REFLEJOS
Y pese a todo, amor, pese al olvido,
pese a la sed que nace de tu ausencia,
conservo los esencial de la querencia
y el síndrome del pájaro sin nido.
Y pese a todo, amor, cuando me dejas
a medias del querer y emprendes vuelo,
en mi se nace el triste desconsuelo
y el suplicio de ver cómo te alejas.
Que en el nuevo sendero reinventado
puedas hallar la paz y la alegría,
que se reencarne en ti la luz del día
y se haga realidad tu sueño alado.
Y pese a todo, amor, pese a no verte,
pese a saberte en otras singladuras,
mi corazón, ya experto en las suturas,
no aprende la lección de no quererte.
José Miguel Junco Ezquerra
jueves, 30 de abril de 2015
Alfonsina Storni
Tu dulzura
Camino lentamente por la senda de acacias, ...
me perfuman las manos sus pétalos de nieve,
mis cabellos se inquietan bajo céfiro leve
y el alma es como espuma de las aristocracias.
Tu dulzura
Camino lentamente por la senda de acacias, ...
me perfuman las manos sus pétalos de nieve,
mis cabellos se inquietan bajo céfiro leve
y el alma es como espuma de las aristocracias.
Genio bueno: este día conmigo te congracias,
apenas un suspiro me torna eterna y breve...
¿Voy a volar acaso ya que el alma se mueve?
En mis pies cobran alas y danzan las tres Gracias.
Es que anoche tus manos, en mis manos de fuego,
dieron tantas dulzuras a mi sangre, que luego,
llenóseme la boca de mieles perfumadas.
Tan frescas que en la limpia madrugada de Estío
mucho temo volverme corriendo al caserío
prendidas en mis labios mariposas doradas.
apenas un suspiro me torna eterna y breve...
¿Voy a volar acaso ya que el alma se mueve?
En mis pies cobran alas y danzan las tres Gracias.
Es que anoche tus manos, en mis manos de fuego,
dieron tantas dulzuras a mi sangre, que luego,
llenóseme la boca de mieles perfumadas.
Tan frescas que en la limpia madrugada de Estío
mucho temo volverme corriendo al caserío
prendidas en mis labios mariposas doradas.
miércoles, 29 de abril de 2015
pero un día sopló un viento
que venía de lo alto,
que los empujó uno a otro.
Y al tocarse se enlazaron,
se estrecharon, sin remedio.
¡Qué nudo ya entre dos vidas!
¡Qué punto en que dos destinos
al apretarse, cruzados
con el calor de dos cuerpos,
crean un destino nuevo:
las almas indisolubles!
Y un día
nos encontramos los dos
llorando ante el nudo estrecho.
¿Cortarlo? Tú lo quisiste.
Tentaciones de cuchillo
te brillaron por momentos.
Pero si el nudo cortabas
te cortarías tu hilo,
y el mío, a mí, porque en él
estamos los dos unidos.
Cortar un nudo es cortarse
los dos hilos que lo hicieron.
¿Desenredarlo? Las manos
lloraron de pena larga,
porque el alma no quería
y lo intentaban los dedos.
¡No lo toques! ¡Déjalo!
Resístete, si tú quieres,
a que el viento antiguo siga
acercándonos, haciendo
nuestro nudo más estrecho.
Vuelve a ser el hilo tuyo,
libre, suelto. Nuestros hilos
volverán a separarse
como si fueran distintos.
Pero allá atrás quedará
—¡no la mates!— la memoria
viva de haber sido más
que dos pobres vidas sueltas.
Y el recuerdo de ese nudo
en que los dos fuimos uno,
porque queríamos serlo,
ha de durar, sin atarnos,
no ya como nudo, no,
sino como lazo eterno:
voluntad de no soltarse
de algo que nunca se suelta,
amor, lazo, en nuestros pechos.
que venía de lo alto,
que los empujó uno a otro.
Y al tocarse se enlazaron,
se estrecharon, sin remedio.
¡Qué nudo ya entre dos vidas!
¡Qué punto en que dos destinos
al apretarse, cruzados
con el calor de dos cuerpos,
crean un destino nuevo:
las almas indisolubles!
Y un día
nos encontramos los dos
llorando ante el nudo estrecho.
¿Cortarlo? Tú lo quisiste.
Tentaciones de cuchillo
te brillaron por momentos.
Pero si el nudo cortabas
te cortarías tu hilo,
y el mío, a mí, porque en él
estamos los dos unidos.
Cortar un nudo es cortarse
los dos hilos que lo hicieron.
¿Desenredarlo? Las manos
lloraron de pena larga,
porque el alma no quería
y lo intentaban los dedos.
