te dejan dormir. Mereces un amor que te haga sentir segura, que pueda comerse al mundo si camina de tu mano, que sienta que tus abrazos van perfectos con su piel. Mereces un amor que quiera bailar contigo, que visite el paraíso cada vez que mira tus ojos, y que no se aburra nunca de leer tus expresiones. Mereces un amor que te escuche cuando cantas, que te apoye en tus ridículos, que respete que eres libre, que te acompañe en tu vuelo, que no le asuste caer. Mereces un amor que se lleve las mentiras, que te traiga la ilusión, el café y la poesía. F K Frida Kalo
 
    UNA MUJER Y UN HOMBRE
    Una mujer y un hombre llevados por la vida,
    una mujer y un hombre cara a cara
    habitan en la noche, desbordan por sus manos,...
    se oyen subir libres en la sombra,
    sus cabezas descansan en una bella infancia
    que ellos crearon juntos, plena de sol, de luz,
    una mujer y un hombre atados por sus labios
    llenan la noche lenta con toda su memoria,
    una mujer y un hombre más bellos en el otro
    ocupan su lugar en la tierra.
    Tomado del blog El paseante de libros

domingo, 14 de junio de 2015


Ay, los besos!
Quizás, no exista nada más íntimo entre dos personas que un beso, el beso, ese beso. En el acto de besar por primera vez a quien amamos, hay una suerte de somet...imiento, de aquiescencia silenciosa del hecho de dejar de pertenecernos. Lorca relacionaba con la lluvia el primer beso, yo lo siento en la memoria demasiado próximo al fuego; tal vez sea las dos cosas. En cada beso que damos desde el vértigo, nos rendimos a los designios de lo hermético, de lo que no sabemos ni queremos saber; de lo que nunca sabremos. Nos perpetuamos allí donde nos volvemos agua, aguacero. Acatamos el mandato de un impulso breve y misterioso que nos convierte inmediatamente en otros, en otras, en unos que continuarán transformándose en cada tacto de boca contra boca, de lengua buscándose en la sed y en la carne de otra lengua. Al besar, depositamos todo el cuerpo en nuestros labios, y todo lo que somos existe sólo en la tibia piel rosada que espera; pulsamos desde ahí buscando la infinitud que únicamente encontraremos en los labios del otro, de la otra. El instante de darnos está precedido de un relámpago, de una mirada sibilina que no quiere ver sino sentir la proximidad de lo que se ambiciona. “El mundo cambia cuando dos se besan”, dijo Paz, y el mundo no es otra cosa que esos dos, los que se besan. La completud de dos seres que se aman es imposible sin el beso y quererse no es más que besarse hasta rendirse. Cuando ya no hay sorpresa ni temblor en el instante del beso, algo sin dudas ha muerto. El hombre que besa a una mujer sin inflamarse, la mujer que besa a un hombre sin iluminarse, los que cometen el beso autómata, mecánico, el que se da porque sí o porque hay que darlo, el beso expirado, el vencido, el vendido, el comprado, el adquirido en altares y en juzgados donde se rubrican falsas eternidades, están cometiendo un crimen, una ignominia. Están suicidando una boca que busca más que un simple baboseo, que busca más que una erótica inyectada, que un bizcocho rancio, que una fotografía amarilla del enamoramiento. Cada vez que se besa sin pasión se comete un sacrilegio. Se está listo para la cárcel, la muerte, el hospital o el infierno.
M. Rivera-Garrido.

 
en la otra orilla de la noche
el amor es posible
-llévame-
...
llévame entre las dulces sustancias
que mueren cada día en tu memoria
A. Pizarnik
ICEBERG
Cierro los ojos.
Respiro.
Rimo el exacto lugar ...
donde dos puntas del mismo iceberg
se rozan,
se incendian,
calcinan las lenguas
que a base de verbos
hirieron la piel de los labios
presos, cautivos,
naufragos perpetuos a la espera de ti
y ese único verso.