¡No lo toques! ¡Déjalo!
Resístete, si tú quieres,
a que el viento antiguo siga
acercándonos, haciendo
nuestro nudo más estrecho.
Vuelve a ser el hilo tuyo,
libre, suelto. Nuestros hilos
volverán a separarse
como si fueran distintos.
Pero allá atrás quedará
—¡no la mates!— la memoria
viva de haber sido más
que dos pobres vidas sueltas.
Y el recuerdo de ese nudo
en que los dos fuimos uno,
porque queríamos serlo,
ha de durar, sin atarnos,
no ya como nudo, no,
sino como lazo eterno:
voluntad de no soltarse
de algo que nunca se suelta,
amor, lazo, en nuestros pechos.
martes, 28 de abril de 2015
MAR
Tengo impregnado el mar en las pupilas del alma.
El mar profundo, las caricias olas del mar,
el mar azul...
y el de la noche más oscura.
El mar que se contorsiona y que ruge
también el mar que danza
con todos sus susurros, con todas sus rimas,
con todos sus secretos, con todas sus historias,
por eso escribo y cuento
para no ahogarme con tantas palabras.
Tengo impregnado el mar en las pupilas del alma.
El mar profundo, las caricias olas del mar,
el mar azul...
y el de la noche más oscura.
El mar que se contorsiona y que ruge
también el mar que danza
con todos sus susurros, con todas sus rimas,
con todos sus secretos, con todas sus historias,
por eso escribo y cuento
para no ahogarme con tantas palabras.
Teresa Delgado © 2013
sábado, 25 de abril de 2015
"amar es combatir, si dos se besan
el mundo cambia, encarnan los deseos,
el pensamiento encarna, brotan las alas
en las espaldas del esclavo, el mundo
es real y... tangible, el vino es vino,
el pan vuelve a saber, el agua es agua,
amar es combatir, es abrir puertas,
dejar de ser fantasma con un número
a perpetua cadena condenado
por un amo sin rostro;
el mundo cambia
si dos se miran y se reconocen..."
el mundo cambia, encarnan los deseos,
el pensamiento encarna, brotan las alas
en las espaldas del esclavo, el mundo
es real y... tangible, el vino es vino,
el pan vuelve a saber, el agua es agua,
amar es combatir, es abrir puertas,
dejar de ser fantasma con un número
a perpetua cadena condenado
por un amo sin rostro;
el mundo cambia
si dos se miran y se reconocen..."
OCTAVIO PAZ, fragmento de PIEDRA DEL SOL (México 1957)
jueves, 23 de abril de 2015
CECILIA DOMÍNGUEZ LUIS 1948
EN EL PRINCIPIO, EL MAR
Después de ti las lágrimas y el beso ...
nos confirmaron en la lejanía.
La piel se hizo marea, ardió en la espuma
sobre los escollos
habitaron, ansiosas, las sirenas.
Las casas encendidas
pusieron proa al sur, entre las algas
y la barca varada soñó un vuelo
de corales y peces jubilosos.
Entonces fue la isla
la mirada sobre los peñascos.
Fueron la hoguera, el árbol, la memoria
y esas huellas de amor sobre la arena,
Antes de ti, los ojos de la noche
pidieron un espejo para el alba.
EN EL PRINCIPIO, EL MAR
Después de ti las lágrimas y el beso ...
nos confirmaron en la lejanía.
La piel se hizo marea, ardió en la espuma
sobre los escollos
habitaron, ansiosas, las sirenas.
Las casas encendidas
pusieron proa al sur, entre las algas
y la barca varada soñó un vuelo
de corales y peces jubilosos.
Entonces fue la isla
la mirada sobre los peñascos.
Fueron la hoguera, el árbol, la memoria
y esas huellas de amor sobre la arena,
Antes de ti, los ojos de la noche
pidieron un espejo para el alba.
miércoles, 22 de abril de 2015
20
PUEDO escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada, ...
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
PUEDO escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada, ...
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos
árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis
brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
Pablo NERUDA
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos
árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis
brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
Pablo NERUDA
martes, 21 de abril de 2015
Verte, qué visión tan clara.
Vivir es seguirte viendo.
Permanecer en la viva
sensación de tu recuerdo.
Verte. La distancia nace.
El cielo suprime al cielo.
La vida se multiplica
por el número de puertos.
Todo colmado por ti.
No ser más que el ojo abierto,
y eternizar el más leve
escorzo de tu silencio.
Verte para amarlo todo.
Claustro en tranquilo destierro.
Dulzor de caña lunada.
Luz en órbita de sueño.
Mortal límite de ti.
Cielo adolescente y tierno.
Núbil paciencia de playa.
Vivir es seguirte viendo.
¡Verte, Abril, verte tan sólo!
Tranquilísimo desierto.
Pena misericordiosa.
Sosegado advenimiento.
Verte: qué oración tan pura,
islas, nubes, mares, vientos,
las cinco partes del mundo
en las yemas de los dedos.
Luis Rosales
hoy
sigues dando esa paz que tú no encuentras.
Recuerdo que me hablabas descansando
todo el cuerpo en la voz, y tu voz era
la que llevaba al mundo de la mano,
amplia, segura, convencida, cierta.
Recuerdo... ya no sé. ¿Cuándo empezaste
a estar detrás de la memoria entera,
detrás y como un tren que caminara
sobre dos vidas en la misma rueda?
Luis Rosales
domingo, 19 de abril de 2015
- La forma de querer tú
- La forma de querer tú
Es dejarme que te quiera.
El sí con que te me rindes
Es el silencio. Tus besos
Son ofrecerme los labios
Para que los bese yo.
Jamás palabras, abrazos,
Me dirán que tú existías,
Que me quisiste: jamás.
Me lo dicen hojas blancas,
Mapas, augurios, teléfonos;
Tú, no.
Y estoy abrazado a ti
Sin preguntarte, de miedo
A que no sea verdad
Que tú vives y me quieres.
Y estoy abrazado a ti
Sin mirar y sin tocarte.
No vaya a ser que descubra
Con preguntas, con caricias,
Esa soledad inmensa
De quererte sólo yo.
Pedro Salinas
- En una piedra está
La paciencia del mundo, madurada despacio.
Incalculable suma
De días y de noches, sol y agua
La que costó esta forma torpe y dura
Que acariciar no sabe y acompaña
Tan solo con su peso, oscuramente.
Se estuvo siempre quieta,
Sin buscar, encerrada,
En una voluntad densa y constante
De no volar como la mariposa,
De no ser bella como el lirio,
Para salvar de envidias su pureza.
¡Cuántos esbeltos lirios, cuántas gráciles
Libélulas se han muerto, allí, a su lado
Por correr tanto hacia la primavera!
Ella supo esperar sin pedir nada
Más que la eternidad de su ser puro.
Por renunciar al pétalo y al vuelo,
Está viva y me enseña
Que un amor debe estarse quizá quieto, muy quieto,
Soltar las falsas alas de la prisa,
Y derrotar así su propia muerte.
Pedro Salinas
El alma tenías tan clara y abierta
El alma tenías
Tan clara y abierta,
Que yo nunca pude...
Entrarme en tu alma.
Busqué los atajos
Angostos, los pasos
Altos y difíciles,
A tu alma se iba
Por caminos anchos.
Preparé alta escala
-Soñaba altos muros
Guardándote el alma-
Pero el alma tuya
Estaba sin guarda
De tapial ni cerca.
Te busqué la puerta
Estrecha del alma,
Pero no tenía,
De franca que era,
Entradas tu alma.
¿En dónde empezaba?
¿Acababa, en dónde?
Me quedé por siempre
Sentado en las vagas
Lindes de tu alma.
Pedro Salinas
El alma tenías
Tan clara y abierta,
Que yo nunca pude...
Entrarme en tu alma.
Busqué los atajos
Angostos, los pasos
Altos y difíciles,
A tu alma se iba
Por caminos anchos.
Preparé alta escala
-Soñaba altos muros
Guardándote el alma-
Pero el alma tuya
Estaba sin guarda
De tapial ni cerca.
Te busqué la puerta
Estrecha del alma,
Pero no tenía,
De franca que era,
Entradas tu alma.
¿En dónde empezaba?
¿Acababa, en dónde?
Me quedé por siempre
Sentado en las vagas
Lindes de tu alma.
Pedro Salinas
¡Carne, celeste carne de la mujer! Arcilla -dijo Hugo-, ambrosía más bien ¡oh maravilla! La vida se soporta, tan doliente y tan corta, solamente por eso: ¡roce, mordisco o beso en ese pan divino para el cual nuestra sangre es nuestro vino! En ella está la lira, en ella está la rosa, en ella está la ciencia armoniosa, en ella se respira el perfume vital de toda cosa.
Rubén Darío
Rubén Darío
jueves, 16 de abril de 2015
"SI SOLO.....” Sergio de Sa (Poeta)
Si solo me quedase una noche,
me dormiría en tus brazos.
Si solo me quedase una vida,...
me moriría en tus labios.
Si solo me quedase una noche,
me dormiría en tus brazos.
Si solo me quedase una vida,...
me moriría en tus labios.