Teresa Delgado © 2015
PERMANENCIA DE LOS SOLES... Eduardo Gregorio (Mendoza)
Cuando el sol brilla
por la calle
dejando en las manos de cada persona
su caricia
como quien sale a repartir comida
uno por uno
a los necesitados,
sentimos
que la vida no es mucho más que eso.
Lo mismo ocurre cuando mejoramos
milagrosamente
de haber estado enfermos
interminables días.
También cuando sabemos que nos aman,
que ha vuelto una persona que nos dejó nostalgia,
que ha llegado una carta a nuestro nombre
o cuando, de sorpresa,
alguien
nos dedica un elogio irreversible.
Los pájaros, las nubes,
los crepúsculos,
la lluvia, las distancias, las despedidas,
los recuerdos
y hasta a veces las prisas
suelen ser suficientes
para olvidar al resto de las cosas
y sentirnos seguros de que el mundo
y sus angustias
son repentinamente paralelos y ajenos
a nosotros.
En las calles hay soles que no terminan nunca
a pesar de que a veces
nos parezcan eternos los olvidos.
Eduardo Gregorio... Poema del Libro "LOS INEFABLES ATRIBUTOS"
    Si en el pecho se te enlazan divergentes sensaciones
    y sientes que se derivan a terrenos de la mar,
    déjalas seguir su rumbo, déjalas desembocar,
    tal vez sean los fantasmas de huérfanas emociones.
    ...
    Si en la esquina de algún sueño te sorprende una mirada
    con los brazos extendidos casi a punto de llorar,
    deja que encuentre en tus ojos algún tipo de consuelo.
    Hay memorias olvidadas que no quieren naufragar
    y retornan impasibles a sus antiguas moradas
    para ver de hallar refugio tras un agónico vuelo.
    José Miguel Junco Ezquerra (Fragmento )

     

viernes, 12 de junio de 2015

    Hay tardes de domingo en que se sabe
    que algo está consumándose entre el cálido
    alborozo del mundo,
    y en las que recostar sobre la hierba
    la cabeza no es más que un tibio ensayo...
    de la muerte. Y está
    bien todo entonces, y se ordena todo,
    y una firme alegría nos inunda
    de abril seguro. Vuelven
    las estrellas el rostro hacia nosotros
    para la despedida.
    Dispone un hueco exacto
    la tierra. Se percibe
    el pulso azul del mar. "Esto era aquello".
    Con esmero el olvido ha principiado
    su menuda tarea...

    Y de repente
    busca una boca nuestra boca, y unas
    manos oprimen nuestras manos y hay
    una amorosa voz
    que nos dice: "Despierta.
    Estoy yo aquí. Levántate". Y vivimos.
    Antonio Gala
    "Cómo decirte...
    que si no te siento,
    mis ojos desandan los caminos
    sumergidos en dolor y bruma.
    Y las sombras ahuecan...
    los muros esculpidos
    por el blanco viento de las eras."

    María A. Mónaco

jueves, 11 de junio de 2015

    Antonio Gala
En esas largas
tardes en que se toca casi el mar
y su música, un poco
más y nos bastaría
cerrar los ojos para morir. Viene
de abajo la llamada, del lugar
donde se desmorona la apariencia
del fruto y sólo queda su dulzor.
Pero hemos de aguardar
un tiempo aún: más labios, más caricias,
el amor otra vez, la misma, porque
la vida y el amor transcurren juntos
o son quizá una sola
enfermedad mortal.
Antonio Gala
HAZTE LUNA SI QUIERES
Hazte luna si quieres,
o rumores de un río
o la estela del viento...
o la sombra del día.

O semilla copiosa
cuando un árbol te busca
y en tu sexo se infiltran
sus profundas raíces.
O hazte luz en la noche,
o cometa de mármol
o jirones de adelfas
cuando aroman tu rostro.
O hazte lluvia que caiga
en mi cuerpo entregado
y le crezcan deseos
que renueven la sangre.

miércoles, 10 de junio de 2015

  Ahora recuerdo cómo se hizo el mundo,
cómo en aquella casa, a la que fuimos
con un colchón y un sueño, Dios creó
la riqueza de amarse.

Cómo apartó la luz
de las tinieblas y tuvimos la mesa,
los cojines,la percha,el guardarropas,
poco a poco.

Allí surgió la Luna al yo quererte,,
y al hablar de unos días de descanso,
la sierra palpitante, el mar querido.

Hace ya tanto tiempo que recuerdo
que memoria nací.

Y acaso sea
mi deseo no más : cómo los aires
desde el ahogo despegaron lentos,
cómo de estrellas se pobló la cama,
cómo volaron aves...