Si solo me quedase un sueño,
soñaría contigo,
y si solo me quedase una palabra,
con Amor te abrazaría.
"Pero si No me quedases tú………
¿Para qué quiero más vidas?"
Si solo me quedase un beso,
en tus labios sería eterno.
Si solo me quedase una caricia,
en tu piel me derretiría.
Si solo me quedase un “te quiero”
lo tatuaría en tu cuerpo.
Y si solo me quedase un verso,
mi musa se haría poesía.
"Pero si No me quedases tú………
¿Para qué quiero mi vida?"
soñaría contigo,
y si solo me quedase una palabra,
con Amor te abrazaría.
"Pero si No me quedases tú………
¿Para qué quiero más vidas?"
Si solo me quedase un beso,
en tus labios sería eterno.
Si solo me quedase una caricia,
en tu piel me derretiría.
Si solo me quedase un “te quiero”
lo tatuaría en tu cuerpo.
Y si solo me quedase un verso,
mi musa se haría poesía.
"Pero si No me quedases tú………
¿Para qué quiero mi vida?"
Yo sé que existo
porque tu me imaginas.
Soy alto porque tu me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,...
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el que la habita...
Ángel González
porque tu me imaginas.
Soy alto porque tu me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,...
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el que la habita...
Ángel González
miércoles, 15 de abril de 2015
Ay, amar es un viaje con agua y con estrellas,
con aire ahogado y bruscas tempestades de harina:
amar es un combate de relámpagos
y dos cuerpos por una sola miel derrotados.
Beso a beso recorro tu pequeño infinito,
tus márgenes, tus ríos, tus pueblos diminutos,
y el fuego genital transformado en delicia
corre por los delgados caminos de la sangre
hasta precipitarse como un clavel nocturno,
hasta ser y no ser sino un rayo en la sombra.
Soneto nº XII Pablo Neruda ( fragmento )
con aire ahogado y bruscas tempestades de harina:
amar es un combate de relámpagos
y dos cuerpos por una sola miel derrotados.
Beso a beso recorro tu pequeño infinito,
tus márgenes, tus ríos, tus pueblos diminutos,
y el fuego genital transformado en delicia
corre por los delgados caminos de la sangre
hasta precipitarse como un clavel nocturno,
hasta ser y no ser sino un rayo en la sombra.
Soneto nº XII Pablo Neruda ( fragmento )
CONTIGO [fragmento]
No hay noche, no hay luna, no
hay sol cuando estoy contigo,
tiemblo de quererte tanto, ...
tiemblo de sentirme vivo,
No hay noche, no hay luna, no
hay sol cuando estoy contigo,
tiemblo de quererte tanto, ...
tiemblo de sentirme vivo,
tiemblo de saber que un día
la espuma se lleva al río,
y en el corazón del hombre
se lleva al tiempo el olvido.
No hay luz, no hay jardín, no hay
noche de otoño contigo,
¡quisiera que se acortara
el tiempo cuando te miro!
contigo para perderme,
para salvarme contigo,
contigo, Abril, para siempre
por los siglos de los siglos.
Luis Rosales
la espuma se lleva al río,
y en el corazón del hombre
se lleva al tiempo el olvido.
No hay luz, no hay jardín, no hay
noche de otoño contigo,
¡quisiera que se acortara
el tiempo cuando te miro!
contigo para perderme,
para salvarme contigo,
contigo, Abril, para siempre
por los siglos de los siglos.
Luis Rosales
ANTONIO GAMONEDA
AMÉ. Es incomprensible como el temblor de los álamos. Estoy extraviado
[pero yo sé que amé.
...
AMÉ. Es incomprensible como el temblor de los álamos. Estoy extraviado
[pero yo sé que amé.
...
Yo vivía en un ser y su sangre se reunía con mi sangre y la música me envolvía
[y yo mismo era música.
Ahora,
¿quién es ciego en mis ojos?
Fragmento) Publicado por Evelyn De Lezcano
[y yo mismo era música.
Ahora,
¿quién es ciego en mis ojos?
Fragmento) Publicado por Evelyn De Lezcano
martes, 14 de abril de 2015
No ha muerto. Ha iniciado
Un viaje atardecido.
De azul en azul claro
—de cielo en cielo— ha ido
por la senda del sueño
con su arcángel de lino.
A las tres de la tarde
Hallará a San Isidro
Con sus dos bueyes mansos
Arando en cielo límpido
Para sembrar luceros
Y estrellas en racimos.
—Señor, ¿cuál es la senda
para ir al Paraíso?
—Sube por la Vía Láctea,
ruta de leche y lirio,
la menor de las Osas
te enseñará el camino.
Cuando sean las cuatro
La Virgen con el Niño
Saldrán a ver los astros
Que en su infancia de siglos
Juegan la Rueda-Rueda
En un bosque de trinos.
Y a las seis de la tarde
El ángel de servicio
Saldrá a colgar la luna
De un clavo vespertino.
Será tarde. Si acaso
No te han guardado sitio
Dile a Gabriel Arcángel
Que te preste su nido
Que está en el más frondoso
Árbol del Paraíso.
Gabriel García Marquez
lunes, 13 de abril de 2015
. He dado un montón de veces la vuelta al sol a bordo de un planeta azul, bellísimo e inmenso del que tan solo he visto una ínfima parte.
Poseo un milagro de 70 latidos por minuto y en la cabeza un universo de infinitas sinápticas estrellas que me permiten ver las que salpican el cielo cada noche. Vivo vestida de piel para cubrir un alma que me ha acompañado desde el principio de los tiempos. Respiro y huelo la fragancia de la vida. Me nutro de su esencia. Oigo y escucho las voces de la gente, de los niños, la música… Saboreo cada segundo que me alimenta y me emociono con las miradas que me encuentro en este maravilloso viaje que construyo a cada instante. Cuando vuelva a mi otra casa me llevaré una mochila llena de maravillas, ya tengo 188 estaciones, 17.155 puestas y salidas de sol, las pupilas cuajadas de miradas, sonrisas y belleza. También tengo los labios llenos de besos, la piel de caricias, mi cuerpo de abrazos grandes y chiquitos, las orejas de palabras, de susurros. En un bolsillo, me llevo mis lágrimas, mi dolor, mi tristeza, mi soledad, mi frio, lo amargo, lo áspero, lo estridente porque también eso me ayudó a ser la que hoy está escribiendo que la vida es bella, muy bella, inmensamente bella.
Teresa Delgado
Tomado del blog de Teresa Delgado
EN PAZ... Amado Nervo (Poeta mexicano)
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
...
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
...
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tú sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
Tomado del blog de Pilar Lucero Ramírezque yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tú sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
domingo, 12 de abril de 2015
Dile que no me tema, amor, y dile...
Dile que no me tema, amor, y dile
que estoy a su lado como el aire,
como un cristal de niebla o como el viento...
que se aquieta la tarde....
Dile que no me huya, amor, y dile
que no me vuelva a herir, que no me aparte,
que soy el brillo húmedo en sus ojos
y el latido en su sangre.
Dile que no me aleje, amor, y dile
que yo soy el umbral de su morada,
el agua de su sed
y aquel único pan para su hambre,
Dile que no se oculte, amor, y dile
que ya no tengo rostro ni señales
de haber vivido antes de quererme.
De haber vivido, antes.
Dile que no recuerde y dile
que no respire, amor, sin respirarme.
Julia Prilutzky
Dile que no me tema, amor, y dile
que estoy a su lado como el aire,
como un cristal de niebla o como el viento...
que se aquieta la tarde....
Dile que no me huya, amor, y dile
que no me vuelva a herir, que no me aparte,
que soy el brillo húmedo en sus ojos
y el latido en su sangre.
Dile que no me aleje, amor, y dile
que yo soy el umbral de su morada,
el agua de su sed
y aquel único pan para su hambre,
Dile que no se oculte, amor, y dile
que ya no tengo rostro ni señales
de haber vivido antes de quererme.
De haber vivido, antes.
Dile que no recuerde y dile
que no respire, amor, sin respirarme.
Julia Prilutzky
"Dile que no me tema, amor, y dile...
Dile que no me tema, amor, y dile
que estoy a su lado como el aire,
como un cristal de niebla o como el viento
que se aquieta la tarde.
Dile que no me huya, amor, y dile
que no me vuelva a herir, que no me aparte,
que soy el brillo húmedo en sus ojos
y el latido en su sangre.
Dile que no me aleje, amor, y dile
que yo soy el umbral de su morada,
el agua de su sed
y aquel único pan para su hambre,
Dile que no se oculte, amor, y dile
que ya no tengo rostro ni señales
de haber vivido antes de quererme.
De haber vivido, antes.
Dile que no recuerde y dile
que no respire, amor, sin respirarme.
Julia Prilutzky"
Dile que no me tema, amor, y dile
que estoy a su lado como el aire,
como un cristal de niebla o como el viento
que se aquieta la tarde.
Dile que no me huya, amor, y dile
que no me vuelva a herir, que no me aparte,
que soy el brillo húmedo en sus ojos
y el latido en su sangre.
Dile que no me aleje, amor, y dile
que yo soy el umbral de su morada,
el agua de su sed
y aquel único pan para su hambre,
Dile que no se oculte, amor, y dile
que ya no tengo rostro ni señales
de haber vivido antes de quererme.