Y cómo Dios no ha descansado aún




Antonio Hernández
    Al pasar me saluda y tras el viento
    que da al aliento de su voz temprana
    en la cuadrada luz de una ventana
    se empaña, no el cristal, sino el aliento
    ...
    Es tempranera como una campana.
    Cabe en lo inverosímil, como un cuento
    y cuando corta el hilo del momento
    vierte su sangre blanca la mañana.
    Si se viste de azul y va a la escuela,
    no se distingue si camina o vuela
    porque es como la brisa, tan liviana
    que en la mañana azul no se precisa
    cuál de las tres que pasan es la brisa,
    cuál es la niña y cuál es la mañana.
    García Marquez
No se, si el mundo es el de siempre
pero yo, lo veo diferente
cuando tu no estas

no se, si brillan las estrellas
pero yo, me encuentro entre tinieblas
cuando tu no estas


Cuando tu no estas no tengo a nada
no me queda mas que mi dolor
por eso envidio al mar que tiene agua
y al amanecer que tiene el sol


No se, si es todo como antes
pero a mi, me falta como al aire
cuando tu no estas

no se, si brilla igual la luna
pero yo, la noche veo oscura
cuando tu no estas


Yo te busco a ti bajo las hojas
que cayendo estan cerca de mi
al otono gris llenos de sombras
le preguntare, que fue de  ti
solo estoy sin su amor 

Fragmento de la canción "Cuando tú no estás "



    POEMA Nº 6 ... PABLO NERUDA (Chile)
    Te recuerdo como eras en el último otoño.
    Eras la boina gris y el corazón en calma.
    En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo....
    Y las hojas caían en el agua de tu alma.

    Apegada a mis brazos como una enredadera,
    las hojas recogían tu voz lenta y en calma.
    Hoguera de estupor en que mi sed ardía.
    Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma.
    Siento viajar tus ojos y es distante el otoño:
    boina gris, voz de pájaro y corazón de casa
    hacia donde emigraban mis profundos anhelos
    y caían mis besos alegres como brasas.
    Cielo desde un navío. Campo desde los cerros.
    Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!
    Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
    Hojas secas de otoño giraban en tu alma.
    ESTADO… Eduardo Gregorio (Poeta de Mendoza, Argentina)
    No me habré de morir. Lo he visto en esta tarde
    de pueblo silencioso.
    ...
    Era el aire del sol, y entre las hojas quietas
    una sobra del tiempo fue también del mañana.
    Esta tarde el destino fue una cosa de instinto,
    de querer, de encontrarnos en algo
    que ya hicimos
    y se quedó algún día
    esperando la vuelta.
    En la entrada del tiempo,
    en el sol y en los pájaros.

martes, 9 de junio de 2015

    Desembocan los ríos en los mares azules
    como en tu pecho desemboca el mar.
    Abrázame en tus alas
    para que otro aire no me roce
    sino tu aliento, del que vivo y muero....
    Bajo el cielo impalpable
    hecho de luz y espera,
    Antonio Gala (fragmento)
    MOVIMIENTO SÍSMICO... Óscar Hahn (Poeta de Chile)
    Tuve una vez un gran amor
    que derribó mi casa
    agrietó mis puentes...
    y me hizo perder el equilibrio
    Después vinieron las réplicas:
    amoríos de baja intensidad
    que ni siquiera
    me hicieron temblar
    En cuanto al gran amor
    ay mísero de mí
    todavía respira
    debajo de las ruinas

    Óscar Hahn, No hay amor como esta herida. Tajamar Editores, 2011.
    Gerardo Diego
Quisiera ser convexo
para tu mano cóncava.
Y como un tronco hueco
para acogerte en mi regazo
y darte sombra y sueño.
Suave y horizontal e interminable
para la huella alterna y presurosa
de tu pie izquierdo
y de tu pie derecho.
Ser de todas las formas
como agua siempre a gusto en cualquier vaso
siempre abrazándote por dentro.
Y también como vaso
para abrazar por fuera al mismo tiempo.
Como el agua hecha vaso
tu confín - dentro y fuera - siempre exacto.

lunes, 8 de junio de 2015

    LLEGÓ PARA DECIR...
    Llegó para decir de mariposa
    que etérea, espiritual,
    ahora emprendía...
    un vuelo hacia un lugar desconocido.

    Llegó para decir casi de nube
    que en otra latitud
    trataba de hilvanar sus pensamientos
    con hilos invisibles.
    Llegó para decir de entre la lluvia
    que era ajena e incorpórea
    entre algodones,
    nostalgia de la luz.
    Quiso en verdad decir que se marchaba
    sin que el efecto fuera
    sin más un simple adiós
    herida ya la tarde.

domingo, 7 de junio de 2015

    ¿Ves el sol, apagando su luz pura
    en las ondas del piélago ambarino?
    Así hundió sus fulgores mi ventura
    para no renacer en mi camino.
    ...
    Mira la luna: desgarrando el velo
    de las tinieblas, a brillar empieza.
    Así se levantó sobre mi cielo
    el astro funeral de la tristeza.
    ¿Ves el faro en la peña carcomida
    que el mar inquieto con su espuma alfombra?
    Así radia la fe sobre mi vida,
    solitaria, purísima, escondida:
    ¡cómo el rostro de un ángel en la sombra!
    Amado Nervo