De haber vivido, antes.
Dile que no recuerde y dile
que no respire, amor, sin respirarme.
Julia Prilutzky"
jueves, 9 de abril de 2015
martes, 7 de abril de 2015
Besos
Hay besos que pronuncian por sí solos
la sentencia de amor condenatoria, hay besos que se dan con la mirada hay besos que se dan con la memoria. Hay besos silenciosos, besos nobles hay besos enigmáticos, sinceros hay besos que se dan sólo las almas hay besos por prohibidos, verdaderos. Hay besos que calcinan y que hieren, hay besos que arrebatan los sentidos, hay besos misteriosos que han dejado mil sueños errantes y perdidos. Hay besos problemáticos que encierran una clave que nadie ha descifrado, hay besos que engendran la tragedia cuantas rosas en broche han deshojado. Hay besos perfumados, besos tibios que palpitan en íntimos anhelos, hay besos que en los labios dejan huellas como un campo de sol entre dos hielos. Hay besos que parecen azucenas por sublimes, ingenuos y por puros, hay besos traicioneros y cobardes, hay besos maldecidos y perjuros. Judas besa a Jesús y deja impresa en su rostro de Dios, la felonía, mientras la Magdalena con sus besos fortifica piadosa su agonía. Desde entonces en los besos palpita el amor, la traición y los dolores, en las bodas humanas se parecen a la brisa que juega con las flores. Hay besos que producen desvaríos de amorosa pasión ardiente y loca, tú los conoces bien son besos míos inventados por mí, para tu boca. Besos de llama que en rastro impreso llevan los surcos de un amor vedado, besos de tempestad, salvajes besos que solo nuestros labios han probado. ¿Te acuerdas del primero...? Indefinible; cubrió tu faz de cárdenos sonrojos y en los espasmos de emoción terrible, llenáronse de lágrimas tus ojos. ¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso te vi celoso imaginando agravios, te suspendí en mis brazos... vibró un beso, y qué viste después...? Sangre en mis labios. Yo te enseñé a besar: los besos fríos son de impasible corazón de roca, yo te enseñé a besar con besos míos inventados por mí, para tu boca. |
Poema XXV de "Cien sonetos de amor" de Pablo Neruda
Antes de amarte, amor, nada era mío:
vacilé por las calles y las cosas:
nada contaba ni tenía nombre:
el mundo era del aire que esperaba.
vacilé por las calles y las cosas:
nada contaba ni tenía nombre:
el mundo era del aire que esperaba.
Yo conocí salones cenicientos,
túneles habitados por la luna,
hangares crueles que se despedían,
preguntas que insistían en la arena.
túneles habitados por la luna,
hangares crueles que se despedían,
preguntas que insistían en la arena.
Todo estaba vacío, muerto y mudo,
caído, abandonado y decaído,
todo era inalienablemente ajeno,
caído, abandonado y decaído,
todo era inalienablemente ajeno,
todo era de los otros y de nadie,
hasta que tu belleza y tu pobreza
llenaron el otoño de regalos.
hasta que tu belleza y tu pobreza
llenaron el otoño de regalos.
domingo, 5 de abril de 2015
TE QUIERO
Tus manos son mi caricia mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos
tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro
tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos
y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero
y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola
te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Mario Benedetti
viernes, 3 de abril de 2015
LA MARIONETA… Gabriel García Márquez (Poeta de Colombia)
Si por un instante Dios se olvidara
de que soy una marioneta de trapo
y me regalara un trozo de vida,...
posiblemente no diría todo lo que pienso,
pero en definitiva pensaría todo lo que digo.
Si por un instante Dios se olvidara
de que soy una marioneta de trapo
y me regalara un trozo de vida,...
posiblemente no diría todo lo que pienso,
pero en definitiva pensaría todo lo que digo.
Daría valor a las cosas, no por lo que valen,
sino por lo que significan.
Dormiría poco, soñaría más,
entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos,
perdemos sesenta segundos de luz.
Andaría cuando los demás se detienen,
Despertaría cuando los demás duermen.
Escucharía cuando los demás hablan,
y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate.
Si Dios me obsequiara un trozo de vida,
Vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol,
dejando descubierto, no solamente mi cuerpo sino mi alma.
Dios mío, si yo tuviera un corazón,
escribiría mi odio sobre hielo,
y esperaría a que saliera el sol.
Pintaría con un sueño de Van Gogh
sobre las estrellas un poema de Benedetti,
y una canción de Serrat sería la serenata
que les ofrecería a la luna.
Regaría con lágrimas las rosas,
para sentir el dolor de sus espinas,
y el encarnado beso de sus pétalos...
Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida...
No dejaría pasar un solo día
sin decirle a la gente que quiero, que la quiero.
Convencería a cada mujer u hombre de que son mis favoritos
y viviría enamorado del amor.
A los hombres les probaría cuán equivocados están,
al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen,
sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.
A un niño le daría alas,
pero le dejaría que él solo aprendiese a volar.
A los viejos les enseñaría que la muerte
no llega con la vejez sino con el olvido.
Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres
He aprendido que todo el mundo quiere vivir
en la cima de la montaña,
Sin saber que la verdadera felicidad está
en la forma de subir la escarpada.
He aprendido que cuando un recién nacido
aprieta con su pequeño puño,
por vez primera, el dedo de su padre,
lo tiene atrapado por siempre.
He aprendido que un hombre
sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo,
cuando ha de ayudarle a levantarse.
Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes,
pero realmente de mucho no habrán de servir,
porque cuando me guarden dentro de esa maleta,
infelizmente me estaré muriendo.
sino por lo que significan.
Dormiría poco, soñaría más,
entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos,
perdemos sesenta segundos de luz.
Andaría cuando los demás se detienen,
Despertaría cuando los demás duermen.
Escucharía cuando los demás hablan,
y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate.
Si Dios me obsequiara un trozo de vida,
Vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol,
dejando descubierto, no solamente mi cuerpo sino mi alma.
Dios mío, si yo tuviera un corazón,
escribiría mi odio sobre hielo,
y esperaría a que saliera el sol.
Pintaría con un sueño de Van Gogh
sobre las estrellas un poema de Benedetti,
y una canción de Serrat sería la serenata
que les ofrecería a la luna.
Regaría con lágrimas las rosas,
para sentir el dolor de sus espinas,
y el encarnado beso de sus pétalos...
Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida...
No dejaría pasar un solo día
sin decirle a la gente que quiero, que la quiero.
Convencería a cada mujer u hombre de que son mis favoritos
y viviría enamorado del amor.
A los hombres les probaría cuán equivocados están,
al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen,
sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.
A un niño le daría alas,
pero le dejaría que él solo aprendiese a volar.
A los viejos les enseñaría que la muerte
no llega con la vejez sino con el olvido.
Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres
He aprendido que todo el mundo quiere vivir
en la cima de la montaña,
Sin saber que la verdadera felicidad está
en la forma de subir la escarpada.
He aprendido que cuando un recién nacido
aprieta con su pequeño puño,
por vez primera, el dedo de su padre,
lo tiene atrapado por siempre.
He aprendido que un hombre
sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo,
cuando ha de ayudarle a levantarse.
Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes,
pero realmente de mucho no habrán de servir,
porque cuando me guarden dentro de esa maleta,
infelizmente me estaré muriendo.
jueves, 2 de abril de 2015
LA TRASFIGURACIÓN
Siento tu cuerpo entero junto al mío; tu carne
es
como un ascua,
fresca e imprescindible
que está fluyendo hacia
mi cuerpo, por un puente
de miel lenta y silábica.
Hay un solo momento en que se junta
el cuerpo con el alma,
y se sienten recíprocos,
y viven
su trasfiguración,
y se adelantan
el uno al otro en una misma entrega,
desde su mismo origen deseada.
Siento tus labios en mis labios, siento
tu piel desnuda y ávida,
y siento,
¡al fin!
esa frescura súbita
como una llamarada
de eternidad, en que la carne deja
de serlo y se desata,
se dispersa en el vuelo,
y va cayendo
en la tierra sonámbula
de tu cuerpo que cede interminable-
mente cediendo,
hasta
que el vuelo acaba y ya la carne queda
quieta, milagreada,
y me devuelve al cuerpo,
y todo ha sido
un pasmo, un rebrillar y luego nada.
Luis Rosales
MEMORIA DE TRÁNSITO… Luis Rosales (Poeta español)
………………………………… ”Herido de amor huido”
………………………………… Federico García Lorca
Abril, porque siento, creo,
pon calma en los ojos míos, ...
¿los montes, mares y ríos,
qué son sino devaneo?;
mirando la nieve veo
memoria de tu hermosura,
y cuando vi en su blancura
tu inmediata eternidad,
¿fuiste si no claridad,
temblor, paciencia y dulzura?
………………………………… ”Herido de amor huido”
………………………………… Federico García Lorca
Abril, porque siento, creo,
pon calma en los ojos míos, ...
¿los montes, mares y ríos,
qué son sino devaneo?;
mirando la nieve veo
memoria de tu hermosura,
y cuando vi en su blancura
tu inmediata eternidad,
¿fuiste si no claridad,
temblor, paciencia y dulzura?
Tu leve paso indolente
deja en mis ojos su aroma,
los ojos en donde toma
revelación permanente;
bienaventuradamente
nacieron para el olvido,
tu piel de asombro encendido,
tus ojos de limpio viento,
y esta ternura que siento
«herido de amor huido».
Los sitios donde has estado
en la memoria los llevo
sólo para ver de nuevo
el rastro que allí has dejado;
la tierra que tú has pisado
vuelvo a pisar; nada soy
más que este sueño en que voy
desde tu ausencia a la nada.
me hizo vivir tu mirada:
fiel al tránsito aquí estoy.
Publicado por Pilar Lucero Ramírez
deja en mis ojos su aroma,
los ojos en donde toma
revelación permanente;
bienaventuradamente
nacieron para el olvido,
tu piel de asombro encendido,
tus ojos de limpio viento,
y esta ternura que siento
«herido de amor huido».
Los sitios donde has estado
en la memoria los llevo
sólo para ver de nuevo
el rastro que allí has dejado;
la tierra que tú has pisado
vuelvo a pisar; nada soy
más que este sueño en que voy
desde tu ausencia a la nada.
me hizo vivir tu mirada:
fiel al tránsito aquí estoy.
Publicado por Pilar Lucero Ramírez
miércoles, 1 de abril de 2015
ELLA
Ella, siempre era ella,
y en ocasiones,
era ella, conteniendo...
una parte substancial de mí.
Ella, siempre era ella,
y en ocasiones,
era ella, conteniendo...
una parte substancial de mí.
Entre otras cosas
me enseñó la cruel diferencia
entre unos dedos que acarician
la piel por rutina
y unas manos que se hunden
en el lugar preciso
donde algunos suponen
que se aloja el alma.
Más o menos,
la misma diferencia
entre vivir una noche
como si el mundo expirara,
o la madrugada en que
te mueres tú solo de nada
muy solo adentro de ti.
Se dejó ella en casa
mi vieja y negra camiseta
que usé como pijama.
Mi pantalón mezclilla
que usaba para pintar.
Y un zapato de cristal.
Voy a destrozar cosas
antes de que descarrile,
para que yo siga siendo yo,
excepto por el nombre
que ahora arrastro
anudado a la cintura.
Le dije que el primer beso
no se daba con la boca,
si no con la mirada.
Y ella me ha dejado
sus labios en una sonrisa
al borde de la taza del café.
Autor: Carlos Posadas
Reg. Las Gargolas No.-145,
me enseñó la cruel diferencia
entre unos dedos que acarician
la piel por rutina
y unas manos que se hunden
en el lugar preciso
donde algunos suponen
que se aloja el alma.
Más o menos,
la misma diferencia
entre vivir una noche
como si el mundo expirara,
o la madrugada en que
te mueres tú solo de nada
muy solo adentro de ti.
Se dejó ella en casa
mi vieja y negra camiseta
que usé como pijama.
Mi pantalón mezclilla
que usaba para pintar.
Y un zapato de cristal.
Voy a destrozar cosas
antes de que descarrile,
para que yo siga siendo yo,
excepto por el nombre
que ahora arrastro
anudado a la cintura.
Le dije que el primer beso
no se daba con la boca,
si no con la mirada.
Y ella me ha dejado
sus labios en una sonrisa
al borde de la taza del café.
Autor: Carlos Posadas
Reg. Las Gargolas No.-145,
Buscando la primavera
Y es que, me da igual que el invierno
intente congelarme la sonrisa
si te tengo a ti, para devolverme el calor
que los termómetros intentan robarme.
Y es que, me da igual que mi realidad sea un infierno,
si tengo un trocito de cielo para mí sola
escondido en tus clavículas.
Quiero enraizar perenne entre tus brazos.
Las comisuras de tus labios ocultan en sus pliegues
la semilla de mi felicidad.
Eres el guardián que cuida de que el brillo de mis ojos
no se apague nunca.
Voy a saltar todas y cada una de las olas
que traten de hundirme hasta el donfo del mar,
pero sólo si tú estás en la orilla, esperándome.
No hay frío sin calor.
No hay vida después de ti.
Buscaba un verano eterno.
Buscaba un sol que con sus rayos abrasara sin piedad mi cuerpo
y con lengua de fuego recorriese mi piel.
Hasta que encontré la suavidad de las rosas
en la yema de tus dedos, sin espinas.
Y ahora, lo único que quiero..
..es ser tu primavera.
Publicado por Sweet , del blog Yo en estado puro .
Suscribirse a:
Entradas (Atom)